Redacción ‘MS’- La inteligencia artificial se ha convertido en uno de los principales aceleradores de transformación para las empresas de todo el mundo, y las pymes españolas no son una excepción. En el contexto actual donde la digitalización avanza a un ritmo desigual y donde la falta de recursos, el desconocimiento y la incertidumbre sobre el retorno de la inversión continúan siendo frenos relevantes, la adopción de la IA sigue creciendo, pero todavía muy lejos de su verdadero potencial. Mientras las soluciones basadas en IA se multiplican y se vuelven más accesibles, una parte importante del tejido empresarial español sigue sin percibir con claridad los beneficios que puede aportar a su actividad diaria. De hecho, cuatro de cada diez pymes españolas considera que no tiene ninguna ventaja o beneficio, tal y como se desprende de los datos de 2025 del II Informe de Pymes y Autónomos de España de Hiscox. Aunque su implementación ha aumentado de forma significativa en los últimos años (del 7,4% en 2022 al 11,9% en 2024 y hasta el 23,3% en 2025), todavía existe una brecha evidente entre el potencial que ofrece esta tecnología y la manera en que está siendo adoptada y aprovechada por las empresas.
Por el contrario, el 58,8% sí percibe algún impacto positivo. Entre las empresas que ya identifican mejoras, las ventajas más visibles están relacionadas con la eficiencia operativa, ya que un 53,2% destaca la optimización de tareas o procesos, un 44% señala una mayor eficiencia general y un 32,2% menciona el ahorro de costes. Sin embargo, los beneficios directamente vinculados al crecimiento del negocio se perciben en mucha menor medida, lo que refleja un uso aún limitado de la IA como palanca estratégica: solo un 12,8% afirma haber experimentado un aumento de las ventas y únicamente un 3,5% reconoce mejoras en la retención de talento.
Las diferencias entre las empresas que ya han incorporado la IA y aquellas que aún no lo han hecho son especialmente significativas y muestran hasta qué punto la adopción de esta tecnología transforma la percepción de sus beneficios.
Entre las empresas que han incorporado la IA, que representan el 23,3% del tejido empresarial, solo un 16,2% afirma no obtener ventajas de la IA, mientras que una amplia mayoría, el 83,8%, reconoce beneficios tangibles en su actividad diaria. En este grupo, los efectos positivos se concentran principalmente en la eficiencia: la optimización de tareas o procesos alcanza el 71,2%, la mejora de la eficiencia general llega al 60,3% y el ahorro de costes se sitúa en el 32,6%. Además, estas empresas empiezan a percibir impactos más directos en el negocio, con un 21,6% señalando un mayor volumen de ventas y un 7% una mejor retención de talento, lo que demuestra un aprovechamiento más avanzado de la tecnología.
En el lado contrario, entre las compañías que aún no han implementado la IA, que constituyen el 76,7% del total, casi la mitad (48,8%) sigue pensando que esta tecnología no aporta ningún beneficio. Para este grupo, la percepción de mejoras es mucho más limitada, con niveles de eficiencia, ahorro y crecimiento empresarial considerablemente inferiores, lo que evidencia la brecha existente entre experimentar la IA y solo observarla desde fuera.
Herramientas de IA que utilizan las empresas españolas encuestadas
El informe también analiza el grado de conocimiento y uso de las principales herramientas de IA generativa, un indicador clave para entender cómo se están acercando las pymes a esta tecnología. Entre todas ellas, ChatGPT destaca claramente como la herramienta más reconocida: un 82,1% de las pymes afirma conocerla y un 38,5% asegura haberla utilizado en algún momento, lo que la convierte en la puerta de entrada más habitual a la IA. A bastante distancia se encuentra Gemini, que aunque es conocida por el 49,1% de las empresas, solo un 14,2% la utiliza de forma activa. En una posición similar se sitúa Copilot, con un nivel de conocimiento del 34,9% y un 13,8% de uso, lo que sugiere que su adopción está más vinculada a empresas que ya han avanzado en su digitalización.
Deepseek, por su parte, muestra un grado de reconocimiento más moderado, del 26,4%, y un nivel de utilización especialmente bajo, del 5,6%, reflejando su menor implantación en el mercado español. En conjunto, estos datos evidencian que, aunque existe una familiaridad creciente con las herramientas de IA entre las pymes, el salto del conocimiento a la práctica sigue siendo limitado, y su uso efectivo en el día a día empresarial todavía no está plenamente consolidado.
Situación en la que se encuentran las empresas en relación a la estrategia digital
Más allá del ámbito específico de la inteligencia artificial, el II Informe de Pymes y Autónomos de España 2025 profundiza también en la situación general de la digitalización empresarial, un factor imprescindible para que la adopción de soluciones de IA sea efectiva.
En este sentido, los datos muestran una tendencia preocupante: la proporción de pymes que asegura contar con una estrategia digital no deja de disminuir. Si en 2022 alcanzaba el 54,6%, en 2024 descendió al 52,8% y en 2025 se reduce de forma más acusada hasta el 42,8%, lo que evidencia un retroceso en la planificación digital a medio y largo plazo.
Esta caída contrasta con la creciente necesidad de integrar herramientas tecnológicas en los procesos empresariales. Asimismo, entre las empresas que sí disponen de una estrategia digital, la inversión destinada a su desarrollo también refleja cierta inestabilidad. Aunque en 2025 se asigna un 13,4% del presupuesto anual (un ligero avance respecto al 12,3% registrado en 2024), la cifra sigue siendo notablemente inferior al 18% dedicado en 2022, lo que sugiere que muchos negocios están reduciendo o ralentizando sus esfuerzos en digitalización en un momento en el que la demanda tecnológica es cada vez más exigente.
“Los datos ponen de manifiesto que la inteligencia artificial ya es una realidad con impacto directo en la eficiencia y la competitividad de las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, sigue existiendo una percepción muy limitada de sus beneficios entre buena parte del tejido empresarial. Nuestro informe demuestra que aquellas pymes que ya han integrado la IA no solo la reconocen como una ventaja, sino que obtienen mejoras tangibles en procesos, eficiencia y resultados. Aún queda camino por recorrer, especialmente en conocimiento, formación y adopción, pero las oportunidades que ofrece la IA son extraordinarias para las empresas que decidan aprovecharlas”.
David Heras, director General de Hiscox España y Portugal.

































































