Crédito y Caución: Cómo afectará la extensión del coronavirus a la economía

Redacción ‘MS’- Crédito y Caución, a través de su iniciativa #twecos, pretende detectar los principales influencers económicos en las redes sociales. Cada año, cualquier tuitero puede participar en la identificación de cuentas relevantes si es follower de @creditoycaucion. A través de un comunicado reciente, la aseguradora nos ofrece una entrevista realizada a Claudi Pérez, periodista de El País.

Usted es uno de los periodistas de referencia en Unión Europea. ¿Cuáles son las principales claves de la política europea en estos momentos?

Me temo que en estos momentos la prioridad europea solo puede ser la gestión de la crisis del coronavirus. Me temo también que Europa no sale bien en la foto: el Eurogrupo, el BCE y la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno van por detrás de los acontecimientos. Demasiado poco, demasiado tarde fue la divisa de la Unión Europea en la pasada crisis. Y Europa no puede permitirse fallar otra vez porque el desencanto de los europeos va a ir en aumento en los países más golpeados. El ascenso de partidos populistas es anterior a esta crisis. Pero Bruselas, Fráncfort y compañía deberían darse cuenta de que no hay tiempo que perder, y sin embargo lo estamos perdiendo.

«Europa no puede permitirse fallar otra vez porque el desencanto de los europeos va a ir en aumento en los países más golpeados».

A su juicio, ¿qué papel juega actualmente España entre las principales economías del continente?

Más o menos el de siempre: España es un perro verde, no tiene la fuerza de un país grande, pero tiene más empuje que los pequeños. Las cicatrices de la crisis están aún demasiado a la vista y es posible que España sea uno de los países que peor lo pasen ahora, porque parte de una pésima situación fiscal. La economía española está ante un desafío formidable. Como sociedad, como país, como economía la gestión de esta crisis va a marcar el devenir de la economía española en los próximos tiempos.

«España es un perro verde, no tiene la fuerza de un país grande, pero tiene más empuje que los pequeños».

¿Cómo cree que afectará la extensión del coronavirus a la economía española? 

Muchísimo. Vienen al menos dos trimestres de recesión, de enorme impacto. La posición fiscal de España es mala: 100% del PIB de deuda pública, 2,5% de déficit que va a subir a toda velocidad, 14% de paro y buena parte del endeudamiento en manos de extranjeros. Sin Draghi en el BCE. Vienen curvas.

«Vienen al menos dos trimestres de recesión, de enorme impacto».

¿Considera suficiente el plan de préstamos que prepara el BCE para pymes afectadas por la epidemia? 

Absolutamente no. El papel del BCE ha sido decepcionante, tanto en los hechos como en las palabras. La credibilidad del BCE está a día de hoy en entredicho. Sale mal parado en la comparación con la Fed. Está arrastrando los pies. En parte porque en el consejo de gobierno no se sientan las personas adecuadas. En parte porque el problema no es solo el BCE: el Eurobanco lleva años pidiendo política fiscal, y es imprescindible un paquete a la americana, con las dos patas de la política económica, para salir de esta trampa.

«El papel del BCE ha sido decepcionante, tanto en los hechos como en las palabras. La credibilidad del BCE está a día de hoy en entredicho».

¿Cómo valora las medidas económicas de España ante la crisis del coronavirus?

El paquete contiene los elementos adecuados; tengo mis dudas acerca de las dosis, pero es que el Gobierno tampoco tiene margen fiscal para grandes alegrías: se durmió en los laureles en el último lustro, con crecimientos del 3% que no sirvieron para fabricar un colchón para cuando vinieran mal dadas. España ha ido por detrás de los acontecimientos, pero no es el único país al que le ha pasado. El plan va en la dirección correcta:  liquidez, ayudas a las empresas, autónomos y familias, moratoria hipotecaria. Lo esencial para intentar limitar la destrucción de tejido empresarial y para ayudar a los más golpeados. Falta una segunda pata, más keynesiana, que debería llegar cuando el contagio esté más controlado, para garantizar el rebote. Pero viene un trimestre del diablo. Y esto es una crisis global: no se trata solo de España, se trata de que el Eurogrupo haga lo que le corresponde -de momento, nada- y de que el BCE haga también lo suyo -de momento, poco- y hasta que el G7 y el G20 activen canales para lo que parece una economía de guerra.

«El plan va en la dirección correcta:  liquidez, ayudas a las empresas, autónomos y familias, moratoria hipotecaria. Falta una segunda pata, más keynesiana, que debería llegar cuando el contagio esté más controlado, para garantizar el rebote».

En las actuales circunstancias, ¿cómo espera que se comporten los mercados financieros en 2020? 

Hemos pasado de extrema volatilidad a volatilidad extrema. Mientras no haya un horizonte despejado en términos de salud y en términos de impacto económico del problema de salud, el lío en los mercados está asegurado. Los mercados están descontando que las autoridades económicas no han hecho lo suficiente. Y tienen razón. Pero estamos dentro de un bucle diabólico, porque cuando las autoridades hagan lo suficiente los mercados empezarán a atacar a los países más vulnerables. Y también tendrán razón a su manera.

«Mientras no haya un horizonte despejado en términos de salud y en términos de impacto económico del problema de salud, el lío en los mercados está asegurado».

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