‘Muy Segura’ entrevista a Mariano Jiménez Lasheras, Director General de CPPS, Asesores S.L. (Consultora de Pensiones y Previsión Social, Sociedad de Asesores). Presidente de OCOPEN (Organización de Consultores de Pensiones).
Dentro del diagnóstico que han realizado del sistema público de pensiones existente en nuestro país, ¿qué fortalezas han detectado y, en el lado opuesto, con qué barreras o debilidades se encuentran?
Tenemos un sistema público sólido que tiene una elevada tasa de sustitución (relación entre la pensión y el último salario en activo en términos medios), entre el 75% y el 80%, bastante superior a la media de la OCDE que se sitúa en torno al 55%. Es prácticamente el único proveedor de pensiones para los ciudadanos porque los sistemas complementarios de pensiones son residuales.
Sin embargo, se enfrenta a importantes desafíos como el aumento de la esperanza de vida, la baja tasa de natalidad o el acceso inminente a la jubilación de las numerosas cohortes de baby boomers. Todo ello genera problemas de sostenibilidad que exigirán nuevas reformas y caídas futuras en dicha tasa de sustitución por lo que el sistema público tendrá también problemas de suficiencia.
Por eso es esencial impulsar la previsión social complementaria en España, especialmente la de empleo, que es actualmente irrelevante, como resultado de la complejidad de la negociación colectiva, de un marco normativo inestable y carente de incentivos fiscales y no fiscales adecuados y de una escasa cultura financiera y previsional.
«Es esencial impulsar la previsión social complementaria en España, especialmente la de empleo».
¿Cuáles son los objetivos fundamentales de su propuesta conjunta de impulso a la Previsión Social Complementaria en España?
Debemos avanzar en la configuración de un modelo de pensiones multipilar equilibrado, en línea con el que tienen la mayor parte de los países de nuestro entorno, para que los ciudadanos tengan varias fuentes y proveedores de pensiones que les permitan mantener en la jubilación ingresos similares a los de la etapa activa.
Es necesario diversificar los riesgos inherentes a los sistemas de pensiones, combinando en diferentes proporciones los sistemas de reparto (sistema público de la seguridad social) con los sistemas de capitalización (planes de pensiones, seguros de jubilación, mutualidades, etc.).
El primer pilar, el sistema público, debe seguir siendo fuerte pero también sostenible a medio y largo plazo, pero debe ser complementado necesariamente (no sustituido) con sistemas de pensiones de empleo (segundo pilar), nacidos en el ámbito de las empresas y de la negociación colectiva y, también, con sistemas de pensiones individuales (tercer pilar) que tienen su origen en las decisiones individuales de ahorro para la jubilación.
Nuestro objetivo es impulsar preferentemente los sistemas de empleo como opción más eficaz para extender la previsión social complementaria a la mayor parte de la población. Actualmente, sólo un 12% de los trabajadores en activo (2,8 millones) es partícipe de un plan de pensiones de empleo.
Las medidas adoptadas en los últimos años han sido claramente insuficientes para lograr los objetivos propuestos en 2022 de alcanzar una cobertura de 13 millones de trabajadores en 20230 y del 80% a largo plazo.
«Nuestro objetivo es impulsar preferentemente los sistemas de empleo como opción más eficaz para extender la previsión social complementaria a la mayor parte de la población».
Nos consta, y así nos lo explicaron en el reciente encuentro-presentación con los medios de comunicación, que el plan para el impulso de la PSC en nuestro país viene marcado por una hoja de ruta articulada en cuatro ejes de actuación: un nuevo marco institucional y normativo, el desarrollo de los planes de empleo, nuevos incentivos fiscales y financieros y transparencia y educación financiera. ¿qué peso le otorga a cada uno de estos ejes, cuál cree que es el que tiene mayor relevancia y por qué?
Como resultado de un amplio proceso de debate y reflexión en esta materia, tres organizaciones: OCOPEN, el Instituto de Actuarios (IAE) y el Observatorio de los Sistemas Europeos de Previsión Social Complementaria, hemos elaborado una propuesta conjunta de plan estratégico para alcanzar un pacto social y político sobre el desarrollo de la previsión social complementaria en España en el que planteamos como objetivos estratégicos equilibrar los tres pilares, impulsar los planes de pensiones de empleo, ampliar la cobertura a pymes y a colectivos con más dificultades de acceso, fomentar la cultura del ahorro finalista para la jubilación y canalizar el ahorro a la inversión productiva.
Consideramos que, dada la trascendencia que tiene la extensión de la previsión social complementaria, debería incorporarse como materia prioritaria en la Comisión del Pacto de Toledo que permita conseguir un amplio consenso político en la materia, al igual que debería incorporarse en la Mesa del Diálogo Social (Gobierno, sindicatos y organizaciones empresariales) con entidad propia.
Asimismo, debería articularse una nueva ley específica de previsión social complementaria que unificara la normativa hoy dispersa, pero con regulación diferenciada entre los pilares de empleo e individuales. El sistema normativo debería ir orientado a impulsar los sistemas empresariales introduciendo medidas en línea con las recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE y la Comisión Europea, que cada vez con mayor insistencia propugnan la extensión de estos sistemas con medidas obligatorias o seudo obligatorias como el autoenrolment o sistemas de adscripción automática en los que las empresas, por ley o por la negociación colectiva, estén obligadas a crear estos planes de empleo y los trabajadores pueden optar por incorporarse o renunciar.
Por último, es imprescindible rediseñar un nuevo modelo de incentivos fiscales y financieros más equitativo e inclusivo que apoye de forma especial a jóvenes, mujeres y rentas bajas y, por último, la mejora sustancial de la educación financiera.
«Debería articularse una nueva ley específica de previsión social complementaria que unificara la normativa hoy dispersa, pero con regulación diferenciada entre los pilares de empleo e individuales».
Consenso, estabilidad y educación financiera fueron algunas de las conclusiones que remarcaron durante el encuentro, como claves para alcanzar unas pensiones dignas y sostenibles. De estas conclusiones, la educación financiera parece la más accesible y, en cambio, sobre la que se sigue trabajando poco en nuestro país, ¿cuáles cree que son las claves para incrementar el nivel de educación financiera y quién tiene que desempeñar un nivel protagonista en su difusión y consolidación?
Que exista una adecuada cultura del ahorro y que la planificación de la jubilación, hoy inexistente en España, forme parte de la agenda de los ciudadanos, es esencial para el pretendido desarrollo de la previsión social, al igual que la mejora de la información y transparencia del sistema público.
Los ciudadanos no conocen cuáles son sus expectativas reales de pensión pública, ni conocen el funcionamiento y retos a los que se enfrenta el sistema, por lo que es difícil que puedan tomar decisiones de futuro. Habría que hacer un esfuerzo divulgativo en este sentido.
Si a lo anterior le unimos un bajo nivel de educación y cultura financiera, sobre todo en relación a los instrumentos de ahorro finalista para la jubilación, es imposible poder planificar la jubilación teniendo en cuenta, además, que constituir pensiones complementarias significativas requiere un periodo muy dilatado de tiempo por lo que es imprescindible empezar cuanto antes.
Es urgente afrontar un verdadero Plan Nacional de Educación Financiera que empiece desde edades tempranas y que implique a toda la sociedad: colegios, universidades, administraciones públicas, empresas, medios de comunicación, asesores, etc.
«Los ciudadanos no conocen cuáles son sus expectativas reales de pensión pública, ni conocen el funcionamiento y retos a los que se enfrenta el sistema, por lo que es difícil que puedan tomar decisiones de futuro. Habría que hacer un esfuerzo divulgativo en este sentido».
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La experiencia de otros países demuestra que la previsión social complementaria no solo mejora las pensiones, sino que también moviliza ahorro hacia inversiones productivas y contribuye a la estabilidad económica.
La Seguridad Social seguirá siendo el pilar central de nuestro modelo. Pero sin un desarrollo armónico de los tres pilares, el futuro de las pensiones será incierto.
«La Seguridad Social seguirá siendo el pilar central de nuestro modelo. Pero sin un desarrollo armónico de los tres pilares, el futuro de las pensiones será incierto».

































































