Ética y liderazgo: claves para una buena reputación

Por Eva García, Consultor RRHH y Formadora Soft Skills en Coaching On focus. Talent Coach MBIT School.

Mucho se habla de liderazgo y de los diferentes estilos del mismo, así como cuál de ellos tiene más éxito en función de uno u otro modelo de gestión. Si hacemos una revisión de dichos estilos y cómo han ido evolucionando a lo largo de los años, podemos ver claramente las diferencias en lo que respecta a los resultados.

Diferentes estudios sociales han mostrado la correlación entre el estilo de liderazgo y diferentes variables como  la creatividad, la responsabilidad, el nivel de innovación de la empresa y a su vez con el grado de evolución de las compañías.

Uno de los modelos que en los últimos años está tomando el protagonismo el Liderazgo Ético, el cual no es ni mucho menos incompatible con otros estilos de liderazgo, pero sí cobra especial importancia por el momento vital en que están las empresas en el s.XXI.

Sin ánimo de ser repetitivos, ya que hemos tratado estos temas en diferentes artículos en este mismo foro, debemos ser conscientes de que vivimos en entornos VUCA (volátiles,  inciertos, complejos y ambiguos), y esto nos lleva a tener que gestionar de una manera mucho más consciente, más flexible y mucho más adaptativa. Se requiere de un mayor grado de sensibilidad y humanización en los líderes y en los equipos de dirección para poder gestionar, no solo el entorno, sino las demandas, los cambios sociales e incluso las expectativas y necesidades de las nuevas generaciones de empleados.

Aquí es donde entran en juego conceptos como la reputación, la responsabilidad social y la sostenibilidad, que lejos de quedarse en meras etiquetas, medallas o certificaciones, se convierten en la esencia de lo que debemos proyectar, el por qué y el para qué que deben encontrarse inherentes en todas y cada una de las acciones que llevamos a cabo; acciones que deben estar impregnadas de honestidad, responsabilidad y valores que definan nuestra identidad y cultura empresarial.

Y voilá ……!!! Ya tenemos la clave, la llave que nos va a permitir que sea el propio camino andado el que nos vaya llevando a los resultados de una manera natural: La ética.

¿Qué características definen a un líder ético?

Si tomamos la frase del filósofo Efraín Gutiérrez Zambrano:

 “Los hombres que influyeron decisivamente en la historia, son aquellos que no esperaron que el mundo cambiara, sino que ellos decidieron cambiarlo. Ellos comprendieron que el éxito depende de mucha imaginación, comprobada valentía y una ética que los distinguió como hombres íntegros.”;

encontramos la que para mí es la verdadera definición del Líder ético, personas con un propósito de cambio y transformación claros, con creatividad, visión de futuro, confianza en sí mismos y sobre todo, con unos valores, principios y creencias muy definidos y sólidos.

Pilar Llácer, filósofa y especialista en RRHH, transformación digital y liderazgo ético nos da en su último libro los principios de este liderazgo ético.

Ocho principios de Liderazgo ético

  • Anticipación e Innovación Radical
  • Comunicación y Transparencia Radical
  • Confianza en los empleados
  • Ejemplaridad
  • Pensamiento crítico
  • Personalización
  • Sostenibilidad
  • Tecnología

Ser líder ético significa estar en paz con uno mismo, y saber que estás haciendo lo correcto. Dicho así, parece sencillo. ¿Comenzamos el cambio?