Más de 8.000 personas con cáncer en Euskadi precisan radioterapia cada año

Redacción ‘MS’- Tal y como se señala en el informe Cáncer en la comunidad autónoma de Euskadi 2001-2020, cada año se diagnostican aproximadamente en Euskadi más de 14.000 casos de cáncer. «De ellos, el 60% precisará en algún momento de su proceso la ayuda de la oncología radioterápica, lo que supone que más de 8.000 vascos y vascas se benefician cada año de esta tecnología de precisión para curar su tumor, prevenir su extensión o reaparición, o paliar sus síntomas», destaca la doctora Clara Eíto, responsable de Oncología Radioterápica del Instituto Oncológico Clínica IMQ Zorrotzaurre. Así lo detalla IMQ a través de un reciente comunicado.

Estas declaraciones se realizan en el marco de la celebración hoy, 19 de diciembre, del Día de la Oncología Radioterápica. Y es que el día 19 de diciembre de 1899 se produjo la primera curación documentada de un tumor mediante un tratamiento de radioterapia. «Un día conmemorativo para todos los que hacemos frente al cáncer: profesionales, pacientes y sus familiares. En estos 123 años la radioterapia ha seguido salvando vidas y sigue siendo un pilar imprescindible en el tratamiento de enfermedades oncológicas y no oncológicas», pone de manifiesto la Dra. Eíto.

Radioterapia de precisión

Según valora la especialista, «es importante que la población y en especial, los pacientes descubran el valor de la radioterapia, su capacidad innovadora y tecnológica, sus múltiples aplicaciones y, sobre todo, se conciencien de que los beneficios de la radioterapia de precisión son, hoy en día, indispensables en cualquier tratamiento oncológico».

Detallando los diversos aspectos de la radioterapia de precisión, valora la apuesta del Instituto Oncológico Clínica IMQ Zorrotzaurre por la incorporación de nuevas técnicas, «como el control respiratorio mediante ‘Deep Inspiration Breath Hold’ (DIBH) integrado en nuestros aceleradores lineales gemelos. Esta tecnología, que usamos en el tratamiento de cáncer de mama, ha posibilitado disminuir al mínimo la dosis que puede afectar al pulmón; o el tratamiento siguiendo el ciclo respiratorio y el movimiento tumoral, mediante ‘tracking’ para lesiones pancreáticas, que, de igual forma, consigue disminuir la dosis a los órganos cercanos».

La tendencia a tratamientos hipofraccionados, es decir, en menor número de sesiones, también ha sido evidente en el Instituto Oncológico Clínica IMQ Zorrotzaurre, permitiendo acortar los tratamientos oncológicos y disminuyendo la estancia hospitalaria, al reducir la media en el número de sesiones de los pacientes tratados en esta área en tumores como «mama, recto, pulmón, próstata y en metástasis de diferentes tumores».

Seguridad clínica e investigación

Según pone de manifiesto la Dra. Clara Eíto, «desde el punto de vista de la continuidad asistencial y la seguridad del paciente, conviene recordar que el Instituto Oncológico ubicado en la Clínica IMQ dispone de dos aceleradores lineales gemelos entre sí, que permiten que los pacientes no tengan interrupciones imprevistas durante su tratamiento, pudiendo ser tratados en cualquiera de las dos máquinas de idéntica manera. Esto supone una garantía de seguridad añadida para los pacientes».

La responsable de Oncología Radioterápica recuerda el hecho de que la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), bajo el lema “Sin investigación no hay progreso científico”, ha creado recientemente el Instituto de Investigación de Oncología Radioterápica (IRAD) para poder contar con recursos destinados específicamente a la investigación clínica, traslacional y tecnológica. Según manifiesta, «esta reciente creación va alineada con la apuesta por la investigación oncológica que se desarrolla con el apoyo de la Clínica IMQ, en el área de Oncología Radioterápica con proyectos y estudios nacionales e internacionales desde hace siete años».

Por último, la Dra. Eíto concluye señalando que el proceso de la radioterapia no solo depende del especialista en Oncología, sino que junto a esta figura «hay un equipo multidisciplinar de enfermeras, físicos, dosimetristas y técnicos, que trabajan de forma coordinada realizando tareas consecutivas en cadena, para proporcionar una atención cercana y personalizada a cada paciente».