¿Puedo dejar de pagar la hipoteca conjunta tras el divorcio?

Laura Dubà, abogada de ARAG, nos explica si se puede dejar de pagar la hipoteca conjunta tras un divorcio o si es posible salir de ella.

Una de las mayores preocupaciones que tienen los cónyuges cuando se divorcian es qué sucede con la hipoteca conjunta. El préstamo hipotecario es una deuda solidaria que asumen ambos, la gran mayoría abonando cada uno de ellos la mitad del préstamo. Independientemente de quién tenga atribuido el uso de la vivienda familia, los cónyuges responden de la hipoteca si el contrato de préstamo está a nombre de los dos.

¿Qué sucede si tengo una hipoteca conjunta y me divorcio?

En un divorcio o separación hay que tener en cuenta que la hipoteca es un contrato que los cónyuges hicieron en su día con el banco, por lo que cada uno de ellos estará obligado a pagar en función de cómo esté dispuesto en el título.

Como se trata de una deuda solidaria, al banco le es indiferente quién pague: si uno de los cónyuges o ambos. No obstante, si uno de los cónyuges asume el pago de la totalidad de la hipoteca, podrá reclamarle al otro la parte correspondiente, más los intereses.

¿Puedo salir de la hipoteca conjunta?

Existen varias posibilidades para poder salir de la hipoteca conjunta tras el divorcio, que son las siguientes:

  • Vender la vivienda a un tercero y liquidar la deuda. De haber sobrante, los cónyuges se lo repartirán en proporción a la cuota de participación de la propiedad.
  • Extinción del condominio y adjudicación a uno de los cónyuges. A parte de que pueda haber entre los cónyuges bonificaciones fiscales, será posible siempre y cuando el banco acepte la solvencia de un único titular.
  • Realizar con el banco una dación en pago.