María Victoria Valentín-Gamazo (AIG): «Líneas Financieras es una parte fundamental de AIG Iberia. Tenemos mucho peso en el resultado actual de la compañía»

‘Muy Segura’ colabora en esta sección con Fundación Inade con el propósito de contribuir a la visibilización del numeroso talento femenino existente en el sector. Fundación Inade está firmemente comprometida con la visibilidad de la mujer en la gerencia del riesgo y el seguro, para lo cual está celebrando reuniones periódicas con mujeres con diversos cargos de responsabilidad en sus empresas. El objetivo es compartir sus puntos de vista y plantear nuevas ideas que puedan apoyar esta causa.

 

Este mes entrevistamos a María Victoria Valentín-Gamazo, Directora de Líneas Financieras de AIG en Iberia.

¿Cómo fueron sus primeros pasos en el escenario laboral?

Acabé en seguros de una forma accidental, como le sucede a mucha gente del sector. Estudié Derecho y comencé a ejercer en despachos de abogados especializados en derecho de seguros.

En el último despacho donde trabajé me quedé embarazada, un hecho que implicaba para ellos un «parón» en mi carrera profesional. Desde pequeña siempre he tenido muy claro que quería hacer muchas cosas y desarrollarme profesionalmente. Aunque no tenía definido dónde iba a llegar y cómo, tenía bastante inquietud por intentar superarme y asumir responsabilidades. Por eso, decidí buscar otro trabajo durante mi baja por maternidad. Así fue como participé en el proceso de selección de AIG hace 12 años,

«Desde pequeña siempre he tenido muy claro que quería hacer muchas cosas y desarrollarme profesionalmente. Aunque no tenía definido dónde iba a llegar y cómo, tenía bastante inquietud por intentar superarme y asumir responsabilidades».

Por lo tanto, ¿qué hitos considera que ha atravesado en el transcurso de su trayectoria profesional?

Efectivamente, mi entrada en AIG fue mi primer hito. Aquí llevé a cabo el desarrollo de productos muy interesantes. Lanzamos muchos productos tanto en España como en Portugal y para mí fue una época de enorme aprendizaje.

Llegó un momento en el que veía las necesidades que tenía la suscripción, cómo adaptar los productos, pero yo quería poner mi impronta, y era algo que me faltaba desde mi posición. Me refiero a poder tomar yo la decisión desde un punto de vista del riesgo, ya no tanto desde la parte legal, sino desde el enfoque de la decisión técnica, que sería el análisis del riesgo de suscripción.

Me replanteé mi futuro para seguir creciendo: o me hacía responsable legal o me introducía en negocio. A finales de 2012, lanzamos Cyber (el último producto que hago como desarrollo de producto) en España a la vez que en el Reino Unido (los dos primeros países en Europa). En Estados Unidos, el producto llevaba ya diez años. Nuestra operación ahora tiene una cartera muy elevada y un gran tamaño, debido, precisamente, al hecho de estar presentes durante muchísimos años ya en este mercado.

«Efectivamente, mi entrada en AIG fue mi primer hito. Aquí llevé a cabo el desarrollo de productos muy interesantes. Lanzamos muchos productos tanto en España como en Portugal y para mí fue una época de enorme aprendizaje».

A partir de ese lanzamiento, me adentré en la suscripción de unos productos que estaban olvidados y que requerían de mi background legal. Por un lado, Secuestro y Extorsión, que acababa de recoger la Línea, ya que antes dependía de RC General. Supe que lo que había que hacer con ese producto era entenderlo para España y le aporté un concepto claramente legal para nuestro país. En dos años, alcanzó un 300% de la cartera que tenía. Además, puse el foco en el producto de APAP, para Autoridades y Personalidades de la Administración Pública (que se había lanzado en 2009), lo retomé para darle una vía más legal. Y fue a partir de 2013 cuando me cambié a la parte de suscripción y comencé a asumir una serie de responsabilidades con ciertos productos.

En 2015 pasé a responsabilizarme de D&O, la cartera más grande de la casa, y, progresivamente, asumí nuevas responsabilidades. Y el salto lo experimenté a partir de 2019, junto a Lucas Scortecci, cuando comencé a asumir la parte de D&O y la de Instituciones Financieras, pasando a ser Deputy Manager, o subdirectora. Para mí supuso un cambio muy importante en mi carrera.

Durante mi recorrido me di cuenta de que, al proceder de la parte legal sin haber suscrito, me «penalizaba» el hecho de no haberlo hecho antes. Quería avanzar en nuevas responsabilidades al ritmo que pudiera ir haciéndolo. A partir de 2019, experimenté más pasos de gigante. Viví una experiencia increíble al marcharme un mes de trabajo a AIG Singapur, lo que implicó un enorme cambio de mentalidad. También participé en el programa Promociona. Fue, por lo tanto, un año clave para mí.

«En 2015 pasé a responsabilizarme de D&O, la cartera más grande de la casa, y, progresivamente, asumí nuevas responsabilidades. Y el salto lo experimenté a partir de 2019, junto a Lucas Scortecci, cuando comencé a asumir la parte de D&O y la de Instituciones Financieras, pasando a ser Deputy Manager, o subdirectora. Para mí supuso un cambio muy importante en mi carrera».

Por lo tanto, 2019 resultó ser un año clave dentro de su trayectoria en AIG…

Así es. Ese año se me juntaron varias cosas interesantes: mi ascenso, la posibilidad de hacer Promociona, mi experiencia en Singapur para conocer de cerca el mercado asiático… A partir de ahí, empecé a desarrollar el camino que me condujo hasta mi situación actual. Es cierto que en estos momentos el mercado está experimentando muchos cambios, así como nuestro equipo. Puedo decir que AIG me fue preparando para asumir el rol que ahora mismo estoy desempeñando.

Reconozco que en muchos momentos de mi trayectoria en la aseguradora me vi claramente preparada para asumir mi posición actual. Ahora, analizándolo en el tiempo, veo que he tenido mucha suerte, porque me han ido preparando, motivando y dando responsabilidades. En esto debo mencionar a Lucas, el que ha sido mi jefe y me ha dejado crecer a la vez que me ha enseñado. Ahora mismo me encuentro ante muchos desafíos, pero considero que tengo una gran base para afrontarlos. Es una suerte haber desarrollado un camino previo que me ha permitido ir aprendiendo todo lo que sé. Mi background era más técnico y, desde 2019 en adelante, me he focalizado mucho más en la estrategia de la compañía y en los números. Ha sido un cambio radical en mi mentalidad, es muy importante poner el foco en el resultado numérico, tanto en términos de rentabilidad como de crecimiento.

«Es una suerte haber desarrollado un camino previo que me ha permitido ir aprendiendo todo lo que sé. Mi background era más técnico y, desde 2019 en adelante, me he focalizado mucho más en la estrategia de la compañía y en los números. Ha sido un cambio radical en mi mentalidad».

¿Qué ha supuesto para usted su nombramiento como Directora de Líneas Financieras y cuál va a ser su hoja de ruta para este año desde su nueva posición?

Mi nombramiento llega en un momento en el que AIG lleva ya unos años aplicando unas claras guías de cambios de suscripción.

Nos enfrentamos a un cambio que AIG tiene muy claro cómo afrontar, pese a la acuciante crisis económica. En mi área, somos un equipo de 15 personas y vamos a contratar a tres más. Uno de los perfiles nuevos se va a dedicar a desarrollo de producto. La aseguradora tiene muy claros sus objetivos de rentabilidad y desea crecer de una forma estable. Para alcanzar ese crecimiento debe contar con habilidades de técnicas de suscripción y con buenos equipos, que ya tiene, al tiempo que ha de seguir teniendo muy claro hacia dónde se dirige.

«Nos enfrentamos a un cambio que AIG tiene muy claro cómo afrontar, pese a la acuciante crisis económica».

Por lo tanto, tenemos dos rutas marcadas. Una de ellas es alcanzar ese crecimiento desde la parte de suscripción técnica, con el apoyo de siniestros y siendo líderes de mercado. Por otro lado, AIG supo que necesitaba una transformación fundamental en la parte de sus procesos. 2019, coincidiendo con la celebración de su centenario y el anuncio del llamado «AIG 200», supuso la preparación hacia esa transformación de la compañía: queremos que el end to end, desde la suscripción hasta la emisión de la póliza, se realice de una manera más simple, eliminando procesos.

Dentro de ese procedimiento de aligerar el trabajo, que es una constante en la casa, se encuentra el proyecto que lidera Lucas Scortecci, anterior director de Líneas Financieras, que es el actual director de PYMES para EMEA. AIG, dentro de Europa, tiene claro que ha de llegar al cliente y al bróker más pequeño, un segmento fundamental para evitar la volatilidad. Se trata de alcanzar una necesaria combinación del negocio grande, el mediano y el pequeño. Y por eso la compañía se encuentra en el proceso de poner el foco en la parte más pequeña, algo en lo que estamos trabajando a través de una plataforma y de distintas soluciones. Para mí supone un objetivo añadido en mi hoja de ruta: se suma esta estrategia que viene de Europa, que lidera Benedetta Cossarini y que nos va a permitir introducirnos en el mercado más pequeño.

Supone todo un reto, estamos contratando a gente que nos va a dar el apoyo que necesitamos. Para mí es un proyecto muy bonito. Por un lado, tengo mi estrategia 2022, con un plan muy claro de la Línea para seguir en nuestro crecimiento sostenible en la cartera y, a la vez, introducir nuevos elementos de crecimiento orientados al mercado más pequeño.

«AIG, dentro de Europa, tiene claro que ha de llegar al cliente y al bróker más pequeño, un segmento fundamental para evitar la volatilidad. Se trata de alcanzar una necesaria combinación del negocio grande, el mediano y el pequeño».

Una de las cosas que tengo muy claras, y que ha sido mi objetivo durante estos años en los que he sido subdirectora, es que Líneas Financieras es una parte fundamental de AIG Iberia. Tenemos mucho peso en el resultado actual de la compañía. Una de las claves del éxito ha sido que todos los productos que tiene Líneas Financieras son rentables, ya sea un producto orientado al Sector Público, ya se trate de RC Profesional, o Instituciones Financieras. En este último caso, en 2019 lanzamos un producto para Fintech. Además, desde el año pasado, en el Banco de España, para los proveedores de pago, la única póliza en español que tiene el mercado asegurador es la de AIG.

También está la parte de Cyber, gran motor de la casa, así como los seguros de M&A, etc. Hemos conseguido que todos nuestros productos estén danto resultados, lo que nos permite afrontar casos de desafío de rentabilidad, sin existir una dependencia de uno solo en concreto (de un total de ocho productos). Es algo fundamental. Somos la única compañía en España que tiene un portfolio de Líneas Financieras tan amplio y que obtiene rendimientos en todos ellos.

«Líneas Financieras es una parte fundamental de AIG Iberia. Tenemos mucho peso en el resultado actual de la compañía. Una de las claves del éxito ha sido que todos los productos que tiene Líneas Financieras son rentables».

Otro de mis grandes retos durante este año va a ser la gestión de las personas. Somos un equipo muy grande, con gente muy buena, experimentamos un momento de cambio y tenemos el reto de gestionar a los trabajadores y mantenerlos lo suficientemente motivados para que crean en lo que están haciendo, a la vez que sepan que este es el lugar donde quieren seguir desarrollándose. En nuestro departamento tenemos a gente con muchísima experiencia, como es el caso de Alejandro Carrascal (con una trayectoria acumulada de 40 años en AIG), así como a personas que han entrado hace un año, que tienen 26 años. Hemos generado una interdependencia muy buena en el equipo, hay gente muy senior que enseña a los más jóvenes, y estos, a su vez, refrescan a los que tienen más experiencia. Tenemos una combinación muy buena: por un lado, el expertise se sigue trasladando de unos a otros y, por el otro, hay una convivencia que permite que haya mucho intercambio de ideas e inspiración mutua para poder hacer cosas diferentes. Esto no lo hubiéramos alcanzado sin poner el foco en las personas.

«Otro de mis grandes retos durante este año va a ser la gestión de las personas. Somos un equipo muy grande, con gente muy buena, experimentamos un momento de cambio y tenemos el reto de gestionar a los trabajadores y mantenerlos lo suficientemente motivados para que crean en lo que están haciendo, a la vez que sepan que este es el lugar donde quieren seguir desarrollándose».

¿Cómo aprecia el posicionamiento de la mujer en el mercado asegurador?

He experimentado un tipo de liderazgo que consiste en «dejarte hacer» para ir encontrando tu propia forma de superarte y desarrollarte. Me gusta, pero también me gusta esta frase: «una persona brilla porque hace brillar a los demás». Considero importante que a la gente se la motive para que saque lo mejor de sí misma. El año pasado me focalicé concretamente en dos mujeres del Departamento y me encanta por todo lo que han alcanzado y por lo felices que están ahora. Una de las cosas que he visto claramente es que, independientemente del mercado del que se trate, la mujer necesita tener un empuje motivador para conseguir llegar a sus objetivos.

He visto y conseguido que personas que se veían ya con una cierta carrera y seniority, y pensaban que no iban a alcanzar más, hayan experimentado un cambio de «chip», desarrollen otras cosas y quieran seguir creciendo, independientemente de su edad. También tengo el caso de dos personas que no encontraban su lugar en el equipo y hemos logrado que hayan encontrado y tengan su sitio, con su necesaria visibilidad.

Creo que las mujeres tenemos una clara necesidad de networking, de darnos visibilidad. En el caso de una compañía como AIG, esta visibilidad tiene que ser tanto interna, en España, como en Europa e Internacional, y en el mercado en su conjunto. Tienes que salir, se te tiene que ver, tienes que ser una referencia… es algo que me gusta mucho, pero a veces la gente no lo posee de manera innata y hay que empujarla.

Personalmente, parezco una persona muy exigente, pero tengo una gran pasión por lo que hago, creo en las personas, sé que todo el mundo puede superarse e intento empujarlas para que consigan más de ellas mismas. Estoy obteniendo muy buenos resultados.

«Personalmente, parezco una persona muy exigente, pero tengo una gran pasión por lo que hago, creo en las personas, sé que todo el mundo puede superarse e intento empujarlas para que consigan más de ellas mismas».

Destaco también lo importante que es delegar. Las mujeres intentamos hacerlo todo solas y ser las mejores hijas, las mejores mujeres, las mejores madres, las mejores profesionales… Y no lo podemos hacer todo. La forma de conseguirlo es permitiendo que otros lo hagan. Es importante fomentar este tipo de reflexiones.

En lo que respecta más concretamente al sector, creo que estamos en un momento en el que las mujeres somos la moda. Hay mucho foco en desarrollar a las mujeres, venimos de un mercado demasiado masculino. En AIG el cambio ha llegado hace relativamente poco tiempo, había mujeres directoras, pero no tantas como ahora.

En lo que sí he visto un cambio es en la manera de desarrollar las políticas efectivas, que se hacen de una manera en la que dentro de las casas se crea en ese cambio. En AIG, esta filosofía ha ido descendiendo en cascada desde la presidencia. Hasta que no se ha planteado como meta específica la visibilidad de la mujer, no ha sido posible instaurar ese cambio. Aunque no fuera algo intencional, la tendencia era a fijarse siempre en los mismos, en muchas ocasiones en los hombres. Tampoco dudo que el que tiene que conseguir algo ha de alcanzarlo por méritos propios y porque lo merezca. En mi caso, es evidente que he alcanzado mi posición independientemente de ser mujer o no. Pero sí que es cierto que AIG me ha ayudado a desarrollar algunas habilidades que, quizá por el hecho de ser mujer, tenía menos desarrolladas.

Ahora mismo, se está experimentando un claro cambio de tendencia que en las compañías se está llevando a cabo, a distintas velocidades, en función de su tipología, más internacional o de carácter local, incluso en los brokers. Pero es una tendencia imparable y va a conseguir resultados paso a paso.

«Tampoco dudo que el que tiene que conseguir algo ha de alcanzarlo por méritos propios y porque lo merezca. En mi caso, es evidente que he alcanzado mi posición independientemente de ser mujer o no. Pero sí que es cierto que AIG me ha ayudado a desarrollar algunas habilidades que, quizá por el hecho de ser mujer, tenía menos desarrolladas».

¿Qué mensaje le gustaría trasladar a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?

Les diría que es importante tener más seguridad en nosotras mismas, saber que se puede, que las cosas se pueden alcanzar, aunque sea con más esfuerzo, y que pidan ayuda. Uno de los problemas que tenemos las mujeres es que pensamos que las cosas nos tienen que venir dadas, y eso es imposible. Si quieres crecer profesionalmente, tienes que buscártelo, independientemente de que seas hombre o mujer. Tenemos que ser impulsoras del cambio profesional que queremos para nosotras mismas. Para ello, tenemos que hacernos valer con mayor seguridad, a la vez que buscar nuestras oportunidades, nos las ofrezcan o no.

Para las mujeres, es importante ser más «actoras» de nuestra propia vida, tomar las riendas y no tanto dejarnos llevar. Esto nos permitirá, si así lo deseamos, desarrollarnos y crecer profesionalmente.

«Si quieres crecer profesionalmente, tienes que buscártelo, independientemente de que seas hombre o mujer. Tenemos que ser impulsoras del cambio profesional que queremos para nosotras mismas. Para ello, tenemos que hacernos valer con mayor seguridad, a la vez que buscar nuestras oportunidades, nos las ofrezcan o no».

Un perfume: Eternity, de Calvin Klein.

Una canción: «Wind of change», de Scorpions. Tengo muchas canciones que me gustan, dependiendo de la situación. Esta de Scorpions me gustaba en su momento y he ido entendiendo su significado a lo largo de mi vida. Atravesamos una situación de tanto cambio que es bueno que nos adaptemos y que tengamos un alivio de esperanza, que es fundamental.

Una actriz: Meryl Streep.

Una afición: Para mí lo más importante es disfrutar de mi familia y de mis amigos. Además, la familia de mi marido tiene una finca de olivos, les han gustado los caballos desde siempre, y a mí me encanta montar a caballo por el campo. Es algo a lo que me obligué, porque suponía mi momento de distendimiento junto a mi marido, ya que a los dos nos encanta el campo. De hecho, mi pedida de mano fue a caballo.

Un deseo: Volver a la ansiada normalidad. Estoy muy agotada de esta situación provocada por el COVID, y creo que nos está afectando mucho mentalmente. A veces nos confunden con informaciones que no son tan reales. También hemos de ser conscientes de que tenemos mucha suerte en la vida, muchas cosas que hacer y debemos intentar volver a lo que fuimos. A lo mejor no será igual, pero puede ser mucho mejor.