Mirenchu del Valle (UNESPA): «Lo sobresaliente del seguro es, sin lugar a duda, su aportación a la sociedad»

‘Muy Segura’ entrevista a Mirenchu del Valle Schaan, Presidenta de UNESPA.

¿Cómo está siendo su desarrollo en la responsabilidad como presidenta de UNESPA? ¿Qué momentos clave enriquecedores para usted lleva acumulados hasta la fecha y por qué los considera como tales?

La verdad es que han sido unos meses ciertamente intensos. Aunque formaba parte de la casa desde hace muchísimos años, la asunción de nuevas responsabilidades constituye una oportunidad para retomar contacto con mucha gente y conocer también a personas nuevas. Nuestra actividad institucional ha sido un no parar desde la pasada primavera hasta hoy. Es fundamental potenciar el diálogo con todas las partes interesadas, ya sea la Administración Pública, los interlocutores sociales o los representantes de colectivos; tanto a nivel nacional como internacional.

El seguro representa el 5,3% del PIB. Protegemos a familias, empresas e instituciones de los riesgos a los que se ven expuestas. Mi prioridad, por lo tanto, es situar el seguro en el lugar que le corresponde por su relevancia social, poner de manifiesto el papel que podemos jugar en la transición hacia una economía más justa y sostenible. También debemos trasladar que el seguro puede, a través de la colaboración público-privada, ayudar a afrontar algunos de los grandes desafíos que tiene la sociedad española por delante, como pueden ser los efectos del envejecimiento demográfico (pensiones, salud, dependencia…) o los fenómenos climáticos.

Estoy muy ilusionada con mi nueva función y responsabilidades; y me encanta el papel que desempeña el sector.

«Mi prioridad es situar el seguro en el lugar que le corresponde por su relevancia social, poner de manifiesto el papel que podemos jugar en la transición hacia una economía más justa y sostenible».

¿Qué cambios más relevantes experimenta la industria aseguradora en un momento como el actual?

Los desafíos del mercado asegurador son, al final del día, los mismos que tiene la sociedad española. Ante todo, merece la pena destacar la necesidad de cerrar la brecha de aseguramiento.

El déficit de protección del país se plasma en varios ámbitos. El envejecimiento demográfico, por ejemplo, deriva en unas mayores necesidades en materia de pensiones, salud y dependencia. El cambio climático, por su parte, genera fenómenos meteorológicos extremos más intensos, extensos y frecuentes y, consecuentemente, que causan más daños sobre el patrimonio y la vida de las personas. Por otro lado, se encuentra el reto de la ciberseguridad. El desarrollo de la digitalización conlleva muchas ventajas, pero también el riesgo de que los ciberincidentes alcancen magnitudes de carácter sistémico.

El objetivo del sector asegurador es concienciar a la ciudadanía sobre sus vulnerabilidades, ayudarle a identificarlas y protegerse.

«El déficit de protección del país se plasma en varios ámbitos. El envejecimiento demográfico, por ejemplo, deriva en unas mayores necesidades en materia de pensiones, salud y dependencia».

¿Cuál es su visión acerca del concepto “transformación digital” y el modo en el que la afrontan los diversos protagonistas que forman parte del mercado del seguro?

Cada entidad aseguradora tiene sus propios planes de transformación digital, como es lógico. Desde UNESPA hacemos seguimiento a los proyectos sobre digitalización y podemos aportar la perspectiva normativa. Es decir, cómo la legislación puede afectar a la adopción de las nuevas tecnologías.

La semana pasada, el Parlamento Europeo aprobó la propuesta de Reglamento sobre Inteligencia Artificial, con un enfoque basado en el riesgo: a mayor riesgo, normas más estrictas. De esta manera, los sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo estarán sujetos a un conjunto de requisitos y obligaciones de transparencia, gobernanza y control.

El texto presentado, que sólo está pendiente de su publicación en el DOUE, incluye en esa lista de alto riesgo el uso de la IA para la tarificación de seguros de vida y enfermedad. El establecimiento de requisitos adicionales, en términos de control supervisor y refuerzo de la gobernanza, como consecuencia de esta calificación, pueden limitar el avance de la digitalización en estos seguros lo cual puede ir, en muchos casos, en perjuicio de los propios asegurados.

Según los expertos, si la Inteligencia Artificial se incorporara a los sistemas sanitarios, permitiría una actuación preventiva mejor y, por lo tanto, más eficiente. No habría que esperar a que la gente enfermara. Los sistemas sanitarios con Inteligencia Artificial podrían aprovechar los datos de los asegurados para aconsejar tratamientos y prevenir enfermedades de los pacientes.

El uso de la IA en seguros se rige además por principios éticos establecidos por el supervisor europeo (EIOPA) que han sido plenamente asumidos por la industria. Entre estos principios se encuentra la obligación de no discriminación. UNESPA fue pionera con la edición, hace un par de años, de una Guía del uso ético de la inteligencia artificial en el sector asegurador.

«Los sistemas sanitarios con Inteligencia Artificial podrían aprovechar los datos de los asegurados para aconsejar tratamientos y prevenir enfermedades de los pacientes».

La gestión de los datos está, asimismo, estrechamente ligada al proceso de digitalización y así lo percibimos en el propio proceso normativo. En 2023, la Comisión Europea lanzó una propuesta de Reglamento relativo al marco para el acceso a los datos financieros (FIDA, en inglés) cuyo objetivo es dar a los particulares más control sobre sus datos financieros. En este ámbito, lo deseable es que la norma no lastre la capacidad de las aseguradoras de poner la innovación al servicio de los clientes. Se debe aclarar que en ningún caso las entidades deberían estar obligadas a compartir datos que hayan generado, analizado y enriquecido ellas mismas, dado que este tipo de datos están protegidos por el secreto comercial y la propiedad intelectual.

El Reglamento sobre la resiliencia operativa digital del sector financiero (DORA, en inglés) describe, entre tanto, los elementos que han de conformar el proceso de gestión del riesgo tecnológico en las aseguradoras. Es decir, requiere que las aseguradoras cuenten con medidas para evitar, minimizar y reponerse de incidentes digitales.

Por último y también relacionado con el proceso de digitalización e innovación, desde el sector asegurador insistimos en la necesidad de adaptar la normativa vigente y, en concreto, la Ley de Contrato de Seguro a la realidad tecnológica actual y a los hábitos sociales en la contratación de servicios. Este texto, cuyo origen se remonta a 1980, contempla algunas obligaciones que constituyen una traba a la innovación. Es igual de necesario que la normativa en proceso de elaboración tenga presente la digitalización como que las normas que están vigentes no generen obstáculos a la innovación.

«El Reglamento sobre la resiliencia operativa digital del sector financiero (DORA, en inglés) describe, entre tanto, los elementos que han de conformar el proceso de gestión del riesgo tecnológico en las aseguradoras».

En materia de RSC, ¿hacia dónde se encaminan las acciones del sector y cuáles de ellas tienen una mayor relevancia e impacto en nuestro entorno?

La mayor parte de las aseguradoras tiene una intensa actividad en materia de responsabilidad social y corporativa. En concreto, tres de cada cuatro disponen de una política de RSC estructurada. Una proporción similar publica un informe de RSC periódicamente y, prácticamente todas, cuentan con un código ético o de conducta. Casi la mitad de las entidades (un 47%, para ser exactos) dispone de un programa de voluntariado corporativo. Y un 67% de los grupos efectúa donaciones de naturaleza social.

Las fundaciones de las aseguradoras abordan todo tipo de temas. Sus principales líneas de trabajo son la lucha contra la exclusión social (28%), la promoción de la cultura (22%), el fomento de la seguridad vial (11%) y el apoyo a la investigación científica (10%). La proporción de estas partidas varía algo de año en año. Por ejemplo, a raíz de la pandemia de coronavirus, las donaciones a programas de acción social se dispararon hasta abarcar el 44% del presupuesto en 2021.

En este punto me gustaría destacar la puesta en marcha, precisamente en 2020, del fondo solidario del seguro. El seguro fue el único sector que fue capaz de constituir una herramienta a través de la cual se abordaron de manera holística y coordinada los retos que nos puso la COVID-19 por delante. En un principio, aseguramos al personal de centros sanitarios y sociosanitarios. Hablamos de un seguro de vida para 1 millón de personas. El mayor de la historia de España. Y cuando lo peor hubo pasado, las aseguradoras apoyaron financieramente el desarrollo de una vacuna española y de otros programas de investigación; y respaldaron a los colectivos más vulnerables a través de donaciones a ONG de referencia.

«El seguro fue el único sector que fue capaz de constituir una herramienta a través de la cual se abordaron de manera holística y coordinada los retos que nos puso la COVID-19 por delante».

¿Qué asignaturas pendiente tiene el mercado? ¿Por qué?

El mercado asegurador tiene dos grandes tareas sobre la mesa: reducir el déficit de protección.

Como he mencionado antes, el déficit de protección del país se plasma en varios ámbitos: el envejecimiento demográfico, el cambio climático y los riesgos cibernéticos. Todas estas cuestiones se materializan en eso que en el seguro llamamos el “gap de aseguramiento” o “déficit de protección”. Nuestra misión, nuestro reto como sector, es cerrar esa brecha y lograr una sociedad adecuadamente preparada para los desafíos que tiene por delante. El objetivo del sector asegurador es concienciar a la ciudadanía sobre sus vulnerabilidades, ayudarle a identificarlas y protegerse.

«El déficit de protección del país se plasma en varios ámbitos: el envejecimiento demográfico, el cambio climático y los riesgos cibernéticos».

En el lado contrario, ¿dónde calificaría de Sobresaliente en lo que se refiere a funcionamiento y aportación sectorial a la sociedad y a la economía?

Lo sobresaliente del seguro es, sin lugar a duda, su aportación a la sociedad. El seguro es la red de seguridad de la sociedad. Cuida de familias, empresas e instituciones. Cada año financiamos 170 millones de actos médicos, resolvemos 5,2 millones de incidentes en hogares y comunidades de propietarios, reparamos 4,9 millones de automóviles y damos 4,1 millones de asistencias en carretera. También nos hacemos cargo de 320.000 sepelios. Además, gestionamos los ahorros de 9 millones de personas a través de seguros y de otros 4,4 millones de partícipes en planes de pensiones.

Toda esta actividad nos ha convertido en un movilizador de la actividad económica de primer orden. Contamos con una amplísima red de proveedores locales: albañiles, fontaneros, mecánicos, gruistas, abogados, médicos… El seguro genera una demanda de servicios que se traduce en actividad económica distribuida por toda España. A través de estas prestaciones, el seguro crea cientos de miles de puestos de trabajo, tanto en las ciudades como en los pueblos. El sector asegurador cuenta con una amplia presencia física en todos los rincones de España. A esto se suma la red de puntos de atención del seguro que está compuesta por agentes, corredores, sucursales bancarias y oficinas propias. La capilaridad de la red de atención del seguro y sus colaboradores contribuye a la cohesión territorial de España.

«Lo sobresaliente del seguro es, sin lugar a duda, su aportación a la sociedad».

Mujer e igualdad, ¿cómo se está gestionando la presencia y notoriedad femenina en la industria? ¿Qué más acciones cabe desarrollar o potenciar para alcanzar o, si ya fuera el caso, para conservar los logros obtenidos en materia de igualdad real?

Hace unos años se creó en el sector Empower Women in Insurance o Red EWI. Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar la presencia de la mujer en los puestos de dirección del sector asegurador y dotarle de mayor visibilidad dentro de la industria.

La Red EWI se marcó al echar a andar un objetivo muy concreto en materia de promoción de la mujer: que en 2025 el 40% de los directivos del seguro fueran mujeres. Al marcarse esta meta, el seguro se ha convertido en un ejemplo para otras industrias. De hecho, en materia de promoción de la igualdad vamos por delante de lo que dice la legislación.

La Red EWI implica a profesionales de todo el sector. Ya sean de aseguradoras, mediadores, actuarios… Y desarrolla varias iniciativas para lograr sus metas. Entre todas ellas me gustaría destacar dos:

  • La creación de un Observatorio de la Igualdad del sector asegurador: Desde este observatorio se realiza con carácter anual una revisión del proceso de promoción de la mujer a puestos directivos en nuestra industria.
  • La constitución de un directorio público de mujeres directivas del seguro. Este directorio ayuda a quienes organizan foros o jornadas a identificar a mujeres directivas y contactarlas para que ejerzan de ponentes.

Red EWI ejerce, además, de un punto de encuentro en el que las mujeres y los hombres podemos interactuar y desarrollar relaciones profesionales en condición de igualdad, porque si algo desea Red EWI es que en este proceso participen también los varones.

Por otra parte, merece la pena destacar que cerca de la mitad de las aseguradoras cuenta con planes de desarrollo de carrera formales. Y aquí, debo subrayarlo, las grandes beneficiadas de su existencia son las mujeres. Ellas constituyen el 52% de las personas adscritas a estos planes de carrera.

«En materia de promoción de la igualdad vamos por delante de lo que dice la legislación».

¿Qué mensaje quiere lanzar a nuestros lectores?

Muy Segura es una publicación enfocada a poner en valor la presencia de la mujer en el sector asegurador. Por esta razón, me gustaría poner en contexto la incorporación de la mujer a esta industria a lo largo de las últimas décadas. Este proceso ha sido muy llamativo. A finales de los años ochenta, nosotras representábamos aproximadamente un tercio de la fuerza laboral del seguro, según la Encuesta de Población Activa, la EPA. Como se podrán imaginar, la presencia de las mujeres en puestos directivos era testimonial por aquel entonces. En comparación, la mujer representa hoy el 54% de la fuerza laboral de la industria del seguro y es habitual vernos dirigiendo departamentos, al frente de aseguradoras o sentadas en los consejos de administración.

Los datos de la EPA nos muestran que, mientras que la presencia femenina en el mercado laboral se ha triplicado desde finales de los años ochenta, en el sector asegurador se ha multiplicado por seis. Hoy, las mujeres representan el 46% de los trabajadores en España. En las aseguradoras somos, repito, el 54%. Es decir, ocho puntos porcentuales más.

El seguro ha sido capaz de atraer talento femenino, ¿pero por qué? Ciertamente, formar parte de eso que llamamos el sector de los servicios ha ayudado. La mujer se ha incorporado con mayor presteza a labores de oficina que a las de un sector agrario que, fruto del proceso de mecanización, ha reducido a ojos vista su peso en la masa laboral española; o a las actividades de la industria y la construcción, que están altamente masculinizadas. El sector terciario ha sido capaz de atraer más a las mujeres que el primario o el secundario.

Pero es que, más allá de las condiciones en que se desarrolla el trabajo, el seguro es un sector que resulta muy atractivo como salida laboral con carácter general. En primer lugar, por su finalidad. El seguro tiene una inequívoca vocación social que hace que el trabajo sea gratificante en sí mismo. Cada día, uno contribuye a que las cosas sean un poco mejor para los demás y eso es un estímulo individual muy claro.

Además, las aseguradoras destacan por ofrecer trabajo de calidad. Las tasas de contratación indefinida en el seguro no tienen rival en la empresa privada. Prácticamente todos nuestros trabajadores tienen contrato indefinido. Esta estabilidad del empleo sólo es comparable a la que ofrece la Administración Pública.

«La mujer representa hoy el 54% de la fuerza laboral de la industria del seguro y es habitual vernos dirigiendo departamentos, al frente de aseguradoras o sentadas en los consejos de administración».

El empleo en el seguro despunta, también, por encontrarse entre los 10 mejor retribuidos de España. Y se caracteriza, asimismo, por contar con una política de beneficios sociales activa. En el seguro, beneficios como los seguros de vida o los seguros de salud privados para los trabajadores están muy extendidos. Además, las aseguradoras tienen adscritos a todos sus trabajadores a esquemas de previsión social complementaria. En el seguro predicamos con el ejemplo y nos hemos adelantado a lo que, después, ha promulgado la legislación. Favorecemos que quien trabaja con nosotros pueda acumular unos ahorros durante su carrera laboral para que, cuando llegue la edad de jubilación, pueda mantener el nivel de vida que disfrutó estando en activo.

El seguro contempla igualmente la conciliación a través de diversas medidas y, al hacerlo, permite a sus empleados desarrollar una trayectoria laboral sin renunciar a la vida personal. Esto es especialmente importante para las mujeres, porque sobre ellas recae lamentablemente una mayor carga de las tareas en el hogar.

Otro elemento de atracción de que disponen las aseguradoras para las mujeres es su apuesta por la formación continua. Cada empleado cursa, de media, unas 33 horas de formación al año. Y como he dicho antes, las mujeres conforman la mayor parte de los beneficiarios de los planes de carrera. Por lo tanto, el seguro invierte especialmente en su preparación.

Las mujeres ocupan, en la actualidad y con carácter general, un tercio de los puestos directivos del seguro. No hay igualdad todavía, es verdad. pero su presencia ya es incluso mayoritaria en ciertos departamentos. Ellas dirigen siete de cada 10 Departamentos de ‘Compliance’ y seis de cada 10 Departamentos de Recursos Humanos. También están al frente de cerca de la mitad de los departamentos de Comunicación y de Marketing. En el extremo opuesto, no hay que obviar que la presencia de directivas es menor en los departamentos Comercial, Administrativo, en Informática y, sí, todavía escasean en Dirección General.

La mujer ocupa, actualmente, tres de cada 10 puestos en los comités de dirección de las aseguradoras. Su peso es menor si analizamos los consejos de administración, donde representan a dos de cada 10 consejeros. Pero aquí se ve un cambio importante: casi la mitad de los puestos renovados en consejos en 2022 fue para una mujer.

La paridad no se ha logrado en el seguro todavía, eso está claro. Actualmente, manejamos ratios de presencia femenina de entre el 20% y el 33%, según estemos midiendo asientos en los consejos o puestos en los comités de dirección.

Además, es importante destacar que, en materia de promoción de la mujer a puestos directivos, España se encuentra completamente en línea con otros países de Europa Occidental. En otras palabras: nos encontramos en la vanguardia mundial.

«Las mujeres ocupan, en la actualidad y con carácter general, un tercio de los puestos directivos del seguro. No hay igualdad todavía, es verdad. pero su presencia ya es incluso mayoritaria en ciertos departamentos».