De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el 28% de las empresas de la ciudad autónoma está en riesgo elevado de impago.
Redacción ‘MS’- El tejido productivo de Melilla ha registrado un empeoramiento significativo de su riesgo de crédito en el último año. El 28% de las empresas de la ciudad autónoma presenta un máximo o elevado riesgo de impago. Esto supone un deterioro de siete puntos porcentuales frente a los niveles de 2023. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo melillense elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View. Entre enero y agosto de 2024, Melilla registra un crecimiento del 2% en la creación de nuevo tejido empresarial y una caída del -39% en la disolución de empresas.
La ciudad autónoma inició hace unos años un giro estratégico de su actividad económica aprovechando las oportunidades post-brexit para convertirse en uno de los centros neurálgicos del juego online en Europa. Grandes empresas del sector se han trasladado a Melilla ante el tratamiento fiscal diferencial frente a otras Comunidades Autónomas. En estos momentos, el 30% de la facturación económica de la ciudad proviene de apenas el 1% de sus empresas, vinculadas a las actividades de juegos de azar y apuestas.
El 35% de las empresas de la región se concentra en el sector del comercio, que genera el 29% de la actividad económica. El sector industrial apenas supone el 4% de las empresas de la región. Esta actividad industrial, que se concentra en los sectores de alimentación y materiales de construcción, apenas supone el 2% de la cifra de negocio de la ciudad autónoma. La construcción y el inmobiliario tienen un peso relevante en el tejido (18% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (9% de la facturación). Les siguen en importancia los servicios a empresa (12% de las empresas, 10% de la facturación), la hostelería (8% de las empresas, 2% de la facturación) o el transporte (4% de las empresas, 5% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 74% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 18% de la facturación total. En el otro extremo, la mediana empresa, que representa el 4% del total, produce el 34% de las ventas. El tejido productivo muestra una madurez moderada, con un 24% del tejido empresarial creado en los últimos cinco años.