Mirenchu del Valle (UNESPA): «Hoy podemos decir con orgullo que somos el representante del seguro español ante todo tipo de interlocutores»

‘Muy Segura’ entrevista a Mirenchu del Valle, secretaria general de UNESPA.

Comenzando por la base y por lo primordial que resulta en tantos casos la elección de la carrera a estudiar: ¿qué aspiraciones y deseos profesionales le motivaron a decantarse por Derecho? ¿Qué huella considera que dejó en usted su etapa estudiantil y por qué?

Siempre me gustaron los temas internacionales y, dentro de la carrera, el Derecho Internacional me apasionó. En el quinto curso de carrera, cuando le pregunté a mi catedrático de Derecho Internacional privado qué especialización podía hacer en ese ámbito, me recomendó el Derecho Comunitario. Tuve la suerte de hacer un máster en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas y comprobar que la recomendación que me habían hecho era la acertada. Ahí pude disfrutar mucho de los profesores y de la forma de estudiar basada en el análisis de casos concretos.

Fue una etapa estupenda. Tanto en Madrid como en Bruselas disfruté del aprendizaje y de los amigos y las experiencias que te aportan en esa fase de la vida.

Si tuviera que seleccionar aquellos momentos y responsabilidades que han resultado fundamentales para usted a lo largo de su andadura profesional, ¿cuáles destacaría y por qué?

Mi especialización en Derecho Comunitario me ayudó mucho en la fase de transposición de la Normativa Europea de Seguros a Derecho Español. Para mí fue una oportunidad de testar y de implementar lo que había estudiado y eso me dio mayor visibilidad al no haber especialistas en la materia. Fue un período que disfruté mucho, en el que tuve relación con muchos representantes de aseguradoras y con colegas europeos y aprendí mucho de todos ellos.

Entre los proyectos laborales que, quizá, puedo identificar como “fundamentales” en mi carrera figurarían la incorporación del euro, la puesta en marcha del baremo de automóviles, el desarrollo de Solvencia II, la llegada de las normas internacionales de contabilidad… La verdad es que son muchos los momentos profesionales relevantes y se hace complicado seleccionar solo unos pocos porque de todos se aprende. Después de todo, ha habido temas que me han acompañado durante toda mi carrera profesional, como son los trabajos relacionados con las pensiones, la fiscalidad y el ahorro a largo plazo. Espero que algún día me pueda referir a estos últimos temas como logros plenamente alcanzados en lugar de como reivindicaciones del sector.

Ya se han cumplido tres décadas desde su incorporación a UNESPA como directora de Relaciones Internacionales y donde fue nombrada secretaria general en 1996. ¿Qué evolución ha vivido dentro de la institución? Y, ¿cómo valora la propia evolución de UNESPA, su misión y crecimiento en los últimos años?

UNESPA nació en 1977, una década antes de que yo llegara y para entonces ya había mucho trabajo importante hecho. Desde entonces y hasta hoy, se podría decir que la asociación ha vivido tres grandes etapas. Yo he tenido la suerte de conocerlas todas.

En un inicio, la gran tarea que tuvo UNESPA por delante como asociación fue su integración en Europa. En paralelo al ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, UNESPA pasó a formar parte de los foros e instituciones comunitarias del seguro.

La siguiente gran fase vivida por UNESPA fue lograr la representatividad sectorial. A través de un trabajo constante, la asociación logró convertirse en la voz de referencia de las aseguradoras del país, una posición que mantiene actualmente.

Actualmente podríamos decir que la actividad de UNESPA viene marcada por dos dinámicas: fomentar la participación de nuestros asociados y la apertura hacia el exterior, poniendo en valor la función que desempeña el seguro y participando en los grandes debates sociales. Todos los trabajos en UNESPA tienen un mismo origen: ¿cuál es la posición del asociado en este tema? A través de nuestros órganos de trabajo y de gobierno internos vamos definiendo la posición del sector en un proceso muy meticuloso. La construcción de nuestras posiciones se efectúa, pues, de abajo a arriba y de forma extraordinariamente consensuada.

La verdad es que en estos 30 años he tenido la suerte de ver cómo UNESPA ha madurado y evolucionado. Exactamente de la misma forma que lo han hecho la sociedad y la economía españolas.

Hoy podemos decir con orgullo que somos el representante del seguro español ante todo tipo de interlocutores. Un interlocutor fiable y serio, de referencia. Somos, asimismo, una asociación que se rige bajo parámetros modernos. Gozamos de un equipo profesional y altamente cualificado. Nuestra tarea diaria está plenamente integrada y coordinada con los trabajos que realizan nuestras organizaciones representativas nacionales e internacionales. Ya sea en España, Europa, las Américas o el mundo. Ahí está nuestra pertenencia a CEOE, Cepyme, Insurance Europe, Fides y GFIA.

El fragor día a día laboral te trae unas veces algunos sinsabores y, otras, éxitos. La verdad es que, ahora que me lo pregunta y echando la vista atrás, sí puedo decir con orgullo que creo que lo positivo se impone con clarísima diferencia en UNESPA en estas tres décadas.

¿Cuál es su visión del mercado asegurador en el momento actual y qué retos de los que tiene entre manos cataloga como prioritarios en esta etapa? ¿Cuál es la situación de España en el entorno europeo? Al respecto, ¿qué objetivos se ha marcado la patronal y qué nuevas iniciativas pondrá en marcha a lo largo del próximo año?

El sector asegurador vive un buen momento. Las compañías del sector son rentables, las cosas se están haciendo bien. Pero esto no debe ser motivo para confiarse pues encima de la mesa hay dinámicas profundas que afectan a nuestra actividad:

• Divulgación: El seguro debe hacerse entender. Desde UNESPA estamos realizando grandes esfuerzos para dar a conocer a la ciudadanía para qué sirve el seguro, cuál es su función social, cómo funciona. También debemos tomar medidas para mejorar la comprensión de los servicios que ofrecemos a nuestros clientes.
• La digitalización: al igual que otros tantos sectores económicos, la digitalización afecta al seguro y su forma de interrelacionarse con sus clientes, trabajadores, accionistas, proveedores… En este campo es importante destacar que el seguro español está volcado de lleno en la innovación, observando siempre y en todo momento las limitaciones que en materia de protección de datos establece la normativa vigente. La transformación digital, afectando a los procesos, se está revelando como una prioridad para todas las entidades si bien, cada una lo está desarrollando con un modelo propio y distinta intensidad.
• El infraaseguramiento: las sociedades modernas son estructuras complejas y vulnerables que necesitan protegerse frente a eventos catastróficos como pueden ser los desastres naturales, los actos terroristas o los ataques cibernéticos a gran escala. Sin embargo, las medidas adoptadas en materia de prevención, protección y reparación en estas materias son todavía insuficientes. ¿Hay problemas de infraaseguramiento en España? Nuestro país tiene niveles de aseguramiento similares a los de países de su entorno en la contratación de seguros de no vida, sin embargo, tiene mucho camino por recorrer en materia de seguros de vida.

• El envejecimiento: la totalidad de los países desarrollados y la práctica mayoría de los de ingresos medios, incluyendo por ejemplo todo el área latinoamericana y del Caribe, afronta un serio desafío de envejecimiento demográfico derivado del incremento de la esperanza de vida y del descenso acusado de las tasas de natalidad ocurrido a partir de la segunda mitad del siglo XX. Este fenómeno está impactando o impactará en el futuro sobre las cuentas públicas a través de un mayor gasto en sanidad, servicios de dependencia y, por supuesto, pensiones. En todas estas materias el seguro puede actuar como aliado de los poderes públicos. España es el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida. A esto se suma un peso preeminente de la pensión pública en la previsión social. Por eso, podemos decir que sin ninguna duda que aquí yace una de las grandes tareas pendientes de la sociedad española: la edificación de un pilar de previsión social complementaria que permita encajar el impacto del envejecimiento demográfico.

Con carácter general puedo decir, sin miedo a equivocarme, que el mercado español de seguros es puntero. Compañeros de otros países nos tienen como referencia en mucho temas. Ahí están los convenios de resolución de reclamaciones de tráfico (CICOS), el baremo de automóviles o el Consorcio de Compensación de Seguros, por citar algunos ejemplos. Así que tenemos el talento, el saber hacer y los medios para encarar estos importantes desafíos.

Mujer y seguro: ¿cómo ha sido y continúa viviendo su experiencia como mujer con una destacada responsabilidad dentro del sector? Bajo su punto de vista: ¿la igualdad de género en este mercado es ya un hecho o está camino de serlo? ¿Qué pasos pueden o deben darse al respecto?

En primer lugar me gustaría destacar que, cuando yo me incorporé a este sector, en el seguro ya había mujeres en puestos relevantes. Se me ocurren varios nombres, como el de Gabriela González Bueno, Concha Suárez Llano o Mercedes Vázquez, sólo por citar un puñado.

Actualmente, el 52% de los trabajadores de esta industria son mujeres. Es decir, que a diferencia de otros sectores de la economía, la plantilla aseguradora es paritaria. Es cierto que queda mucho por hacer en lo que a puestos directivos se refiere. Tan sólo el 15% de los puestos directivos está hoy ocupado por nosotras. El dato positivo es que hace 15 años esta cifra era del 5%. Es decir, la presencia de la mujer en las cúpulas de las aseguradoras se ha triplicado en el medio plazo.

Personalmente, creo que estamos en el buen camino porque es fácil identificar cambios positivos en esta materia. Se nota, en comparación con el pasado, que hoy hay una mayor concienciación del valor añadido que puede aportar la mujer en todas las fases de decisión de las empresas y de los beneficios que dicha contribución reporta en el ámbito de la competitividad.

Se han creado redes profesionales que promueven la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad y facilitan el diálogo entre directivas. Sirva de ejemplo la Red EWI, una iniciativa que cuenta con el apoyo de muchas instituciones del sector.

Prueba de ello es que, actualmente, un 78% de las aseguradoras tiene implantados planes de igualdad. Esto, sumado al hecho de que desde hace ya bastantes años salen egresadas de las universidades españolas más graduadas que graduados, hace prever que la situación cambiará. Estoy convencida.