Este otoño, la caída capilar será más fuerte

Redacción ‘MS’- Uno de los efectos secundarios del coronavirus es la caída brusca de grandes cantidades de cabello. esta afección se denomina efluvio telógeno. Aunque puede parecer muy llamativa, porque el paciente se queda literalmente con mechones de pelo en la mano, no es una alopecia irreversible. Está demostrado que el sistema inmune juega un papel fundamental en algunas alopecias, como la areata, aunque es cierto que a día de hoy no hay aún estudios que confirmen la relación con COVID-19, pues no ha pasado el tiempo necesario, pero dado que el virus guarda una relación estrecha con la inmunidad, es posible.

Muchas personas que han padecido Covid-19 están sufriendo fuertes caídas de pelo derivadas de una anemia. En este caso hay que hacer un estudio analítico para saber cuáles son las carencias que tiene y aplicar un tratamiento a base de vitaminas u otros suplementos nutricionales”.

Dr. Antonio Ortega, dermatólogo de Clínica Menorca.

Efluvio telógeno

El efluvio telógeno es una alteración del ciclo de crecimiento del pelo durante un tiempo limitado. Ocurre cuando la raíz del folículo piloso sufre un daño concreto que interrumpe su ciclo normal y el cabello cae. Es un problema capilar que puede aparecer después de un tratamiento o cambio hormonal, tras un período de estrés continuado, una cirugía relevante, después de dar a luz o al pasar por algún tipo de infección, como sucede en el caso de la COVID-19. Estas situaciones afectan al ciclo vital del cabello.

Cuando se produce un proceso infeccioso con fiebres muy altas, como en el caso del coronavirus, el cabello detiene su crecimiento de manera sincrónica, es decir, un elevado número de pelos frenan a la vez la fase de crecimiento y, como consecuencia, caen de golpe, provocando una mayor situación de estrés que empeora el problema en el sujeto al ver cómo grandes mechones de su cabello se quedan en su mano y aparece un despoblamiento difuso en el cuero cabelludo. En casos en los que existía una previa alopecia androgenéitica esta puede verse acelerada.

Efluvio telógeno agudo. El estrés causado por el coronavirus podría actuar como ‘disparador’. Si hemos dado positivo (más en casos de hospitalización o gravedad) puede acabar produciendo un efluvio telógeno agudo. Pero no de forma inmediata, tiene lugar a los 3 meses más o menos, y dura de 2 a 4 meses. De ahí que este año, con el cambio de estación, en septiembre-octubre, cuando el cabello tiende a renovarse, los que hayan dado positivo en mayo-junio, notarán un aumento de caída capilar en otoño. Es aconsejable acudir al profesional para una valoración clínica.

Plasma Rico en Plaquetas

Cuando hay una caída anormal del pelo, s recomienda acudir a un especialista cualificado, pues solo este dispone de las pruebas necesarias (estudio de la raíz del pelo, tricoscopia, etc.) para diagnosticar de qué tipo de alopecia se trata y qué tratamiento necesita. En el caso de un efluvio temporal podría ser suficiente con un complejo multivitamínico, y si fuera alopecia areata probablemente lo indicado fuera un tratamiento médico. Existen soluciones para disminuir o acortar la duración de los efluvios telógenos y ayudar a que el nuevo pelo salga con más fuerza.

Las inyecciones de plasma rico en plaquetas, son uno de los tratamientos de medicina regenerativa más eficaces para fortalecer el cabello. Los profesionales de Clínica Menorca han constatado que la bioestimulación acelera el proceso de crecimiento del cabello. El tratamiento es indoloro y consiste en inyectar en el cuero cabelludo plasma rico en plaquetas obtenido de una sencilla extracción de sangre del propio paciente y su posterior manipulación en condiciones de asepsia y rigor en el procesamiento. Su aplicación sobre el tejido propicia la formación de colágeno y la aparición de nuevos vasos sanguíneos, imprescindibles para estimular el crecimiento de cabello nuevo.

Microinjerto capilar

La alopecia afecta al 50% de hombres, pero también puede afectar a las mujeres. Las causas que lo originan pueden tener origen hereditario, deberse al estrés, la fatiga, tensiones o un riego sanguíneo deficiente. Si le añadimos el estrés y la ansiedad que ha generado la situación del confinamiento, se juntan los dos factores clave para que la caída del cabello se haya visto agravada.

Ahora es un buen momento para plantearse un injerto capilar. Los eventos sociales son escasos, las videollamadas se han acabado y el teletrabajo que todavía muchos siguen practicando conllevan una menor ‘exposición pública’ por la que a muchos les costaba decidirse.

El injerto capilar consiste en realizar un trasplante de cabello del propio paciente: se extrae pelo de una zona sana del cuero cabelludo para implantarlo en aquellas áreas que han quedado despobladas de pelo y que queremos recuperar. Los resultados son muy naturales, casi imposible diferenciar un cabello original de uno trasplantado. Sin dolor, sin largos procesos posoperatorios y sin molestias. El pelo, una vez trasplantado en la zona afectada por la calvicie, tendrá un crecimiento definitivo e idéntico al cabello de las zonas no trasplantadas.

A continuación, Clínica Menorca recuerda algunos profesionales de su cuadro médico que están a entera disposición de los clientes:

  • Ángel Martín, cirujano y médico estético, director Médico de Clínica Menorca
  • Lola Linares, cirujano plástico, estético y reparador.
  • Nikolau Antoniadis, cirujano plástico, estético y reparador.
  • Antonio Ortega, dermatólogo
  • Beatriz Estébanez, médico estético
  • Elekta Navarrete, médico estético
  • María José Crispín, nutricionista y médico estético.
  • Javier Ortega, implantólogo, cirugía oral y estética
  • Manuel Sánchez Séiz, ginecólogo y obstetra especialista en ginecoestética
  • Julián Hernando, especialista en micropigmentación
  • Ramiro Matamoros, exrécordman entrenador de Corre en rosa, grupo de mujeres con cáncer de mama, y de los entrenamientos de la Carrera de la Mujer.

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