Cuatro fases a tener en cuenta para implantar en la empresa una cultura preventiva del bienestar integral

Redacción ‘MS’- La prevención en salud se ha convertido en una cuestión fundamental de las estrategias corporativas. Y es que, cada vez más empleados solicitan a sus empresas que les faciliten servicios que les ayuden a evitar complicaciones futuras en su bienestar. Concretamente, el 55% de los empleados españoles demanda un seguro de salud que incluya el acceso a consultas médicas online, según el estudio ‘Cigna 360 Well-being Survey’ realizado por la aseguradora de salud. «Una cifra que pone de manifiesto la necesidad de emprender un cambio en la cultura empresarial para adoptar iniciativas que apuesten por la prevención desde una perspectiva integral de la salud«, destaca la compañía en un reciente comunicado.

“De este modo, se conseguirá que los empleados indispuestos identifiquen la dolencia con rapidez, lo puedan controlar de antemano y retomen su trabajo lo antes posible, al tiempo que se potencia la adopción de hábitos saludables que minimicen la posibilidad de sufrir enfermedades físicas o mentales y los costes derivados de complicaciones clínicas. No obstante, para una cultura empresarial con el foco puesto en la prevención, es fundamental que exista una visión global de la salud que implique a todos los integrantes de la empresa: equipos, líderes y directivos. En otras palabras, es necesario que la filosofía interna de las organizaciones se transforme para abordar todos los factores que influyen en el bienestar de sus plantillas”.

Olivia Gómez, HR Manager de Cigna España.

La creación de espacios saludables centrados en las personas no solo ayudará a prevenir enfermedades o dolencias producidas en el entorno laboral, sino que también responderá a problemáticas tan diversas como la ansiedad, el estrés, la depresión o enfermedades crónicas como hipoglucemias o hiperglucemias.

El establecimiento de esta nueva cultura empresarial será posible siempre y cuando se aborden las diferentes necesidades de los empleados de forma personalizada, proporcionando acceso a herramientas de calidad enfocadas en el cuidado del cuerpo y de la mente; así como el apoyo en todos los ámbitos de su vida, desde la vida personal hasta las finanzas personales. Pero ¿por dónde empezar? Cigna propone tener en cuenta cuatro fases:

  • Emprender la escucha activa para obtener una foto fija de la situación de los empleados. El primer paso consiste en fomentar la comunicación transversal entre equipos para observar cómo se sienten y cuáles son sus necesidades. ¿Están contentos? ¿Son productivos? Si no es así, ¿por qué no? Conocer en profundidad la organización ayudará a identificar el nivel de satisfacción de los trabajadores, la imagen que proyecta la empresa o la consolidación en el mercado. El establecimiento de estas cuestiones será crucial para identificar las áreas clave de transformación.
  • Definir una estrategia que aborde las áreas de mejora. A la hora de trazar una nueva hoja de ruta para la empresa, es fundamental definir las líneas estratégicas y las acciones que estén enfocadas hacia la prevención de cuestiones tales como la salud, los riesgos, los accidentes y las enfermedades que puedan generarse desde el entorno laboral. Además, será primordial fomentar un compromiso común y la concienciación sobre la importancia que tiene cuidar la salud y el bienestar de los empleados en materia de prevención.
  • Apostar por la transparencia interna a la hora de establecer las soluciones. Para asegurar el éxito de la nueva cultura empresarial, será necesario publicar abiertamente los objetivos y las nuevas promesas en materia de bienestar, comprometiéndose firmemente con ellos y actualizándolos regularmente según vaya evolucionando el contexto social. A su vez, habrá que recordar las ventajas que aportan tanto a nivel individual como colectivo a la hora de mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de padecer enfermedades de cualquier tipo.
  • Establecer un sistema de medición de resultados para analizar la efectividad de la nueva cultura empresarial. El departamento de Recursos Humanos o el equipo responsable de gestionar el personal en la compañía deberá evaluar el feedback de la fuerza laboral para estimar las tasas de participación y compromiso con la nueva filosofía corporativa. Para acceder a esta información, se recomienda realizar encuestas online antes y después de la puesta en marcha de cualquier iniciativa. Una vez el plan entre en acción, recibir comentarios de la plantilla será útil para detectar necesidades no atendidas, nuevas áreas de oportunidad, solventar cualquier desviación que pueda influir en el bienestar de los equipos.

«El objetivo final de la transformación de la cultura corporativa es adoptar una perspectiva estratégica de la salud integral en el entorno laboral que permita abordar los problemas y retos a los que se enfrente a plantilla de forma segura y atenta. Además, contribuye a construir una sólida red de apoyo dentro de la empresa, lo cual constituye la base para crear un entorno profesional positivo en el que las personas estén comprometidas y sean productivas«, concluye la aseguradora en su comunicado.