Mercedes Romero (Colegio de Administradores de Fincas de Córdoba): «La existencia de un seguro de responsabilidad civil obligatorio en el administrador de fincas colegiado es una garantía»»

‘Muy Segura’ entrevista a Mercedes Romero Balsera, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Córdoba.

¿Cuáles son los hitos más destacables que mencionaría durante su andadura profesional? ¿Qué considera que le han enseñado?

Volviendo la vista atrás, reconozco que fue decisivo en mi carrera profesional colegiarme como abogada. Este hecho, en el año 1986, podría haberse calificado de osadía, era muy joven, no contaba con antecedentes familiares en la profesión y, además, era madre de un niño de tan solo un par de meses. En esos años no existían muchas facilidades para la incorporación de la mujer al mundo laboral, y menos aún en su faceta de profesional independiente. Pero no por ello la empresa que emprendí, con muchas horas de trabajo y no pocos sacrificios, resultó ser del todo ilusionante.  

A principio de los años 90, y coincidiendo con el nacimiento de mi segundo hijo, surgió la oportunidad de gestionar una comunidad de propietarios. Comprendí, antes de aceptar  el trabajo, que tenía que colegiarme y, por supuesto, prepararme. De esta forma descubrí  cursos,  jornadas y la existencia de congresos que organizaba la profesión para jóvenes administradores. En ellos aprendí, gracias a grandes profesionales, no solamente temas jurídicos que me apasionaban por mi condición de abogada, sino también brillantes ponencias que se dirigían a la práctica diaria del despacho. 

Las primeras asistencias a Congresos despertaron en mí un gran interés por la profesión de administrador de fincas y por colaborar en conseguir un mayor reconocimiento de la misma. Comprendí cómo áreas especificas de otras profesiones incidían de forma directa en el desempeño de la nuestra. Así, era necesaria, además de conocimientos jurídicos, una estrecha colaboración con técnicos de edificación, operarios de las distintas instalaciones que existan en los edificios, compañías aseguradoras y, desde luego, especialistas en psicología y en mediación.

Esto coincidió con mi incursión como vocal en la Junta de Gobierno del Colegio de Córdoba, en la que pronto me designaron como  Vicepresidenta. Y, tras la finalización del gran trabajo de mi predecesor, me eligieron mis compañeros para realizar las funciones de presidenta, encontrándome, actualmente, en el segundo mandato.

«Las primeras asistencias a Congresos despertaron en mí un gran interés por la profesión de administrador de fincas y por colaborar en conseguir un mayor reconocimiento de la misma. Comprendí cómo áreas especificas de otras profesiones incidían de forma directa en el desempeño de la nuestra».

Otro hecho que remarco en mi vida profesional fue la incorporación de uno de mis hijos al despacho, lo que supuso, además de una lógica satisfacción personal, una gran responsabilidad, porque me correspondía ahora ejercer una función que no me había imaginado desempeñar, como era la de servir de referente a una persona joven, con una gran preparación en distintas materias y con ideas arrolladoras, que había que estudiar en muy poco tiempo, para apoyarlas y darles impulso, si significaban avance positivo.

Tengo que señalar que la incorporación de un hombre a un despacho, que durante casi 30 años había estado compuesto exclusivamente por mujeres, no significó ningún cambio, como era de prever.

Por último quiero destacar cómo he sentido a los largo de estos años el reconocimiento de compañeros de profesión, que se ha traducido, entre otros acontecimientos, en invitaciones a participar en múltiples debates, colaboración en organización de jornadas y cursos, intervenciones en materia de administración de fincas en Colegios de Abogados y, por ultimo, en la colaboración con el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, en la celebración de un Pleno en la ciudad de Córdoba, en el pasado 2019, año coincidente con 50 aniversario de la creación de nuestro Colegio.

«Otro hecho que remarco en mi vida profesional fue la incorporación de uno de mis hijos al despacho, lo que supuso, además de una lógica satisfacción personal, una gran responsabilidad».

En cuanto a qué me ha enseñado la profesión de administrador de fincas a nivel personal, indicar que, evidentemente, la vida es un continuo aprendizaje y a medida que avanzamos en años, la profesión va modelando el carácter de una persona. Yo he podido descubrir, gracias a mi profesión, que se ha creado en mí una mayor seguridad para resolver los distintos problemas que el día a día me  plantea. Esto no significa que siempre se resuelvan favorablemente, pero sí que compruebas que has ido creando los mecanismos para enfrentarte a ellos.

Nuestro trabajo conlleva una tarea importante de resolución de todo tipo de problemas e incidencias que surgen en un edificio y con sus habitantes, con cuestiones económico-contables, técnicas y también de relaciones humanas. Siempre procuro una atención personal con el cliente y entiendo que con ello favorezco su confianza. Así, la cercanía con el cliente y la empatía también han sido grandes enseñanzas que la profesión me ha proporcionado.

Todos los retos a los que me he venido enfrentando han hecho que, con mirada retrospectiva, considere que aquella osadía de hace casi 35 años fue una decisión muy acertada.

«Nuestro trabajo conlleva una tarea importante de resolución de todo tipo de problemas e incidencias que surgen en un edificio y con sus habitantes, con cuestiones económico-contables, técnicas y también de relaciones humanas».

Tras casi ocho años al frente del Colegio de Administradores de Fincas de Córdoba, ¿qué retos más importantes identifica a lo largo de esta trayectoria?

Hay que destacar que uno de los retos a los que nos hemos enfrentado es la completa digitalización del Colegio y de los despachos, tema que ha sido común en todos los colectivos profesionales.

Se impulsan desde el Colegio el conocimiento de distintas plataformas que facilitan las certificaciones digitales, la tramitación de los siniestros con compañías de seguros, contrataciones, certificaciones para documentos notariales etc. Es decir, distintas herramientas que van surgiendo para que nuestro trabajo se desarrolle de forma eficiente

En los últimos años, con las instrucciones de la Agencia Tributaria sobre las obligaciones en esta materia de las comunidades de propietarios, nos hemos visto obligados a una completa actualización en esta formación, para trasladar a nuestros clientes cómo deben cumplir las obligaciones que se aprueban.

También podemos señalar la creación, con un grupo de profesionales y de instituciones con ámbito provincial de Córdoba, de una asociación para la rehabilitación edificatoria, en la que nuestro Colegio desempeña la secretaría de la misma y en el que coincidimos todos los colegios profesionales que intervienen en un proyecto de edificación: constructores, asociaciones de técnicos, colegio de abogados, consejería y empresa municipal de vivienda.

Constituida con el objetivo  de mantener y rehabilitar las viviendas y sus espacios comunes, conseguir ciudades más accesibles, más limpias, donde estén cuidados los espacios urbanos y la mejora de la eficiencia energética y el medio ambiente. Para ello es necesario que nuestros edificios se vayan adaptando a nuevas necesidades que mejoren su habitabilidad, priorizando la accesibilidad universal.

«Se impulsan desde el Colegio el conocimiento de distintas plataformas que facilitan las certificaciones digitales, la tramitación de los siniestros con compañías de seguros, contrataciones, certificaciones para documentos notariales etc».

Como institución, destacamos también nuestra colaboración en temas de protección civil, medio ambiente y con el Instituto Andaluz de la Mujer en tema de violencia de género.

El Colegio preconiza también la participación y unión entre compañeros, y especialmente la integración de los nuevos colegiados.

La Junta de Gobierno impulsa una continua información a los colegiados para que conozcan toda la normativa que se publica y las circulares que nos remiten otros Colegios territoriales y Consejo Andaluz y Consejo General.

«Como institución, destacamos también nuestra colaboración en temas de protección civil, medio ambiente y con el Instituto Andaluz de la Mujer en tema de violencia de género».

¿Qué funciones prioritarias poseen los Colegios de Administradores de Fincas?

Según sus estatutos, el Colegio de Administradores de Fincas además de funciones de organización de actividades y servicios de carácter cultural y asistencial, elaboración de presupuestos, etc, debe garantizar que los colegiados cumplan el nivel de aseguramiento. La existencia de un seguro de responsabilidad civil obligatorio en el administrador de fincas colegiado es una garantía.

Además, destacamos que el Colegio cuenta con un servicio de atención a los consumidores y usuarios para atender quejas y reclamaciones referidas a la actividad colegial o de los colegiados.

Los colegios profesionales no pueden olvidar la formación. Por ello, se organizan periódicamente cursos y seminarios y se facilita la asistencia a jornadas y congresos. Con los avances tecnológicos impulsamos, igualmente, la participación en el aula virtual que organiza el Consejo General.

«Los colegios profesionales no pueden olvidar la formación. Por ello, se organizan periódicamente cursos y seminarios y se facilita la asistencia a jornadas y congresos».

¿Cuáles son los cambios más significativos que ha atravesado este órgano a lo largo de todo este tiempo?

Los Colegios de Administradores de Fincas son instituciones relativamente jóvenes que han sabido adaptarse a los vertiginosos cambios que han existido en nuestra sociedad.

En nuestro Colegio participan en la Junta de Gobierno seis compañeras, superando en numero a los compañeros, por lo que la conciliación familiar está muy presente en cuanto a horarios, días de celebración de reuniones e, incluso, de celebración de actos lúdicos que permitan la participación de la familia. Esto lo hacemos extensivo a los actos deportivos que celebramos entre colegiados, fomentando que todos los miembros puedan participar en ellos.

«En nuestro Colegio participan en la Junta de Gobierno seis compañeras, superando en numero a los compañeros, por lo que la conciliación familiar está muy presente».

Hemos impulsado campañas publicitarias en las que se ha destacado la marca administrador de fincas colegiado como señal de confianza para el propietario y también de tranquilidad. No puede olvidarse que velamos por el mantenimiento de una de las principales, algunas veces la única, inversiones que realiza una persona a lo largo de su vida, como es su vivienda, lo que tiene una gran importancia económica y social.

Las distintas corrientes políticas han tratado de diferente forma la permanencia de los colegios profesionales, pero se ha demostrado que es una garantía para el ciudadano, como consumidor, contar con un profesional colegiado.

«No puede olvidarse que velamos por el mantenimiento de una de las principales, algunas veces la única, inversiones que realiza una persona a lo largo de su vida, como es su vivienda, lo que tiene una gran importancia económica y social».

En una entrevista que le realizaron el año pasado en Diario Córdoba, afirmaba que el principal problema existente en las comunidades es el económico. Dado el contexto de desescalada de una crisis sociosanitaria y económica como la que estamos atravesando a nivel global en nuestro país, ¿qué papel jugará en adelante el administrador de fincas, y qué desafíos le esperan?

En esta crisis ha quedado patente una gran unión entre los compañeros y entre todos los colegios, máxima y rápida información por los Consejos Andaluz y Consejo General de Administradores de Fincas, y esto ha facilitado un único criterio en nuestras comunicaciones a nuestros clientes. No hay que olvidar que el confinamiento se ha desarrollado en las viviendas y hemos trasladado normas de higiene y limpieza, las salidas de menores y el uso de zonas comunes, realización de obras etc. Esto ha contribuido a un mayor acercamiento a todos los ciudadanos que ocupan dichas viviendas, pues los administradores de fincas contamos con tecnología y medios para llegar inmediatamente a todos ellos.

Los propietarios de viviendas y locales y, en general, todas las personas, nos tememos que vamos a sufrir unas consecuencias económicas desfavorables. Nos han llegado ya comunicaciones de personas que no pueden atender la totalidad de las cuotas de comunidad, pero estoy segura de que sus vecinos flexibilizarán la exigencia en los pagos y estas circunstancias esperemos sean transitorias, volviendo a la normalidad.

En la anterior crisis estas situaciones se pudieron superar y aquellos propietarios que pasaban dificultades económicas no recibieron actitudes instigadoras para el pago por parte de sus vecinos; con formulas de aplazamiento, pudieron ponerse al día. Creo que todos hemos reconocido el trabajo de las personas que están cuidando, manteniendo y limpiando los edificios, los ascensoristas, reparadores y aseguradores, y a todas estas empresas hay que atenderlas la necesidad y la importancia de su trabajo. Siempre se ha contemplado, pero con la crisis sanitaria se ha hecho aún más evidente.

Sí tengo claro que no habrá ninguna oportunidad para el “moroso profesional”. Para esta situación existen medidas legales y en las comunidades de propietarios están perfectamente identificados, siendo una situación en extinción, por suerte para todos.

Desde el Colegio apoyaremos e impulsaremos la rehabilitación en los edificios, buscando vías de subvención o financiación, porque será muy necesario en la recuperación económica. Será una oportunidad para dinamizar el sector de la construcción y las empresas locales que, junto al turismo, tienen el mayor peso económico en nuestra ciudad.

«Creo que todos hemos reconocido el trabajo de las personas que están cuidando, manteniendo y limpiando los edificios, los ascensoristas, reparadores y aseguradores, y a todas estas empresas hay que atenderlas la necesidad y la importancia de su trabajo».

¿Qué próximos pasos emprenderá su Colegio en el medio plazo?

Como toda la sociedad, nos tenemos que adaptar a los cambios en las reuniones profesionales y sociales. Así se implantarán las nuevas tecnologías con reuniones telemáticas, no solo de miembros de Juntas de Gobierno, sino incluso de juntas de propietarios, con las dificultades que tiene para personas de avanzada edad, que no tienen facilidad para el manejo de las mismas. También hay que regular el acceso a piscinas, zonas deportivas y recreativas en las comunidades.

Los administradores de fincas tenemos previsto que la nueva ley de Propiedad Horizontal se adapte a la realidad social, y estamos pendientes de cómo se resuelve en los tribunales la implantación de viviendas de uso turístico en edificios residenciales, pues aunque está aprobada la limitación de las mismas con unas mayorías cualificadas, este tema, con la crisis, supongo que también será objeto de grandes debates.

Así nos preparamos para el medio plazo, sin olvidar que en nuestra labor impera la inmediatez y la necesidad de anticiparnos a las necesidades de nuestros clientes, para lo que siempre estamos preparados, ya que esa es la forma de desempeñar nuestro trabajo.

«En nuestra labor impera la inmediatez y la necesidad de anticiparnos a las necesidades de nuestros clientes, para lo que siempre estamos preparados, ya que esa es la forma de desempeñar nuestro trabajo».

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