Beatriz Acevedo, responsable de Sostenibilidad y Comunicación ESG en Grupo Mutualidad
En los últimos tiempos, estamos asistiendo a un debate creciente en torno a conceptos como la sostenibilidad o los criterios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno, por sus siglas en inglés). Ciertos discursos políticos han comenzado a interpretar estos conceptos desde una óptica ideológica, como si su aplicación implicara automáticamente una agenda determinada o una renuncia al rigor económico. Nada más lejos de la realidad: el fin último de los criterios ESG y de la sostenibilidad ha sido siempre garantizar la viabilidad económica a largo plazo y la resiliencia de las compañías.
Desde Mutualidad, queremos reivindicar una visión distinta. Una visión pragmática, basada en la experiencia, los datos y los valores que nos definen. Para nosotros, integrar criterios ESG en nuestra estrategia no es una concesión ideológica, sino una decisión racional y plenamente alineada con nuestro modelo mutualista, centrado en las personas, en la sostenibilidad del negocio a largo plazo y en la creación de valor compartido.
La sostenibilidad, entendida en su sentido amplio —y no en el limitado al que algunos pretenden ahora reducirla— implica anticiparse a riesgos emergentes, como el cambio climático, sobre el que ya contamos con evidencias científicas y datos concluyentes; gestionar de forma más eficiente los recursos disponibles; y considerar el impacto de las decisiones empresariales en todos los grupos de interés.
La “S” de lo social impulsa la creación de productos y servicios que respondan a los retos de la sociedad actual, promueve el empleo digno y de calidad —que a su vez fortalece la competitividad empresarial y el entorno económico— y fomenta la diversidad como motor de innovación y generación de ideas. Por su parte, la “G” de buen gobierno supone asegurar la transparencia, la ética de quienes dirigen las organizaciones y la confianza en la gestión.
Comprendiendo lo que verdaderamente representan estos conceptos de gestión empresarial, resulta difícil no ver su sentido económico.
«Integrar criterios ESG en nuestra estrategia no es una concesión ideológica, sino una decisión racional y plenamente alineada con nuestro modelo mutualista, centrado en las personas, en la sostenibilidad del negocio a largo plazo y en la creación de valor compartido».
En Mutualidad creemos que seguir profundizando en ellos no solo es coherente con nuestra identidad, sino también con una gestión responsable que busca resultados sostenibles en el tiempo. Sabemos que no tenemos todas las respuestas ni pretendemos afirmar que lo hacemos todo bien en materia de sostenibilidad. Somos conscientes de que aún nos queda camino por recorrer y mucho por aprender. Pero precisamente por eso, asumimos este compromiso con realismo y convicción.
En un momento en que ciertos términos parecen polarizar el debate, queremos reafirmar nuestra apuesta por una sostenibilidad sin etiquetas, guiada por la evidencia, conectada con nuestros valores y orientada a generar un impacto positivo. No se trata de seguir una moda, sino de mantenernos fieles a nuestro propósito: mejorar la calidad de vida de los mutualistas, contribuyendo a una sociedad más justa, próspera y sostenible.