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Lo escribe la
Especialista en Ginecología y Obstetricia.Conocer los síntomas del cáncer de mama es fundamental para identificarlos. Esta enfermedad puede afectar a mujeres de cualquier edad desde la adolescencia, pero es más frecuente después de los 50 años. 1 de cada 8 mujeres en España padecerá un cáncer de mama en su vida. No obstante, gracias a los programas de detección precoz y al avance de los tratamientos, el pronóstico ha mejorado notablemente.
¿Cuáles son los primeros síntomas del cáncer de mama y cómo detectarlos?
Esta patología, que también se diagnostica en el sexo masculino en el 1 % de los casos, puede surgir en varias de las estructuras anatómicas de la mama. El Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama nos advierte de que casi 5 mujeres al día son diagnosticadas con esta enfermedad en Euskadi.
Según el caso, se inicia en los lobulillos productores de leche, en los conductos que la llevan hasta el pezón o en el tejido fibroso y graso que rodea a estos elementos. Cuando se disemina a otras partes del cuerpo, lo hace por vía sanguínea o linfática.
La mayoría de pacientes llegan a consulta porque han encontrado un bulto en su mama y/o sienten un dolor inespecífico en los pechos. La primera prueba que hacemos es una mamografía o ecografía. En caso de encontrar un tumor, el siguiente paso consiste en realizar una biopsia en la que se extraen células del área que encontramos sospechosa para examinarlas en el laboratorio y saber si hay células cancerosas. Si concluimos que la paciente tiene cáncer, pasamos a la imagen por resonancia magnética (IRM) de las mamas para realizar una exploración más exhaustiva. El origen y la extensión de cada variedad de tumor determina en buena parte su sintomatología.
A continuación, te explicamos los distintos tipos de cáncer de mama y sus manifestaciones.
Carcinoma lobulillar in situ
El lobulillo es la unidad productora de secreción láctea y el término in situ se refiere a que está confinado en su origen. No se propaga a los tejidos mamarios cercanos y, por lo general, no suele provocar síntomas. Su diagnóstico suele ser casual, durante una biopsia realizada por otro motivo o una mamografía.
Carcinoma lobular invasivo
Al confluir, los lobulillos constituyen los lóbulos, que son invadidos por este tipo de lesión cancerosa. Más adelante, pueden generar metástasis en otras partes del organismo. Entre sus síntomas figuran:
- Un área inflamada e hinchada en la mama.
- Endurecimiento del tejido mamario.
- Cambios en la piel que cubre la zona, como engrosamiento.
- Hundimiento del pezón.
Carcinoma ductal in situ
Este tipo de cáncer se origina en los conductos que llevan la secreción de los lobulillos. El término in situ, nuevamente, se refiere a que se encuentra confinado y generalmente no produce síntomas, aunque en raros casos se nota un nódulo o hay secreción a través del pezón.
Carcinoma ductal invasivo
El 80 % de los cánceres mamarios entra en esta clasificación. Al principio no causa signos detectables, pero más adelante, al infiltrarse en los tejidos, es posible identificar un bulto. Al extenderse, causa otros síntomas de cáncer:
- Inflamación en una parte o la totalidad de la mama.
- Pequeñas depresiones cutáneas (piel de naranja), o irritación persistente.
- Dolor en la mama.
- Hundimiento o secreción a través del pezón.
- Un bulto en la axila del mismo lado.
Por último, es importante que tengas en cuenta que la forma y tamaño de las mamas varían de una mujer a otra. Además, cambian con la edad, los ciclos menstruales, el historial de embarazos y la administración de hormonas. Por esa razón, existen muchos tipos de pechos, lo que en algunos casos dificulta la detección de las lesiones.
Otros tipos de bultos en el pecho
El tejido mamario puede sentirse irregular y hay ocasiones en las que podrás percibir distintos tipos de bultos en el pecho. La mayor parte de estas protuberancias son benignas, pero en cualquier caso es necesaria una evaluación médica para llegar al diagnóstico. Las causas de tumoraciones benignas en la mama son las siguientes.
Quistes mamarios
Son colecciones de líquido rodeadas por una membrana, que pueden alcanzar el tamaño de una naranja. Lo más común es que produzcan algo de dolor y fluctúen con el ciclo menstrual.
Cambios fibroquísticos
El engrosamiento del tejido mamario provoca zonas endurecidas y sensibles. Esta patología también se modifica con los ciclos hormonales.
Fibroadenomas
Se trata de tumores sólidos benignos, que tienen la característica de desplazarse debajo de la piel y ser lisos al tacto. Con el tiempo pueden crecer o desaparecer.
Diagnóstico del cáncer de mama
La autoexploración de las mamas sistemática y frecuente es una de las herramientas fundamentales para conocer nuestros pechos y detectar cambios de manera precoz. Es recomendable realizar autoexploraciones cada 2 o 3 meses siempre después de la menstruación, ya que los pechos tienden a hincharse durante esos días. De igual forma, la mamografía de cribado, realizada cada dos años, es esencial para el diagnóstico temprano. Los ginecólogos recomendamos realizarlas a partir de los 40 años. Actualmente, solo cinco comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja) cuentan con estos programas de detección precoz dentro de su sanidad pública a partir de los 45 años. En el resto de lugares de España, las pruebas de screening se limitan a mujeres entre 50 y 70 años.
Una vez la paciente está diagnosticada, para realizar un seguimiento y entender la evolución de la enfermedad, se emplean los marcadores tumorales. Son análisis muy útiles para determinar el grado de diseminación, monitorear la efectividad de los tratamientos, identificar las posibles recurrencias y estimar el pronóstico. Se trata de sustancias de naturaleza proteica producidas por las células malignas, o bien anticuerpos del organismo que actúan contra ellas.
Entre los más utilizados figuran el CA 15-3, CEA y CA-125. La prueba de células tumorales circulantes o CTC permite identificar las que se han desprendido del tumor y pasan a la sangre.
Se han realizado muchos estudios sobre los marcadores genéticos, por lo que el tratamiento que se ofrece a las pacientes es muy individualizado y en consecuencia, la tasa de recuperación es alta.
Los síntomas del cáncer de mama pueden ser muy diversos y, gracias a la autoexploración y a las mamografías, es posible detectar las lesiones de manera temprana. Aunque en la mayoría de casos no se trate de cáncer, ante cualquier cambio, es imprescindible consultar al médico para llegar a un diagnóstico acertado.