La Academia de Ciencias Médicas de Bilbao ofrece algunas respuestas a dudas frecuentes sobre vacunas y vacunación contra el COVID-19

Redacción ‘MS’- A pesar del gran impacto que esta pandemia está teniendo en nuestra forma de vida, en el sistema sanitario, su coste en vidas y el empobrecimiento que ha acarreado, solo una pequeña parte de la población se ha infectado durante el año transcurrido. En España, se estima que el 90 % de la población aún no ha tenido contacto con el virus. Las medidas que hemos tomado (distancia social, mascarillas, ventilación e higiene de manos) solo pueden controlar en parte la transmisión, pero seguimos sufriendo fuertemente las consecuencias de esta nueva infección.

«La experiencia nos ha enseñado que las vacunas han sido la clave para controlar muchas infecciones, algunas tan mortíferas como la viruela, que ha sido erradicada. En los países ricos como el nuestro casi nos hemos olvidado de que la poliomielitis, el sarampión, la tosferina o la difteria siguen ahí, aunque no las padezcamos. Y esto únicamente es gracias al empleo sistemático de las vacunas, que viene realizándose desde mediados del siglo XX».

Por lo tanto, durante todo el año 2020 el desarrollo de vacunas frente a este virus ha sido una prioridad y tras estos meses, gracias a un gran esfuerzo mundial, a comienzos de 2021 la ciencia nos ha empezado a proporcionar vacunas y esto nos permite ver el futuro con más optimismo. Pero no estamos más que al principio de un camino que será aún largo.

«Hay muchas vacunas contra la COVID-19 investigándose. Las que han avanzado más rápidamente han sido las de los laboratorios BioNTech & Pfizer y la de Moderna. La vacuna desarrollada por Oxford-AstraZeneca quizás será la tercera en ser evaluada en Europa».

La vacunación ya ha empezado en muchos países. También en España se ha iniciado ya con la vacuna de BioNTech & Pfizer. La de Moderna está recién autorizada por la Agencia Europea del Medicamento, por lo que seguramente llegará a nuestro país en poco tiempo. Ambas están hechas con una tecnología similar.

Ante estas nuevas vacunas es lógico que los ciudadanos nos hagamos muchas preguntas y que necesitemos información clara y comprensible. La Academia de Ciencias Médicas de Bilbao quiere colaborar para aclarar algunas de estas dudas.

¿Podemos estar seguros de que las vacunas contra la COVID-19 que se autoricen serán seguras?

Las vacunas son aprobadas por las agencias reguladoras porque en los ensayos clínicos se demuestra que son seguras y eficaces.

Al autorizar la vacuna de BioNTech & Pfizer, llamada comercialmente Cominarty, la Agencia Europea del Medicamento (AEM) ha declarado disponer de «datos suficientemente sólidos» para recomendar una autorización de comercialización condicional formal del prototipo Pfizer/BioNTech, la primera vacuna autorizada en la UE: «Nuestra evaluación exhaustiva significa que podemos asegurar con confianza a los ciudadanos de la UE la seguridad y eficacia de esta vacuna y que cumple con los estándares de calidad necesarios. Sin embargo, nuestro trabajo no se detiene aquí. Continuaremos recopilando y analizando datos sobre la seguridad y la eficacia de esta vacuna para proteger a las personas que se vacunan en la UE».

¿Qué quiere decir que una vacuna es segura?

Tenemos que tener claro que ningún fármaco ni vacuna está al 100 % libre de efectos adversos. Por tanto, segura quiere decir que las reacciones adversas que se observan son generalmente leves o moderadas. Con esta vacuna como con cualquier otra puede haber reacciones adversas más graves, como las reacciones alérgicas u otras, pero éstas son muy poco frecuentes.

Dado el número elevado de ciudadanos que han participado en los ensayos clínicos es lógico pensar que ya se han podido identificar las reacciones adversas más frecuentes. Con las primeras vacunas que ya se están utilizando en EE. UU., Reino Unido y la Unión Europea (BioNTech & Pfizer, Moderna, Oxford-AstraZeneca) se han puesto ya millones de dosis.

Pero cuando las vacunas se aprueban, el trabajo no ha acabado. Al igual que con el resto de medicamentos, las agencias ponen en marcha sistemas de farmacovigilancia que permiten identificar reacciones adversas que sean muy poco frecuentes o que excepcionalmente puedan ocurrir tras un tiempo de haber recibido la vacuna. Para controlar precisamente cualquier efecto adverso que pueda surgir en los próximos meses, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha elaborado un plan de vigilancia en el que se prioriza el análisis de los posibles acontecimientos adversos que sean notificados tanto por los profesionales sanitarios como la ciudadanía y que puedan producirse tras la vacunación.

¿Qué quiere decir que una vacuna es eficaz?

Eficaz quiere decir que la vacuna es capaz de protegernos de la enfermedad. Ninguna vacuna protege al 100 % de los sujetos vacunados, pero cuando se aprueban es porque han demostrado un grado de protección suficientemente alto como para determinar que los beneficios que aporta la vacuna son mayores que los riesgos. En estas vacunas en concreto la eficacia que se ha demostrado en los ensayos clínicos ha sido del 95 % para la de BioNTech & Pfizer y 94 % para la de Moderna.

Para conseguir el máximo de protección posible y la máxima duración de la protección que estas vacunas nos pueden proporcionar, son necesarias dos dosis. Es además importante  garantizar que sean administradas en las condiciones aprobadas por la agencia reguladora (Agencia Europea del Medicamento).

¿Cómo se han producido tan rápidamente estas vacunas?

Gracias al esfuerzo de toda la comunidad científica y a la contribución con grandes cantidades de dinero público para que las distintas etapas del desarrollo pudieran llevarse a cabo en el menor tiempo posible. Pero ello se ha hecho respetando todas las etapas necesarias para asegurar que las vacunas tienen las garantías de calidad, seguridad y eficacia.

¿Habrá efectos a largo plazo con estas vacunas?

Para esta preocupación actualmente no existe aún una respuesta definitiva. Ya han pasado 4 o 5 meses desde que se iniciaron algunos de los ensayos clínicos de fase III y no se ha publicado hasta ahora la aparición de ninguna reacción adversa de aparición tardía.

¿De qué me va a proteger la vacuna?

Con las vacunas que tenemos en este momento solo se ha establecido que protegen contra la enfermedad, COVID-19. Pero no está demostrado que impidan que nos contagiemos y podamos transmitir el virus a otras personas, aunque nosotros no enfermemos.

Se ha decidido por ello utilizar las primeras dosis disponibles de las vacunas para proteger a los más vulnerables, a los que tiene más riesgo de sufrir una COVID-19 grave y morir y a aquellos que tienen más riesgo de infectarse.

Algo que se desconoce por el momento es el tiempo que durará la protección. Hay vacunas que protegen toda la vida, como la del sarampión, y otras que tienen una duración más limitada, como la de la gripe. Para las vacunas contra la COVID-19 sabemos de momento que la protección al menos dura 3 o 4 meses, que es el tiempo que llevan los ensayos clínicos en marcha.

¿A quién protege una vacuna?

La vacuna protege a la persona que se vacuna, pero también podemos conseguir el efecto conocido como inmunidad de grupo a condición de mantener inmunizada a la población en número suficiente. La inmunidad de grupo no evita que aparezcan algunos casos, pero sí permite que la transmisión se interrumpa evitando las epidemias. Las vacunas son pues un medio para la protección individual pero también una de las herramientas más poderosas de Salud Pública.

¿Hay alguna vacuna mejor que las demás? ¿Puedo elegir cuál ponerme?

No podemos decir en estos momentos que alguna de las vacunas sea “mejor” que las otras. Ya está en circulación la de BioNTech & Pfizer y la de Moderna lo estará muy pronto. Y seguramente posteriormente se aprobarán otras. Si es posible que no todas tengan exactamente el mismo comportamiento y por ello podrían tener indicaciones diferentes. El uso que se haga de cada una de las vacunas lo decidirán las autoridades sanitarias, quienes tendrán que determinar qué fármaco es mejor para cada grupo social. También puede haber un criterio de precio y de condiciones de transporte y conservación, así como de número de dosis.

¿La vacuna puede causarme la enfermedad?

No. Las vacunas que están utilizándose no contienen el microorganismo por lo que no pueden de ninguna manera producirnos la enfermedad. Lo que sí es posible es que alguna de las personas vacunadas pueda desarrollar síntomas puesto que como se ha dicho ninguna vacuna protege al 100 %. Pero la experiencia con otras vacunas nos dice que generalmente en estos casos la enfermedad es más leve.

¿Con la vacunación puedo olvidarme de las mascarillas, etc.?

No. Durante bastante tiempo, no sabemos exactamente cuánto, toda la población, incluso las personas vacunadas tendremos que continuar con las medidas de prevención que todos conocemos (mascarillas, higiene de manos, distancia social, ventilación) por varias razones:

  • No sabemos en qué medida las vacunas impedirán la transmisión del virus.
  • Tardaremos mucho tiempo en vacunar a la mayoría de la población.
  • Las vacunas necesitan un tiempo desde que se inoculan hasta que se establece el efecto de la protección completa.
  • No conocemos el tiempo exacto que durará la protección.
  • Ninguna vacuna es 100 % eficaz.

Todas estas cuestiones se irán aclarando con el tiempo, pero sí sabemos que aún falta mucho para que las vacunas efectivamente nos permitan controlar la pandemia.

¿La vacuna es obligatoria?

No. En este momento la vacunación en España no es obligatoria. Con la legislación vigente sólo en situaciones muy específicas y por decisión de un juez, se puede obligar a que una persona se vacune. Por lo tanto, es una decisión individual que manifestaremos a través de un consentimiento informado. Recordemos por otro lado que todos y cada uno de nosotros tenemos derecho a recibir la vacuna cuando nos llegue el turno.

¿Hay que vacunarse si ya he pasado la infección?

Sí. Porque aún desconocemos por cuanto tiempo la infección natural nos protegerá y además, porque la experiencia que tenemos nos dice que no hay ninguna contraindicación en hacerlo así.

¿Podemos responder hoy a todas las preguntas que nos hacemos?

No. Esta es una infección nueva y estamos aprendiendo cada día. Hay muchas preguntas sin respuesta aún, pero vamos avanzando y, apoyándonos en estos avances, hay que tomar decisiones para conseguir controlar mejor esta pandemia y evitar la mayor cantidad posible de sufrimiento y muertes, así como los efectos económicos tan devastadores que ha traído. Lo más racional es actuar solidariamente y confiar en la ciencia y en las autoridades sanitarias.