Por Cristina Vallejo, Responsable del área de Consultoría en Gram Audit
En el contexto actual, la capacidad de un negocio para adaptarse al futuro inminente se ha convertido en un requisito clave para su viabilidad.
La evolución progresiva de leyes y normativa orientadas a conducir el negocio o actividad a ser medioambientalmente sostenibles hace que la adaptación de las empresas al cumplimiento de los criterios ESG sea motivo de especial relevancia a incorporar, dentro de la estrategia, buen gobierno corporativo y gestión de riesgos y oportunidades, las cuestiones de sostenibilidad de importancia relativa que les afecten.
Actualmente, no todas las empresas tienen la obligación de publicar un informe de sostenibilidad. Tras la publicación de la Directiva 2022/2464, de 14 de diciembre de 2022, referente a la presentación de información sobre sostenibilidad, quedaron obligadas las empresas de interés público, como son las empresas cotizadas, y las grandes compañías. Sin embargo, el resto de empresas, aun no estando obligadas, en muchas ocasiones se verán impulsadas a implantar medidas sostenibles en la gestión de sus actividades.
El origen procede de las empresas obligadas a reportar información sobre sostenibilidad, que implanten políticas y protocolos que no solo deben cumplir sus grupos de interés internos, sino terceros interesados —como los clientes y proveedores—. Estos son, todas las partes que intervienen en su cadena de valor.
«La evolución progresiva de leyes y normativa orientadas a conducir el negocio o actividad a ser medioambientalmente sostenibles hace que la adaptación de las empresas al cumplimiento de los criterios ESG sea motivo de especial relevancia».
Un nuevo modelo de empresa
La sostenibilidad empresarial es un modelo que va más allá de la rentabilidad financiera, incluyendo también la responsabilidad social y ambiental. Este enfoque permite a las empresas operar de manera que equilibre el bienestar de todas las partes interesadas: accionistas, empleados, comunidades y el entorno.
La sostenibilidad no es simplemente una cuestión de contribuir al cambio climático. Se trata de crear un valor sostenible. Empresas que adoptan prácticas sostenibles a menudo descubren oportunidades para innovar y diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo.
El mero cumplimiento normativo permite avanzar, pero no es suficiente. Para ello los cambios legislativos tienen que estar acompañados de un cambio de cultura, gracias al cual las empresas asuman su papel como agentes principales hacia el cambio a un nuevo modelo de empresa más sostenible.
Ahora bien, las empresas necesitan más asesoramiento para conseguir que este cambio no sea de “maquillaje”, sino que se vea realmente integrado en el seno de la organización a todos los niveles y en todas las operaciones, incluida la forma de hacer negocios.
La falta de orientación es una dificultad añadida para las empresas, especialmente para las PYMES, que no cuentan con el asesoramiento ni con los medios y recursos necesarios para dar ese paso transformador hacia una cultura corporativa más sostenible.
Por último, tenemos que tener en cuenta que la sostenibilidad abre el mercado, y que será para aquellas empresas que se adapten a este nuevo modelo de negocio.
«La falta de orientación es una dificultad añadida para las empresas, especialmente para las PYMES, que no cuentan con el asesoramiento ni con los medios y recursos necesarios para dar ese paso transformador hacia una cultura corporativa más sostenible».
Una respuesta a “La sostenibilidad empresarial para Pymes”
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