Yolanda Sáenz de Tejada: «La premisa fundamental sobre la que trabajo es que una mujer ha de sentirse visible por dentro, si no, es muy difícil que lo sea por fuera»

‘Muy Segura’ entrevista a Yolanda Sáenz de Tejada, experta en visibilidad femenina, escritora, conferenciante, empresaria y poeta. Fotógrafo: Pedro Jesús Camacho.

Cuéntenos los principales hitos que destacaría dentro de su trayectoria profesional y, sobre todo, por qué los seleccionaría como tales.

Esta pregunta es muy buena, porque a las mujeres nos cuesta mucho identificar y reconocer nuestros logros. De hecho, es lo que más trabajo en las mentorías individualizadas de Visibilidad Femenina, porque la mayoría de nosotras resaltamos más nuestras debilidades que nuestras fortalezas, como si no nos sintiéramos merecedoras de lo bueno que hemos logrado o nos dicen. Te pongo un ejemplo: si te veo por la mañana y te digo: Flor, ¡qué guapa estás hoy!, lo normal es que, en lugar de contestarme sonriendo: “gracias”, me digas: “¡qué dices!, si me he levantado a las 7 de la mañana y debo tener una cara de cansada…”.

Nos quitamos mérito enseguida y es un error, porque el mundo ha de conocer nuestros talentos y si nosotras no se lo contamos, si no ponemos en valor qué es lo que hacemos bien, qué podemos solucionar, o en qué nos diferenciamos, no se van a enterar. Por eso es vital que trabajemos nuestra visibilidad.

Una de mis fortalezas es la constancia y comentar poco las ideas que tengo, porque tengo comprobado que, si lo hago, voy a encontrar más detractores que apoyo.

«Nos quitamos mérito en seguida y es un error, porque el mundo  ha de conocer nuestros talentos y si nosotras no se lo contamos, si no ponemos en valor qué es lo que hacemos bien, qué podemos solucionar, o en qué nos diferenciamos, no se van a enterar. Por eso es vital que trabajemos nuestra visibilidad».

El mayor logro que he conseguido es llegar hasta donde he llegado (que es poder vivir de lo que amo) desde un pueblo preñado de realistas y con dos hijas a las que salvar (así reza en uno de mis poemas, haciendo referencia a la cantidad de veces que me han dicho que era una snob y que de esto no iba a vivir, o que era “rara” y utópica).

Si no hubiera sido por las redes sociales jamás estaría ahora haciendo esta entrevista o teniendo el lujo de que algunas mujeres me consideren inspiradora para ellas.

El salto definitivo, en este caso, lo trabajé en dos puntos:

1/ : Creer en lo que haces (tu misión. Para encontrarla has de trabajar en ti y te aseguro que es bellísimo, porque en el camino dejas de soñar para dedicarte a vivir, a conocerte).

y 2/: Elegir y utilizar la herramienta más adecuada, aunque no la utilicen la mayoría de los profesionales de tu sector (visión), que, en ese momento, eran las redes sociales.

Por eso digo que tengo un despacho en ellas, porque allí está mi oficina cada día. Uno abre la puerta de su oficina y yo abro las redes.

«El mayor logro que he conseguido es llegar hasta donde he llegado (que es poder vivir de lo que amo) desde un pueblo preñado de realistas y con dos hijas a las que salvar (así reza en uno de mis poemas, haciendo referencia a la cantidad de veces que me han dicho que era una snob y que de esto no iba a vivir, o que era ‘rara’ y utópica)».

Se define como experta en visibilidad femenina: ¿por qué optó por esta ‘misión’ y, principalmente, qué le llevo a hacerlo?

Vengo de una familia de empresarios, y me he criado entre chicos. Con dos de ellos, precisamente, monté una empresa familiar que ahora es líder en el sector: Fersa.

Criarse con 3 hombres es jugar a lo que ellos juegan (a indios y a vaqueros, en lugar de ligarme al novio de la Nancy, como escribo en otro poema) y aprender mucho de sus técnicas de negociación, o de cómo no le dan tantas vueltas a las cosas y dejan de preocuparse para ocuparse, directamente.

Pero también es tener, como mujer, visibilidad cero y entender la gran diferencia que existe entre las mujeres cuando son empresarias y madres, y los hombres cuando son lo mismo.

Nosotras necesitamos conciliar para poder acallar este sentimiento de culpabilidad que nos nace y nos arrasa cuando dejamos a los hijos pequeños, pero ellos no tanto, porque la mayoría tiene una mujer que se ocupa de ellos y, aunque también trabaje, se ocupa más.

En mi caso, además, en la empresa, no era visible ni para coger el teléfono y como yo venía de la rama de Recursos Humanos (hice un máster de ello, porque ya sabía que las personas son la clave de una empresa), era vital que la empresa se ocupara de lo que sentían sus trabajadores (yo soy de sentir), de cómo atender por teléfono a la persona que llamara, de programas de conciliación. Vamos, un atrevimiento en esos años (hará unos 20), con lo que se me quedó mucho por hacer en el camino y sé lo que se pierde una empresa cuando las mujeres no son visibles en ellas, porque tienen una serie de cualidades como la creatividad, la empatía, la asertividad, la gestión de personas, la eficacia…etc., que hacen que la empresa sea más humanista y productiva (sí, las dos cosas juntas).

«Sé lo que se pierde una empresa cuando las mujeres no son visibles en ellas, porque tienen una serie de cualidades como la creatividad, la empatía, la asertividad, la gestión de personas, la eficacia, etc, que hacen que la empresa sea más humanista y productiva (sí, las dos cosas juntas)».

De ahí nace mi misión, que es que la mujer sea visible en la empresa. Entender la necesidad de que, a mayor tecnología, más necesidad tenemos de humanizarla y a nosotras eso nos preocupa mucho. La necesidad de conciliar, del “amor empresarial”, este término que me he inventado y utilizo tanto y que no es otra cosa que escuchar, compartir y pensar en global, no en particular.

Su último libro, ‘Poesía para directiv@s con alma, pero sin tiempo’, pretende trasladar la poesía a la empresa, uniendo coaching y poesía. ¿Puede contarnos el propósito de esta obra y en qué tipo de empresas tiene alcance? ¿Qué le aportaría a aquellas compañías que forman parte del extenso mercado asegurador?

Es mi libro número 18, mi niño bonito.

Soy empresaria y poeta, sin orden alguno, porque las dos cosas viven en mí. Siempre que he “parido” una empresa ha estado la poesía presente, así que la consecuencia lógica es que, al escribir libros sobre empresa, esté también. La poesía es una forma de vida, no solamente libros o un género, para mí. En cada curso de formación que imparto comienzo con un poema y llevo siempre poesía para regalar a los alumnos. Cada vez que envío un paquete por mensajería, incluyo un poema dentro y cada vez que viajo (madre mía, con lo que viajo…) voy dejando poemas en los trenes, taxis, aviones y cuartos de baño de los restaurantes.

La poesía me hace sentirme útil, es dejar algo hermoso en el mundo, en lugar de llevarme de él y, sobre todo, hacer lo que a mí me gustaría que me hicieran (entrar en un taxi y ver que en el asiento hay un poema). Me siento importante haciendo esto porque imagino que puedo hacer feliz a alguien por unos minutos, que es lo que inviertes en leer un poema. Es una sensación de poder muy hermosa, aportar un toque de belleza y de verdad al día de alguien que no conozco.

«En cada curso de formación que imparto comienzo con un poema y llevo siempre poesía para regalar a los alumnos. Cada vez que envío un paquete por mensajería, incluyo un poema dentro y cada vez que viajo (madre mía, con lo que viajo…), voy dejando poemas en los trenes, taxis, aviones y cuartos de baño de los restaurantes».

La empresa está necesitada de emociones y eso lo provoca la poesía. De hecho, desde hace unos 4 años y cada 15 días, sale de mi web el “Pellizco de ternura”, que son poemas muy pequeños para los suscriptores, la mayoría profesionales o empresarios, y cuya misión es que detengan la mañana y sientan. Es tan bien acogido… el otro día, una gran profesional lo comparaba con las cartas de amor que recibías antes. Me encantó.

Celebro infinito la acogida que está teniendo “Poesía para directiv@s con alma, pero sin tiempo”. Es un libro muy especial. Quise controlar su proceso desde el instante uno. Quería hacer artesanía emocional. Coser el cerebro y el corazón con puntadas de maga.

Y creo que lo he conseguido, porque tiene unas críticas excelentes y, sobre todo, porque ha conseguido algo muy difícil, que es que lo lean y pidan hombres y mujeres.

Estoy feliz porque une dos de mis pilares básicos: el crecimiento personal y profesional con herramientas para que trabajes en ti, y la poesía. Es lo más parecido a mí misma de lo que puedas imaginar.

Quería disfrutar mucho su proceso, por eso lo terminé en la casa de la montaña, sola, disfrutando el prólogo, los agradecimientos, el epílogo (fíjate que tenía tanto que contar que hice dos epílogos). Era mi libro número 18 y era mi regalo de cumplir 50 años, así que me he permitido el capricho de que solo lo puedas adquirir a través de la tienda de mi web (lalunaesmiashop), donde también encontrarás una colección muy linda de poesía textil y de camisetas con frases para mujeres. Y… ¿sabes por qué he querido que sea así? Porque quiero que cada uno de los libros vaya dedicado. Me hace mucha ilusión saber a cada persona que va, aunque solo me conozca por las redes. No quiero que compren un libro solamente, quiero que vaya dedicado por mí y personalizado. Que lleve mi agradecimiento y cariño. Esa es mi ilusión.

«Celebro infinito la acogida que está teniendo ‘Poesía para directiv@s con alma, pero sin tiempo’. Es un libro muy especial. Quise controlar su proceso desde el instante uno. Quería hacer artesanía emocional. Coser el cerebro y el corazón con puntadas de maga».

En el ayuntamiento de Santander, así como en varios ayuntamientos de España y asociaciones de empresarias o mujeres profesionales, imparte talleres de visibilidad femenina en los que habla de marca femenina exclusiva. En términos generales, ¿qué materias aborda? ¿Qué ingredientes considera que tiene una ‘marca femenina’, diferenciadores de una marca ‘generalista’?

Es un entrenamiento formativo de 6 u 8 meses de duración, con una sesión de una o dos veces al mes durante tres horas. El objetivo es que la mujer profesional, incluidas empresarias, alcancen la visibilidad en sus empresas y, sobre todo, que sus decisiones sean escuchadas. La premisa fundamental sobre la que trabajo es que una mujer ha de sentirse visible por dentro, si no, es muy difícil que lo sea por fuera.

Por eso he desarrollado un método que he registrado que se basa en tres partes fundamentales:

Ser, estar y ejecutar.

Ser: la parte más íntima del entrenamiento. La más dura, porque has de trabajar en ti misma para ponerte en valor (sí, tú misma, más que tus ideas). Trabajamos sobre tus fortalezas y debilidades y hemos de centrar tu objetivo. Qué haces realmente, quién eres y quién quieres ser. Aquí es fundamental trabajar los valores personales, porque ellos han de ser nuestra guía y si los trabajamos, estaremos siendo coherentes, algo tan necesario para generar confianza en nuestro entorno personal y profesional. Las mujeres somos cuidadoras y solemos anteponer el cuidado de los demás a nosotras mismas y, además, si tenemos hijos, pasamos por muchos procesos de culpabilidad. Este tema es imposible omitirlo.

Me apasiona esta parte del entrenamiento.

Estar: comenzamos con el protocolo profesional (buenas maneras, cómo escribir un mail (es un módulo al que le he llamado “SoyLoQueEscribo”), si he de dar la mano o un beso, qué redes sociales utilizar (porque no todas valen para lo mismo ni son útiles a las mismas personas), qué cuento en ellas, cómo digo que no, cómo preparo una reunión, cómo gestiono el tiempo, quién es mi cliente…). Muchas herramientas que he diseñado y que disfruto inmensamente cuando veo que las van aplicando.

Ejecutar: ya estamos preparadas, ahora vamos a salir al mundo a contarle quienes somos y qué podemos ofrecer, cuál es nuestra propuesta de valor: Cómo voy a un evento de networking y qué hago después, cómo cuento lo que hago y cómo lo hago, normas de protocolo social (tan necesario hoy en día en el que hay tantos eventos y tanta carencia de buenas maneras), cómo se da una tarjeta de presentación y cómo ha de ser, cómo escribo mis post en las redes sociales. Y, sobre todo, muchos ejercicios de prácticas y dudas, que es donde realmente crecemos.

«La premisa fundamental sobre la que trabajo es que una mujer ha de sentirse visible por dentro, si no, es muy difícil que lo sea por fuera. Por eso he desarrollado un método que he registrado que se basa en tres partes fundamentales: ser, estar y ejecutar».

La verdadera diferencia está en cómo haces las cosas, no en lo que haces, y en eso las mujeres somos maravillosas, porque somos creativas y cuidadoras, y el mundo empresarial es justo lo que necesita. En mis mentorías particulares, trabajo la marca personal (marca femenina exclusiva, como me gusta llamarle) y diseño con mis clientas  la estrategia de contenidos, siempre orientado a que ellas lo hagan solas o entrenen a sus equipos, porque la marca es suya y ellas han de ser coherentes con lo que dicen en las redes sociales y fuera.

¿Quiere trasladar algún mensaje a las mujeres que forman parte de la audiencia de ‘Muy Segura’?

Quisiera repetirles lo que el mundo profesional las necesita y animarlas a que trabajen en ellas mismas, en sus fortalezas y en su creatividad infinita. Que pregunten poco cuando tengan una nueva idea y que lo hagan a las personas a las que realmente les interesa verlas volar y, sobre todo, que aprendan a decir que no para dar un sí de calidad.

Hoy estamos trabajando en un lugar determinado, pero mañana, lo más probable es que no sea el mismo lugar, ni siquiera la misma profesión, por eso es tan importante trabajar nuestra marca personal y nuestra visibilidad en las redes, porque ese es nuestro currículum activo las 24 horas del día. Sed visibles, porque es la única manera de que os encuentren.

Yolanda Sáenz de Tejada, a las mujeres que forman parte de la audiencia de ‘Muy Segura’: «Quisiera repetirles lo que el mundo profesional las necesita y animarlas a que trabajen en ellas mismas, en sus fortalezas y en su creatividad infinita».

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