Redacción ‘MS’- La Cátedra Fundación Inade – UDC y la asociación IGREA celebraron el pasado miércoles, una jornada virtual para analizar los riesgos derivados del uso de la inteligencia artificial y los retos que plantea su cobertura aseguradora. La sesión reunió a más de cuatrocientos profesionales del sector asegurador y la gerencia de riesgos. Así lo detalla la Fundación Inade a través de un reciente comunicado.
Durante la bienvenida institucional, el presidente de IGREA, Daniel San Millán, y el director de la Cátedra destacaron el valor de la colaboración entre ambas entidades, la importancia de fortalecer la cooperación entre universidad y empresa, así como la necesidad de inculcar la cultura del riesgo en el entorno universitario. “Los estudiantes de hoy serán los directivos del mañana”, afirmaron.
La Cátedra Fundación Inade – UDC es la única cátedra especializada en gestión de riesgos en el ámbito de una universidad pública española. IGREA, por su parte, es la única asociación nacional formada exclusivamente por gerentes de riesgos. La colaboración entre ambas entidades se revela especialmente pertinente en un contexto marcado por riesgos emergentes, como la inteligencia artificial, protagonista del encuentro celebrado.
El encargado de presentar el tema central de la jornada fue Gabriel Macanás, doctor en Derecho Civil por la Universidad de Bolonia, profesor de Derecho Civil en la Universidad de Murcia y autor del IX volumen de la colección Cuadernos de la Cátedra, titulado “Los riesgos generados por la inteligencia artificial y los posibles mecanismos para su mutualización”. En su intervención, Macanás compartió algunas de las principales reflexiones de su obra, partiendo de dos certezas: “La primera, que las IAs van a causar daños. La segunda, que es imposible saber —ni siquiera imaginar— qué daños causarán o cuándo lo harán”.
A partir de este diagnóstico planteó una cuestión: ¿quién asumirá la reparación de esos daños? Macanás señaló que la ausencia de datos estadísticos y la naturaleza cambiante de estas tecnologías suponen un reto para el sector asegurador, pero también una oportunidad. “Aquellas empresas que sean pioneras en ofrecer este tipo de coberturas y lo hagan de manera adecuada se convertirán en referentes”, afirmó.
Entre las posibles soluciones analizadas, se discutió la opción de atribuir personalidad jurídica a las IAs, no para otorgarles derechos, sino para que puedan responder económicamente por los daños causados. Sin embargo, este enfoque presenta dificultades, como la necesidad de que estas entidades dispongan de recursos financieros, lo que añade complejidad sin garantizar eficacia.
Tras la presentación del Cuaderno, disponible para su descarga en este enlace, se celebró una mesa redonda para conocer la visión del mercado asegurador. Participaron Judith Fonollosa, Senior UW Professional Indemnity en AXA XL; Belén Vílchez, directora de la Unidad Specialty Líneas Financieras y Soluciones de Propiedad Industrial/Inteligencia Artificial en AON; y Lourdes Freiría, vicepresidenta de IGREA y directora general de Riesgos y Seguros del Grupo San José, que actuó como moderadora.
Las expertas coincidieron en que se trata de un ámbito aún emergente para el mercado asegurador, y que es pronto para anticipar hasta dónde llegarán las respuestas del sector. Aun así, ya existen soluciones en desarrollo, especialmente diferenciando dos tipos de empresas: aquellas que desarrollan inteligencia artificial y las que utilizan herramientas basadas en ella.
Para las primeras, el mercado está ofreciendo a través de los seguros existentes cobertura, como puede ser en pólizas de responsabilidad civil profesional y/o ciber riesgos, en función de los posibles incidentes, existiendo también productos stand- alone para errores de performance. En el caso de las segundas, tras analizar el impacto de estos riesgos en las pólizas existentes, se observa que la mayoría de ellas no contemplan exclusiones específicas y podrían incluir coberturas “silenciosas”.
Además, se está avanzando en la creación de suplementos específicos para incorporar coberturas afirmativas en pólizas de ciber riesgo, siendo clave la información facilitada en los procesos de suscripción para poder adecuar la cobertura a los riesgos de cada empresa. “El mercado asegurador está demostrando su capacidad de innovación y su compromiso con quienes necesitan soluciones ante estos nuevos desafíos”, concluyeron.