El 63% de las empresas de República Checa usa el crédito comercial para financiarse

Las empresas checas conceden plazos de pago más largos a sus clientes para fomentar las ventas en un periodo de debilidad de la demanda interna y menor crecimiento de las exportaciones.

Redacción ‘MS’- De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago 2023 elaborado por Crédito y Caución, el 50% del crédito comercial que los proveedores conceden a sus clientes en República Checa a la hora de cobrar sus productos y servicios se cobra con retraso. Solo un 6% resulta impagado. El 44% de las facturas en las operaciones entre empresas en el mercado checo se pagan en el plazo acordado, lo que supone una mejora de tres puntos porcentuales frente al 41% registrado hace un año.

«Las empresas de República Checa muestran un claro cambio de enfoque en cuanto a sus ventas a crédito en el comercio B2B, ya que conceden plazos de pago más largos a sus clientes. Estos se sitúan ahora en una media de 51 días desde la facturación, frente a los 43 días del año pasado. Muy probablemente, se ofrecen en un intento de fomentar las ventas en un periodo de debilidad de la demanda interna y menor crecimiento de las exportaciones. Otra razón que explica esta política de pagos más liberal son los elevados costes financieros. El 63% de las empresas recurren al crédito comercial concedido por sus proveedores como fuente de financiación a corto plazo, en lugar de préstamos bancarios menos asequibles, especialmente en el sector metalúrgico», explica el informe.

En los últimos meses, el 28% de las empresas checas ha experimentado un aumento de los plazos de pago de sus clientes, por encima del 24% que ha registrado una disminución. Para proteger a la empresa de la falta de liquidez y evitar el riesgo de quedarse sin efectivo debido a los retrasos en los pagos, el 51% de las empresas ha incrementado el tiempo y los recursos que dedica al cobro de facturas impagadas, un 49% ha reforzado sus procesos internos de control del crédito, un 46% ha buscado financiación externa, un 38% ha retrasado el pago de sus propias facturas transmitiendo los problemas de morosidad a lo largo de la cadena de suministro y un 34% ha retrasado sus inversiones.

De cara al cierre de 2023, el 55% de las empresas checas prevé un crecimiento en su negocio y un 39% espera poder ampliar sus márgenes. El 48% anticipa una mejora de las prácticas de pago de sus clientes, muy por encima del 13% que espera un deterioro.

La evolución de los precios ha tenido un fuerte impacto sobre el tejido productivo checo. Solo el 1% de las empresas no ha sufrido cambios en su estructura de costes debido a la inflación. El impacto principal se ha producido sobre los costes de producción (para el 32% de las empresas) seguido de la caída de la demanda de sus productos y servicios (20%), los costes financieros (19%), los costes de almacenamiento y mantenimiento de inventario (17%) y los costes laborales (11%).