Más traducciones tipo “cabra” – y cómo un hombre “descuartizado” consigiuió escapar de sus raptores
Por David Hasting, CEO de Hasting Traducciones
En nuestro articulo del mes pasado, contamos cómo una herramienta de traducción automática se publicitaba con la frase “Nuestros modelos especializados de IA han sido entrenados por lingüistas expertos para que las traducciones sean la cabra”. Si quieres enterarte de cómo metieron la pata (pero no de la cabra), te recomendamos que leas ese artículo.
Hoy te traemos otro ejemplo de los peligros y sinsentidos de la traducción automática y la IA. El pasado 25 de marzo, El Mundo publicó una noticia, copiada del periódico italiano Corriere della Sera, según la cual un turista italiano fue secuestrado y torturado en Nueva York con el fin obtener la contraseña de sus cuentas de criptomonedas y robarle el dinero.
Lo inverosimil de esta noticia, que a todas luces fue traducida directamente del italiano al español con IA y sin revisión humana alguna, es que, tras ser despojado de su pasaporte, el italiano fue *descuartizado*, inmovilizado y atado a una silla, pero tras 15 días de tortura consgiuió liberarse y huir – pese a haber sido descuartizado.
Efectivamente, en la noticia del periódico italiano se lee: “l’italiano … “fatto poi a pezzettini”, cuya traducción literal es “luego cortaron en trozos pequeños”, es decir “lo descuartizaron”. Lo cual nos lleva a deducir que el periodista italiano también hizo traducir la noticia original, sin duda del inglés, con la IA y no le extrañó este sinsentido.
Sin embargo, las noticias orginales en inglés indican que “(he) sustained cuts on his legs and arms”, es decir, “sufrió cortes en las piernas y los brazos”.
Por anecdóticas que parezcan estas situaciones, el problema se vuelve mucho más serio cuando las traducciones automáticas afectan a sectores como el asegurador. En nuestro entorno, una traducción incorrecta no solo puede resultar ridícula, sino que puede comprometer la claridad de una cláusula, la validez de un contrato o incluso la cobertura de una póliza.
Las consecuencias legales y reputacionales de un término mal traducido en una condición general, un parte de siniestro o una comunicación comercial son muy reales. Cuando se trata de la tranquilidad financiera y jurídica de los clientes, confiar en traducciones automáticas sin revisión profesional es sencillamente un riesgo inasumible.
Por eso, en un sector como el asegurador, donde la precisión es tan crítica como la confianza, el papel del traductor humano no es prescindible ni sustituible. La IA puede ser una herramienta útil, sí, pero siempre bajo la supervisión de profesionales que sepan cuándo “la cabra” no tiene ni pies ni cabeza.
Conclusión: Cuando la cabra traduce, el seguro tiembla
¡Esperamos que os haya gustado! No dudáis en consultarnos si estáis interesadas en algunos de nuestros servicios lingüísticos, sea de traducción o incluso de clases de idiomas. Nos podéis contactar en info@hasting.es o www.hastingtraducciones.es.