Medidas de prevención para no tener que acudir al dentista durante el confinamiento

Dr. Javier Ortega, jefe de la Unidad de Odontología de Clínica Menorca.

Aún no se ha decretado el cierre oficial de las clínicas dentales, aunque la inmensa mayoría de los odontólogos no atendemos de forma presencial en las clínicas por responsabilidad cívica, ya que somos el vector más corto de transmisión.

En Clínica Menorca atendemos online a nuestros pacientes e intentamos paliar el cuadro que presenten desde el punto de vista farmacológico (antibiótico, analgésico o colutorios) y enviamos las recetas vía telemática.

En el caso de que haya que atender de urgencia a un paciente por un dolor severo que no desaparece con farmacología (infección, fracturas, mucha inflamación, imposibilidad funcional o sangrado que no cese a medidas compresivas habituales) lo que utilizamos son unas pantallas de plástico transparente que van a unos 4cm del ojo y rodea toda la cara, 5-10 cm por detrás de cada ojo, desde la línea de implantación del pelo y hasta la barbilla. Esta pantalla disminuye el riesgo de impacto de las gotas medianas (responsables de la mayoría de los contagios) a zonas sensibles en torno a un 70%.

Por lo tanto, y para evitar tener que acudir a un dentista, lo mejor que se puede hacer es prevenir extremando las medidas de higiene bucal.

«En Clínica Menorca atendemos online a nuestros pacientes e intentamos paliar el cuadro que presenten desde el punto de vista farmacológico (antibiótico, analgésico o colutorios) y enviamos las recetas vía telemática».

Limpieza bucal ‘de libro’

¿Cuándo debemos cepillarnos los dientes?

Siendo puristas, después de cada comida, pero los más minuciosos deben ser el de antes de dormir, seguido del de después del desayuno. El cepillado antes de dormir es muy importante porque durante la noche disminuyen todas las funciones motoras del organismo y se minimiza un sistema de limpieza fisiológico que funciona cuando estamos activos y que se llama “autoclisis”. No es otra cosa que el movimiento que hacemos con los labios, la lengua, con los músculos periorales cuando estamos hablando, masticando y tragando saliva. Esos movimientos hacen una cierta función de limpieza.

Además, cuando estamos activos la secreción de saliva es mayor que cuando estamos durmiendo. La saliva tiene una serie de componentes que suben el ph para no generar un medio ácido que favorezca la caries. Así mismo, la saliva contiene ciertas moléculas activas desde el punto de vista inmunológico. Estas moléculas controlan el crecimiento bacteriano y las condiciones ambientales de la boca para no generar enfermedades.

«El cepillado antes de dormir es muy importante porque durante la noche disminuyen todas las funciones motoras del organismo y se minimiza un sistema de limpieza fisiológico que funciona cuando estamos activos y que se llama “autoclisis«.

El cepillado después del desayuno es el segundo más importante porque consumimos más hidratos de carbono que en el resto de las comidas, y hay que eliminar los azúcares. Cada vez que ingeramos un dulce o azúcares naturales es cuando deberíamos cepillarnos de forma más minuciosa. ¿Por qué? Porque las bacterias de la boca utilizan los azúcares como alimento y provocan toxinas y ácidos que dañan nuestros dientes y encías.

En general, con un cepillo manual deberíamos dedicarle a la limpieza bucal entre 5 y 7 minutos; si es eléctrico entre un minuto y medio y tres sería suficiente.

«El cepillado después del desayuno es el segundo más importante porque consumimos más hidratos de carbono que en el resto de las comidas, y hay que eliminar los azúcares».

La técnica de la cucharilla del café

Habitualmente, nos limpiamos los dientes muy rápido y no les dedicamos el tiempo necesario. Ahora bien, si disponemos de ese tiempo, como es en caso de confinamiento, dediquemos más atención a su limpieza, prestando una mayor dedicación a nuestras encías y a la cara posterior de las últimas muelas, a las que precisamente por las prisas siempre olvidamos. Aprovechar para cepillarnos más lentamente, de forma meticulosa, prestando atención a la línea de la encía.

Hay varias técnicas de cepillado, pero a mí la que más me gusta es, como yo la llamo, la técnica de la cucharilla del café. Se utiliza la cucharilla para separar el carrillo y así poder ver de manera directa lo que estás cepillando en cada momento, para que nuestra mente asocie lo que estás viendo a lo que estás sintiendo, y así sabes lo que cepillas continuamente. Es muy importante, sobre todo en los movimientos de vaivén lineales para limpiar la línea de la encía. Con hacerlo una o dos veces es suficiente para que asociemos lo que sentimos a lo que hemos visto.

«La técnica de la cucharilla del café se utiliza para separar el carrillo y así poder ver de manera directa lo que estás cepillando en cada momento, para que nuestra mente asocie lo que estás viendo a lo que estás sintiendo, y así sabes lo que cepillas continuamente».

Las cinco caras del diente

Cada diente tiene cinco caras: la anterior, la posterior, la que da a la mejilla y la que da al paladar o la lengua, y la cara o superficie con la que masticamos. Hay que cepillarlas todas. Las caras del diente que dan a la mejilla y al paladar o la lengua, la externa y la interna, hay que cepillarlas con movimientos de vaivén haciendo un arco desde la última muela de la derecha, por ejemplo, hasta la última de la izquierda. Después cepillamos la cara posterior de la última muela y luego de izquierda a derecha. Las caras anteriores y posteriores se limpian con el hilo dental y los irrigadores.

El hilo dental para limpiar las caras anterior y posterior de los dientes se debe realizar con movimientos suaves, sin clavarlo en la encía. Debería utilizarse cada vez que uno se cepille los dientes, pero es fundamental hacerlo al menos antes de irnos a la cama.

Es muy recomendable utilizar un enjuague antiséptico. Y los pacientes propensos a inflamación de encías, siempre que ésta esté instaurada, deberían utilizar enjuages con un 0.5% de clorhexidina.

«El hilo dental para limpiar las caras anterior y posterior de los dientes se debe realizar con movimientos suaves, sin clavarlo en la encía».

Como apunte, no está demostrado de manera evidente, como se dice por ahí, que la clorhexidina desactive el virus; hay estudios que demuestran que no es efectiva contra el virus, y otros que no demuestran su eficacia de manera absoluta. En este aspecto es mejor ser prudente y usar las vías de desinfección demostradas, como son el lavado de manos con jabón, el alcohol y el hipoclorito. Estas lamentablemente no se deben usar en boca, pero sí se puede minimizar la exposición de la boca al virus usando las medidas de desinfección citadas antes de acercarse la mano a la misma, es decir, antes de cepillarse, pero sobre todo antes de comer.

«Como apunte, no está demostrado de manera evidente, como se dice por ahí, que la clorhexidina desactive el virus; hay estudios que demuestran que no es efectiva contra el virus, y otros que no demuestran su eficacia de manera absoluta».

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