Elena Mayor: «Fluir en el trabajo: ¿una utopía?»

Por Elena Mayor Lozano, CEO en EmotionHR y vicepresidenta de la Asociación Nacional de Felicidad de Personas y Organizaciones, Conciencia y Compasión.

Con la mirada puesta en el próximo 20 de Marzo, día Internacional de la Felicidad, el pasado 18 de febrero publicaba una reflexión en mi blog https://bienestarenlaempresa.blogspot.com/2019/02 sobre la evolución del papel de la empresa en la gestión de los deseos y motivaciones de sus empleados y como lo que ahora toca es contribuir a desarrollar personas con cerebros saludables.

Las empresas no son ONGs” decía un antiguo y querido cliente. Y efectivamente las empresas existen para crear negocio, sólo que no hay que olvidar que quien hace posible ese negocio son las personas, así que gestionar sus deseos y motivaciones es clave para “generar negocio”. Desde mi punto de vista, el gran reto de las empresas en el siglo XXI, en la era del conocimiento, es contribuir a que las personas aporten ideas creativas y que introduzcan pasión en lo que hacen, y para eso es necesario un cerebro sano o, lo que es lo mismo, un cerebro feliz. De manera que la mejor inversión de la empresa es centrarse en ayudar a su gente a mantener e incrementar su salud emocional: ayudarles a ser felices.

Como empleado, te sientes identificado con esta idea de que la empresa se encargue de tu felicidad. Siento desilusionarte. En realidad, la empresa nunca te hará feliz, simplemente porque nadie puede.

«El gran reto de las empresas en el siglo XXI, en la era del conocimiento, es contribuir a que las personas aporten ideas creativas y que introduzcan pasión en lo que hacen, y para eso es necesario un cerebro sano o, lo que es lo mismo, un cerebro feliz».

La empresa no puede hacerte feliz

Si estás pensando que tengo razón y que estás perfectamente disponible para que la empresa se ponga manos a la obra y te procure felicidad, te acabo de adelantar la mala noticia: la empresa no puede hacerte feliz. Y la buena noticia es ver la mala noticia de otro modo: solo tú puedes conseguir ser feliz. Tu eres la única persona con el poder para conseguirlo.

Párate a pensar lo que pasa cuando la empresa inicia un programa muy motivador: nueva formación relacionada con tus intereses, un gimnasio en las instalaciones, dispensadores de fruta, teletrabajo los viernes… Durante un tiempo te sientes bien -que no feliz, eso es otra cosa- y después te acostumbras, más tarde sobrevienen los problemas de siempre y vuelves a ponerte en modo negativo. Incluso el gimnasio te molesta porque está siempre ocupado o porque no tienes tiempo para ir y la fruta que ponen debe ser del gusto de la de RRHH, porque desde luego a ti no te han preguntado… Eso ocurre porque la motivación externa sólo dura un tiempo. La felicidad es motivación interna. Por eso nadie puede proporcionártela, sólo tú puedes hacerlo.

A estas alturas, el artículo comienza a hacérsete cuesta arriba, parece un objetivo complicado. No te engaño, requiere esfuerzo, pero la recompensa de vivir sintiéndote bien la mayor parte de tu tiempo, merece la pena. Y la empresa tiene un papel decisivo, contribuyendo a crear un espacio favorable, pero sólo TU puedes hacerlo posible, de manera voluntaria. Como siempre digo, ser feliz es una decisión.

«La motivación externa sólo dura un tiempo. La felicidad es motivación interna. Por eso nadie puede proporcionártela, sólo tú puedes hacerlo. Como siempre digo, ser feliz es una decisión».

¿Qué puede entonces hacer la empresa?

La empresa debe crear, a mi modo de ver, las condiciones para que tú te movilices internamente. Yo creo que puede hacer cosas en varios sentidos

(1) Desactivar las guerras internas.

Las empresas pueden trabajar activamente en fomentar un ambiente colaborativo. Perdemos toda la energía en las guerras internas de poder. Estamos hartos de hacer cursos que nos enseñan y conciencian a trabajar en equipo, pero no sirven. Yo los he impartido durante años, sé lo que digo. No sirven porque los intereses individuales están por delante de los intereses de la empresa, entendida como grupo humano, como por cierto no podía ser de otra forma, no nos engañemos.

Así que la empresa puede optar por elegir entre dos vías: una es alinear esos dos intereses CREANDO SIGNIFICADO (esto es algo que entrenamos con el liderazgo) y la otra vía es concienciar a su gente de que los intereses personales nos colocan en ACTITUD DEFENSIVA y esa actitud es la que crea las guerras. Y esas guerras nos impiden, precisamente, conseguir esos intereses personales que buscamos, nadie gana finalmente.

Las empresas pueden ayudar a sus empleados a abandonar la agresividad defensiva, a usar lo que yo llamo el “piensa bien y acertarás”. Te dejo un video explicativo de mi idea (https://www.youtube.com/watch?v=1HXcN-YiDN0&t=83s)

«Perdemos toda la energía en las guerras internas de poder. Estamos hartos de hacer cursos que nos enseñan y conciencian a trabajar en equipo, pero no sirven».

(2) Bienestar externo para crear entorno.

La Felicidad no es wellness: eso es motivación en el antiguo paradigma. El bienestar externo tiene fecha de caducidad (recuerda la fruta y el gimnasio). Y, aunque pone a la gente en modo colaboración, es sólo algo que ayuda, pero por supuesto no es esto lo que buscamos. Yo soy partidaria de crear ese clima inicial, pero no detenerme aquí por eso de la fecha de caducidad.

Las empresas pueden trabajar en generar espacios físicos e intelectuales que favorezcan la creatividad de sus empleados. El tiempo y el espacio son ingredientes únicos para fluir y el flujo es la condición para la creatividad y la innovación. Por eso, el tiempo y el espacio FÍSICOS deben ser flexibles y no contribuir a generar más estrés. Y el tiempo y el espacio INTELECTUAL debe permitirnos parar en medio de la vorágine. Si no paras, sólo gestionas y queremos que también produzcas ideas e innovación

«La felicidad no es wellness: eso es motivación en el antiguo paradigma».

(3) Contribuir a tu crecimiento personal, no sólo profesional: la diferencia

Y lo más importante que la empresa puede hacer por sus empleados es hacer posible su crecimiento emocional. Muchos profesionales, entre los que me incluyo, trabajamos concienciando a la gente de la necesidad de parar y reflexionar sobre qué hacer para sentirse bien cada día. Cargarse de energía es el resultado de un proceso interno de trabajo que se puede aprender. Parar es “hacerse consciente” y reflexionar implica “tomar decisiones” cada día para poder SENTIR de manera positiva voluntariamente.

Y la empresa puede enseñarte cómo hacerlo para que ese aprendizaje se produzca. Cambiar el paradigma hacia el empoderamiento personal es necesario para que tú puedas decidir ser feliz, aunque ya sabes que la decisión final es exclusivamente tuya.

«Muchos profesionales, entre los que me incluyo, trabajamos concienciando a la gente de la necesidad de parar y reflexionar sobre qué hacer para sentirse bien cada día. Cambiar el paradigma hacia el empoderamiento personal es necesario para que tú puedas decidir se feliz».

¿Y yo que tengo que hacer como empleado?

DECIDIR ser feliz, eso es lo único que tienes que hacer. Y después comprometerte cada día, con cada toma de decisión, en el momento específico en el que estés. Ya sabes que la vida es aquí y ahora.

Un cerebro sano que gestiona saludablemente sus emociones, creando conexiones neuronales que reman a tu favor, es lo que tienes que conseguir para dar lo mejor de ti mismo y, de paso, para ayudarte a sentirte bien.

La empresa puede enseñarte a que tú crees la ACTITUD que necesitas para decidir de manera saludable y a tu favor, pero eres TÚ quien tiene que hacerlo cada día, cada minuto para crear esa actitud saludable. La vida no es lo que te pasa, es lo que tú haces con lo que te pasa. Sientes y piensas lo que decides en cada momento y reaccionas en función de lo que sientes y piensas, te lo aseguro.

«Decidir ser feliz, eso es lo único que tienes que hacer. La vida no es lo que te pasa, es lo que tú haces con lo que te pasa».

¿Qué es exactamente fluir en el trabajo?

El estado de flujo se alcanza cuando no estás centrado en las amenazas, las competitividades, los esfuerzos por hacer lo que NO se te da bien, por ser quien NO eres. Se alcanza cuando no estás centrado en las guerras y SI estás centrado en desarrollar tus pasiones en el trabajo.

La empresa quiere que des lo mejor de ti mismo en el trabajo y tú quieres hacer lo que más te gusta y, si te digo la verdad, eso es lo mismo. Estás en flujo cuando te pagan por hacer lo que más te gusta, cuando brillas. Y ese estado es el que tienes que conseguir.

¿Crees que esto es una utopia? No lo es, nosotros trabajamos cada día con las empresas para ayudarlas a que sus empleados APRENDAN a fluir en el trabajo.

«La empresa quiere que des lo mejor de ti mismo en el trabajo y tú quieres hacer lo que más te gusta y, si te digo la verdad, eso es lo mismo. Estás en flujo cuando te pagan por hacer lo que más te gusta, cuando brillas».

Sea cual sea tu interés, no dudes en contactar conmigo por email info@emotionhr.com.

Puedes también entrar en la web www.emotionhr.com

Consultar el blog http://bienestarenlaempresa.blogspot.com/

O el canal de youtube https://www.youtube.com/channel/UCbOsRfAVmhMWJDWSpyyXuUA

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