Redacción ‘MS’- Trabajar en el sector seguros puede ser una decisión propia o un destino no calculado; es decir, puede tratarse de una elección por convicción y conocimiento del mercado desde el inicio o, sencillamente, llegar a parar a la industria fruto de la casualidad. Lo que nadie duda es que la labor diaria en el sector requiere análisis, visión estratégica, capacidad de adaptación y, ante todo, muchas ganas de aprender. Se trata de una industria que evoluciona de forma constante en base a proyectos que exigen afrontar nuevos desafíos y conservar una actitud de aprendizaje continua.
Adentrarse en el mercado desde la perspectiva de la ingeniería supone comprender que es un mundo completamente válido y enriquecedor para perfiles técnicos (de hecho, es cada vez más importante para estos roles) pues, más allá de la venta de seguros, la clave se halla en la anticipación, en la protección y en la construcción de las soluciones correctas. Y es que, tras una póliza, un producto, o el propio concepto de la gestión de riesgos, existe un universo mucho más complejo por descubrir y evolucionar dentro de él.
Tres grandes profesionales del sector, ingenieras que trabajan en BHSI en España, aportan su visión acerca de su llegada a la industria y se adentran, a su vez, en las bondades que les ofrece el mercado a los perfiles STEM como los suyos. Expresan, además, su criterio sobre la evolución tecnológica creciente para analizar si ésta les está abriendo más puertas y opciones a profesionales con su formación y habilidades. Continúan detallando cómo es su día a día dentro de la compañía y aportan, para terminar, su punto de vista genérico acerca del posicionamiento de la mujer en áreas STEM y, concretamente, en estos roles dentro del mercado del seguro.
Adentrarse en el mercado asegurador desde la perspectiva de la ingeniería supone comprender que es un mundo completamente válido y enriquecedor para perfiles técnicos; de hecho, es cada vez más importante para estos roles.
En el caso de Ana Fuertes, su aterrizaje fue lo que ella denomina, “una casualidad buscada”, pues era conocedora de que era un sector “con muchas más capas de lo que parece desde fuera”. Una vez dentro, según su vivencia: “Lo que más me llamó la atención fue la variedad. Es un entorno profesional increíblemente amplio, que conecta prácticamente muchos sectores de la economía y que combina dos mundos muy interesantes: el técnico y el financiero. Esta mezcla es uno de sus mayores atractivos”.
La entrada de Laura Pinilla fue “totalmente por casualidad”. Durante su proceso de búsqueda de su lugar en el mundo profesional, encontró una oferta de trabajo bajo el título “Ingeniero de Riesgos”. Explica que: “Hasta entonces, no había pensado en el sector asegurador como posibilidad para desarrollar mi carrera, y mi sorpresa fue que, incluso ya en el proceso de selección, tuve la oportunidad de conversar, no solo con ingenieros, sino también con antiguos compañeros de universidad”. Asegura que ese fue uno de los motivos por los que decidió dar el salto y adentrarse en el mundo asegurador: “A día de hoy, no me arrepiento”.
Para Patricia Fernández, fue también una casualidad: “Cuando acabas Ingeniería Industrial, no tienes claro en qué sectores puedes trabajar”. En su caso, fue una compañera de facultad quien le explicó cuál era su trabajo dentro de una aseguradora: “Me fue interesando cada vez más hasta que tuve la oportunidad de unirme, y aquí estoy más de 9 años después”.
La evolución tecnológica de la industria abre puertas a los perfiles profesionales STEM
La realidad hoy es que la industria del seguro les ofrece cada vez más oportunidades profesionales a los perfiles técnicos, fruto del contexto de creciente transformación digital, el cambio de modelos energéticos y la dependencia del análisis de datos en el mercado.
Ana Fuertes detalla que: “Algunas áreas como el análisis de datos y la ciencia de datos requieren perfiles actuarios con formación técnica para contextualizar y modelar los riesgos”. Asegura que las habilidades analíticas y conocimientos de los ingenieros permiten realizar diversas tareas clave: “El tratamiento de grandes volúmenes de datos, el análisis predictivo y de modelos estadísticos para evaluar riesgos, detectar fallos y así valorar la tendencia de condiciones, incluso poder marcarlas”. La profesional también se refiere a perfiles tales como los especialistas en riesgos catastróficos, los ingenieros financieros, los expertos en ciberseguridad y gestión de riesgos tecnológicos, y menciona otro punto clave como “la ingeniería de software y desarrollo tecnológico, aunque aún menos desarrollado en nuestro sector, dado que es más personalista”, asegura. Lo que no duda es que su campo de actuación está focalizado en los seguros técnicos y de ingeniería: “Los suscriptores técnicos, los peritos especializados y los ingenieros de riesgos son extremadamente útiles para poder definir, valorar, y asesorar sobre coberturas de infraestructuras, maquinaria industrial, construcción, energía y tecnología que, por supuesto, requieren conocimientos técnicos específicos”.
«Las habilidades analíticas y conocimientos de los ingenieros permiten realizar diversas tareas clave: el tratamiento de grandes volúmenes de datos, el análisis predictivo y de modelos estadísticos para evaluar riesgos, detectar fallos y así valorar la tendencia de condiciones, incluso poder marcarlas”.
Ana Fuertes. Ingeniera. BHSI España.
Laura Pinilla es una firme convencida de que el puesto le otorga la oportunidad de conocer de primera mano diferentes actividades, procesos y operaciones “gracias a las visitas de inspección y afinar todo aquello visto teóricamente sobre papel durante la carrera universitaria”. Menciona la relevancia que posee, además, la formación en ingeniería de cara a la suscripción de riesgos industriales, “ya que le aporta al suscriptor una base sólida para comprender técnicamente los procesos, comunicarse en el mismo lenguaje que el cliente y generar confianza al demostrar conocimiento sobre el riesgo”. Afirma que estas mismas cualidades también son aplicables a la tramitación de siniestros industriales, donde la capacidad técnica analítica y la capacidad de diálogo al nivel de peritos, clientes y mantenedores son clave para que el servicio sea profesional y eficiente. Según su experiencia, aunque las nuevas tecnologías ayudan a obtener información y contrastar fuentes de manera ágil, “es necesario mantener siempre un espíritu crítico y personal, que es lo que nos diferencia del resto y por lo que realmente aportamos valor”. No cabe duda de que el trato personal es fundamental e irremplazable en este sector: “Es preciso saber valorar las necesidades de un riesgo, las dificultades que presenta y poder asesorar, tanto a los clientes como internamente a nuestros suscriptores con criterio técnico, pero con empatía y flexibilidad”, expresa.
Para Patricia Fernández, la figura de ingeniero de riesgos es una de las posiciones más alineadas con perfiles STEM dentro del sector asegurador, cada vez más demandado y que gana peso dentro de las compañías: “En nuestro trabajo, resulta esencial entender en profundidad los procesos productivos de nuestros clientes para ser capaces de evaluar los riesgos con precisión”. De ahí que la profesional sostenga que: “La formación en ingeniería es fundamental para llevar a cabo nuestra tarea”. Otra de las áreas a las que hace referencia es a siniestros, donde la capacidad analítica del ingeniero y su pensamiento estructurado resulta de alto valor añadido. En materia de evolución tecnológica, es evidente que está generando una transformación muy significativa dentro del mercado y asegura que este hecho supone mayores oportunidades para perfiles como el suyo: “El uso de herramientas digitales, análisis de datos, modelización de riesgos y tecnologías emergentes ha incrementado la demanda de profesionales capaces de entender y aplicar soluciones complejas. El pensamiento analítico, la resolución de problemas y la capacidad de adaptación al cambio están muy presentes en los perfiles STEM”, asevera.
Cómo transcurre el día a día en BHSI: las ingenieras suponen un valor añadido para la aseguradora
Ana Fuertes, como responsable de departamento de suscripción, es el puente entre la estrategia de la empresa y el trabajo técnico y diario con el equipo de suscripción. “Más allá de coordinar tareas, está la toma de decisiones, la optimización de recursos y el aporte de visión a medio y largo plazo”. Entre sus funciones clave, destacan la planificación, la definición de objetivos, la gestión de oportunidades, posibilidades y ofertas, “y, sobre todo, adecuar la experiencia técnica para que todo resulte de manera alineada y eficiente”. Lo que no duda es que: “El mayor valor añadido es tener un consolidado rumbo, coherencia y solidez dentro de BHSI y a largo plazo”.
Laura Pinilla, como ingeniera de riesgos, asegura que una de sus funciones más relevantes es el apoyo al departamento de suscripción y al de siniestros. “Al departamento de suscripción, con el fin de estar alineados en la mejor gestión del riesgo en cada caso en términos de calidad y de condiciones; al de siniestros, con el fin de valorar las causas y desarrollar nuevas recomendaciones en base a las lecciones aprendidas”. Su experiencia acumulada a lo largo de los años a través de las visitas de inspección a clientes de distintos sectores industriales aporta un valor añadido a sus valoraciones de los riesgos. Además, se enfrenta a la cartera de riesgos químicos en BHSI con sus conocimientos como ingeniera química.
«Una de mis funciones más relevantes es el apoyo al departamento de suscripción y al de siniestros. Al departamento de suscripción, con el fin de estar alineados en la mejor gestión del riesgo en cada caso en términos de calidad y de condiciones; al de siniestros, con el fin de valorar las causas y desarrollar nuevas recomendaciones en base a las lecciones aprendidas”.
Laura Pinilla. Ingeniera. BHSI España.
Patricia Fernández analiza instalaciones industriales a través de la visita de las plantas o mediante un informe: “Identificamos riesgos, proponemos medidas preventivas para minimizar posibles pérdidas y damos soporte al equipo de suscripción con información técnica clave que contribuya a una toma de decisiones más precisa y fundamentada”. El valor añadido de su departamento reside en la capacidad de interpretar y traducir información técnica compleja en recomendaciones claras y accionables, “tanto para nuestros clientes como para nuestros suscriptores”. Destaca que: “En las visitas, construimos relaciones de confianza con nuestros clientes”.
Crece el posicionamiento de la mujer en áreas STEM con buenas oportunidades en el sector asegurador
El avance de la mujer en áreas STEM es una realidad y se perciben señales de cambio positivo desde hace varios años dentro de la industria aseguradora. Ana Fuertes percibe que: “Las mujeres están ganando terreno en carreras STEM y, en mi opinión, no estamos subrepresentadas en especialidades como ingeniería”. Respecto al posicionamiento específico de la mujer en el mercado asegurador, expresa que “ya hay muchas oportunidades y en crecimiento exponencial”.
En el caso de la ingeniería de riesgos, la percepción de Laura Pinilla es que en BHSI España y en el gremio de la ingeniería de riesgos de España “estamos por encima de la media europea”. Defiende que el posicionamiento de la mujer en el sector asegurador no debe enfocarse como una cuestión solo de equidad, “sino como una estrategia de crecimiento, enriquecimiento y transformación del sector”.
Para concluir, Patricia Fernández refuerza que: “El conocimiento y la capacidad no depende de si eres hombre o mujer”, si bien reconoce que la mujer aún enfrenta algunos desafíos en entornos tradicionalmente masculinos. Anima a más chicas jóvenes a considerar las carreras técnicas, “desmitificando la idea de que las disciplinas STEM nos cuestan más, lo que es más una percepción impuesta culturalmente y no una realidad”.
“El conocimiento y la capacidad no depende de si eres hombre o mujer. Animo a más chicas jóvenes a considerar las carreras técnicas, desmitificando la idea de que las disciplinas STEM nos cuestan más, lo que es más una percepción impuesta culturalmente y no una realidad”.
Patricia Fernández. Ingeniera. BHSI España.