Redacción ‘MS’- En el País Vasco, la salud materna es una prioridad tanto para los servicios públicos como privados. Euskadi presume de ser la comunidad con mayor porcentaje de partos seguros del Estado; según datos de EUSTAT, más del 85% de los partos son vaginales, superando la recomendación de la OMS y situándose muy por encima de la media estatal. Sin embargo, la natalidad sigue en descenso: en el tercer trimestre de 2024 se registraron 3.277 nacimientos, un 7,7% menos que el año anterior, y la tasa de hijos por mujer apenas llega a uno, muy por debajo de la media estatal de 1,4.
Por otro lado, la mortalidad materna es baja, pero no exenta de controversia: mientras el INE reportó 3,26 muertes por cada 100.000 partos en 2021, un estudio reciente del Grupo Español de Seguridad Obstétrica eleva la cifra a 13,7, poniendo el foco en la necesidad de mejorar los registros y la prevención. La mayoría de los fallecimientos maternos son prevenibles con atención profesional y recursos adecuados, pero la salud materna va mucho más allá de sobrevivir al parto: abarca el bienestar físico, mental y social durante el embarazo, el parto y el puerperio.
Salud mental materna: la gran olvidada
El Día Mundial de la Salud Materna, que este año se celebra el 7 de mayo, pone el foco en la salud mental, un aspecto tantas veces silenciado. Según la OMS y la Sociedad Marcé Española de Salud Mental Perinatal, hasta un 20% de las madres puede sufrir trastornos mentales perinatales, con impacto directo en el desarrollo del bebé y en la vida familiar. El estigma y la falta de recursos hacen que 7 de cada 10 mujeres oculten sus síntomas, dificultando el acceso al tratamiento y la recuperación.
“Las matronas son la primera línea de apoyo emocional y sanitario para las mujeres embarazadas. Detectar a tiempo los signos de ansiedad o depresión y ofrecer un espacio seguro para hablar de emociones es tan importante como controlar la tensión arterial o hacer una ecografía. La salud mental materna no puede ser un tabú; es una prioridad clínica y social. Nuestro compromiso con la salud materno infantil es la atención de calidad antes, durante y después del parto, garantizando el bienestar de las madres y los recién nacidos”.
Laura Hojas, responsable de enfermería de las clínicas IMQ.
Problemas físicos y mentales más frecuentes durante el embarazo, parto y posparto
El embarazo, el parto y el posparto suponen una transformación física y emocional profunda para las mujeres.
Embarazo
Problemas físicos más frecuentes: náuseas y vómitos, especialmente en el primer trimestre; cansancio y somnolencia; dolor lumbar y ciática, que afecta al 50-70% de las embarazadas, debido al aumento de peso y a las hormonas que relajan las articulaciones; molestias digestivas (acidez, estreñimiento, hemorroides); hinchazón de piernas y tobillos; cambios en la piel (hiperpigmentación, estrías); varices y retención de líquidos.
Problemas mentales más frecuentes: Ansiedad y depresión perinatal (afectan a 1 de cada 5 mujeres en Euskadi y Navarra, y pueden aparecer en cualquier momento del embarazo o el año posterior al parto); trastornos de ánimo y estrés, favorecidos por los cambios hormonales, el miedo al parto, preocupaciones sobre la salud fetal y la adaptación a la nueva situación vital; recaídas en mujeres con antecedentes de trastornos mentales previos.
Síntomas de alarma: Dolor abdominal intenso, sangrado vaginal, fiebre alta o disminución de los movimientos fetales requieren atención médica urgente.
Parto
Problemas físicos más frecuentes: Hemorragias obstétricas (pueden ocurrir antes, durante o después del parto y son una de las principales causas de morbimortalidad materna); dolor intenso, desgarros perineales o necesidad de episiotomía; infecciones puerperales; parto prematuro o parto obstruido, con riesgo para la madre y el bebé.
Problemas mentales asociados: Estrés agudo y miedo durante el trabajo de parto; trastorno de estrés postraumático tras partos complicados o experiencias traumáticas.
Posparto
Problemas físicos más frecuentes: Dolor perineal, dolor de espalda, incontinencia urinaria o intestinal, estreñimiento y hemorroides; problemas de lactancia materna (mastitis, dolor en el pezón, exceso o insuficiencia de leche, que afectan al estado de ánimo materno); fatiga extrema y dificultad para recuperar el sueño.
Problemas mentales más frecuentes: Depresión posparto y ansiedad, que pueden afectar al 20% de las madres; sicosis puerperal (mucho menos frecuente, pero grave); trastorno de estrés postraumático y duelo perinatal en caso de pérdida del bebé.
La salud materna va mucho más allá del parto: abarca el bienestar físico y mental desde el embarazo hasta el posparto. El apoyo social, la atención profesional y la sensibilización son las mejores herramientas para que ninguna mujer se sienta sola en esta etapa vital.
“Cuidar de las madres es cuidar del futuro, y si podemos hacerlo de manera personalizada y humanizada, mucho mejor”. El Día Mundial de la Salud Materna es la excusa perfecta para recordar que, en salud, la prevención y el apoyo emocional también salvan vidas. Porque, como reza el lema de este año, “Juntas somos más fuertes”.
Laura Hojas, responsable de enfermería de las clínicas IMQ.
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