Europa: una de cada cuatro empresas necesitará más apoyo de las políticas públicas en 2021 para evitar una crisis de liquidez

Redacción ‘MS’- Solunion ha compartido el último informe de Euler Hermes, uno de sus accionistas, sobre la necesidad, por parte de las empresas, del apoyo de políticas públicas en 2021 para evitar la crisis de liquidez: «Europe: One in four corporates will need more policy support in 2021 to avert a cash-flow crisis«.

Estas son algunas de las principales conclusiones:

 

  • La primera ola de cierres de COVID-19 provocó un impacto en la rentabilidad más fuerte de lo esperado para la mayoría de las empresas europeas no financieras en el primer semestre de 2020. Las compañías francesas y españolas se vieron especialmente afectadas a pesar del generoso apoyo de las políticas públicas. El margen de beneficios acumulado disminuyó en -7 ppp en Francia, -5,2 ppp en España, y -1,3 ppp en Holanda, en comparación con +1,1 ppp en Alemania, +2 ppp en Bélgica y +5 ppp en Italia. En Francia, dos tercios de la caída se pueden atribuir al programa de impuestos a la producción: con vencimiento en el segundo trimestre, los pagos del impuesto a la producción en Francia se duplicaron (hasta los 22.000 millones de euros), mientras que se mantuvieron estables en Alemania (3.000 millones de euros). Como consecuencia, excluyendo la mayoría de préstamos garantizados por el Estado en Francia (más de 120.000 millones de euros frente a 50.000 millones de euros en Alemania), las empresas francesas se vieron más cortas de efectivo en el segundo trimestre en comparación con sus pares europeas.
  • Ahora, con la segunda ola de cierres, se espera un gran aumento de costes para los sectores sensibles a la epidemia COVID-19 en toda la zona euro, que podrían ver pérdidas operativas medias de entre el -15% y -20% en 2020, en comparación con los niveles anteriores a la crisis. En ausencia de un apoyo prolongado de la política fiscal o el miedo a asumir más deuda, podrían agotar las reservas de efectivo, poniendo a alrededor del 24% de las empresas de la zona euro (o más de 4,1 millones) en riesgo de sufrir una crisis de flujo de caja el próximo año. En total, el volumen de negocios combinado de las empresas expuestas a las restricciones sanitarias de COVID-19 supera los 4, 3 billones de euros y estas representan más de uno de cada cuatro trabajadores, sobre todo en España e Italia, es decir, cerca de 19 millones de personas.
  • Las estimaciones sobre la caída de los ingresos, que alcanzarán hasta un -20% en promedio en la zona euro; así como la correspondiente disminución de los gastos de explotación, de tan solo un -10% debido a una cierta rigidez de estos últimos, y ninguna recuperación antes de finales de 2022; auguran un impacto sin precedentes en los saldos de caja de las empresas. Además, el actual aumento del exceso de efectivo de las empresas, equivalente a los recursos de efectivo sin explotar disponibles para futuras inversiones o reembolsos de deuda, provocado por los préstamos garantizados por el Estado, no será suficiente para compensar los reembolsos de los préstamos y el retraso en los reembolsos de impuestos a mediados de 2021.
  • Asimismo, actualmente se espera que los gobiernos adopten un enfoque mucho más prudente respecto a la salida de los confinamientos para dar tiempo a que la campaña de vacunación de las personas en riesgo alcance un nivel óptimo y evitar una tercera oleada. Esto significa que la actividad en el primer semestre de 2021 podría tener una recuperación más lenta en comparación con el tercer trimestre de 2020.
  • Por lo tanto, las medidas gubernamentales deben abordar el déficit de financiación de las empresas atrapadas entre la pérdida de ingresos y los gastos obligatorios como los impuestos y las deudas financieras. Aunque los planes de préstamos garantizados por el Estado se han prolongado hasta marzo-junio de 2021, en la mayoría de los países europeos, es posible que los gobiernos también tengan que convertirse en los principales acreedores de las empresas aplazando aún más los pagos de impuestos (o incluso perdonándolos) para evitar las quiebras.