Quererse a sí mismo, aprovechar el tiempo libre y evitar el estrés: claves para una vida «más larga y más ancha»

Redacción ‘MS’- Cada vez son más las personas en Euskadi que presentan enfermedades crónicas. La mejora de las condiciones de vida y de la sanidad propicia que se vivan más años y que cada vez se controlen mejor enfermedades como la diabetes, la insuficiencia cardiaca, la hipertensión, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia renal o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Tal y como destaca el Dr. José Pablo García Ortiz, médico de cabecera de IMQ, con motivo del Día Mundial del Autocuidado, que se celebra anualmente cada 24 de julio, «cuidarse o autocuidarse es la mejor manera de poner los medios para que nuestra vida sea ‘más larga y más ancha’ y que consigamos hacernos muy mayores sin nunca hacernos viejos. Para lograr esta meta de vida saludable, los humanos dependemos fundamentalmente de cuatro factores para que nuestra existencia sea más o menos larga y disfrutada: la genética, el azar, el medio en el que nacemos y vivimos, y el autocuidado de la salud».

Según explica el Dr. García Ortiz, de los cuatro factores anteriores, «sólo el autocuidado depende totalmente de cada uno. Aquí es donde cada cual elige cuidarse o no, querer a su cuerpo como si fuera su mejor amigo o tratarlo como al peor de sus enemigos. De ello dependerá en gran medida la evolución de nuestra vida, las enfermedades que podamos contraer, la longevidad que alcancemos y, en definitiva, nuestra salud».

Para facilitar la consecución de un estilo de vida en el que esté presente el autocuidado, desde IMQ se hace hincapié en la labor de la medicina de Familia, consistente en «la promoción de la salud física y mental de nuestros pacientes en sus vertientes preventiva y curativa, y en la ayuda a sobrellevar y cuidar de las enfermedades crónicas en las mejores condiciones posibles. Además, tratamos de ayudar a las personas a entender que, en la medida en que cada cual se cuide, avanzará su edad de forma más o menos saludable», destaca el Dr. García Ortiz.

Así, el médico de atención primaria de IMQ, propone un sencillo decálogo con los consejos más habituales en las consultas de medicina general y de familia, de cara a la promoción de la salud y del autocuidado.

  • Cuide su alimentación. Dieta mediterránea: frutos de la vid, trigo y olivo, pero con moderación. Fruta y verdura a diario. Más pescado salvaje que carne en general. Mejor carnes blancas, frutos secos y control de los hidratos de carbono.
  • Vigile el peso. La obesidad complica mucho la llegada a edades longevas y condiciona muchas enfermedades, como la diabetes, la hipertensión, etc.
  • Huya de los tóxicos reconocidos. El tabaco es el mayor causante de enfermedades y de fallecimientos en nuestra sociedad. Y es evitable. No fumar hace que el riesgo por ello sea cero. Huya de otros tóxicos adictivos o no. Consuma poco alcohol, preferiblemente fermentados mejor que destilados.
  • Haga ejercicio moderado y mantenido en el tiempo. Procure activar todo el cuerpo. Al menos tres veces por semana. Haga el ejercicio o deporte que le haga disfrutar, con el que vea que su cuerpo se encuentra a gusto, disfrutando, con amigos o en solitario. Sin someterse a esfuerzos excesivos y con controles de salud periódicos, sobre todo, por encima de los cincuenta años.
  • Cuide las horas de sueño. Un buen descanso hace que todo el cuerpo se restablezca para el día siguiente.
  • Evite el estrés. Es el gran mal de nuestro tiempo y causante de mucha sobrecarga cardiovascular por la descarga de adrenalina, la hipertensión y la ansiedad acompañantes.
  • Cuide su aspecto y aprenda a quererse a sí mismo, aceptando sus “miserias” y sus virtudes. Cuidarse y darse ciertos toques de alegría en la presentación ante los demás ayuda a sentirse mejor.
  • Mire hacia su “espejo interior”. Dedique un rato, “aunque solo sea los días impares” e investigue en su ser interno. Allí vemos cómo somos, qué queremos y qué no queremos, y podemos tomar decisiones de vida.
  • Aproveche el tiempo libre. Disfrútelo. Tener hobbies que le gratifiquen es una gran forma de compensar los sinsabores de otras facetas de la vida. Saber gestionar el tiempo de ocio es un arte y prepara los años de vida después de la jubilación. Si las actividades son creativas, gratifican más. La música, la pintura, hacer maquetas, la cocina, leer, reformar muebles viejos, coleccionar objetos, la jardinería, la horticultura y mil cosas más nos pueden hacer pasar muchos ratos felices, pudiéndonos convertir en unos expertos en alguna de esas actividades.
  • Déjese cuidar y acuda al médico cuando lo necesite y siga las revisiones y protocolos de prevención y vacunación que se establecen para cada edad. Pida ayuda para comprender y cuidar sus enfermedades crónicas.