Reconocer los primeros síntomas de la esclerosis múltiple puede repercutir favorablemente en el pronóstico de la enfermedad

Redacción ‘MS’- ‘Desde el primer síntoma, el tiempo es oro’. Este es el lema elegido por Esclerosis Múltiple España, organización que trabaja de forma coordinada con 37 asociaciones y fundaciones de esclerosis múltiple (EM) para celebrar, este año, el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple. Esta efeméride se celebra, anualmente, el 30 de mayo.

Y hay motivos para ello ya que se ha demostrado en una investigación reciente que el inicio del tratamiento en etapas muy tempranas se asocia con una reducción en el riesgo de acumulación de discapacidad a largo plazo en pacientes con un primer evento desmielinizante.

Asimismo, según pone de relieve el Atlas de la esclerosis múltiple, un estudio elaborado por la Federación Internacional de la Esclerosis Múltiple, la falta de conocimiento de los síntomas de la patología entre la población general y los profesionales de la salud supone en la actualidad el principal impedimento para conseguir un diagnóstico  temprano.

Así lo detalla IMQ a través de un reciente comunicado.

«En el Sistema Nacional de Salud, los especialistas en Neurología cuentan con una formación exhaustiva en esta patología. Pero en la población más susceptible de sufrir el debut de la enfermedad, que es en la comprendida en la franja etaria que va de los 20 a los 40 años, el conocimiento de la esclerosis múltiple y sus síntomas se puede mejorar».

Dr. Alfredo Rodríguez-Antigüedad, neurólogo de IMQ.

Así, el especialista recuerda que en la esclerosis múltiple, a pesar de la variabilidad de manifestaciones debidas a las distintas afectaciones en cada paciente y a los diversos tipos de esclerosis múltiple existentes, se pueden citar una serie de síntomas que se pueden presentar.

«Se la conoce como ‘la enfermedad de las mil caras’, por la variabilidad de sus síntomas. Desde el punto de vista clínico, la esclerosis múltiple se caracteriza por la aparición en el cerebro y la médula espinal de lesiones inflamatorias (“placas”) que se resuelven, dejando una cicatriz. Según la ubicación de las placas, los síntomas pueden diferir de unas personas a otras», detalla el Dr. Rodríguez-Antigüedad.

«Las placas aparecen de manera continua y aleatoria en cualquier lugar del cerebro y la médula, de ahí que el repertorio de síntomas de esta enfermedad sea muy extenso. Además, muchas placas aparecen en zonas mudas del cerebro y la médula, y no tienen expresión clínica», apunta el experto.

La aparición de una placa en una zona crítica del sistema nervioso central provoca los síntomas subagudos característicos de esta enfermedad, denominados “brotes” o “recidivas”. Tras unos días o semanas los síntomas remiten de manera completa o dejando alguna secuela.

«Los brotes aparecen sin previo aviso y sin factores desencadenantes prevenibles. Durante un brote, los síntomas se instauran a lo largo de horas o días y pueden dar lugar a la aparición de síntomas tales como pérdida de fuerza o sensibilidad en una o más extremidades, pérdida de la visión por un ojo, o visión doble, incoordinación de los movimientos, cosquilleo o entumecimiento, problemas urinarios, etcétera», expone el neurólogo de IMQ.

Además de los anteriores, existe otro tipo de síntomas que son «menos evidentes pero muy frecuentes», como la fatiga y las dificultades cognitivas subjetivas, y que «deterioran mucho» la calidad de vida de los pacientes.

Unas 2.200 personas padecen esclerosis múltiple en Euskadi

La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria y neurodegenerativa del sistema nervioso central, que no se puede prevenir, y para la que no existe todavía un tratamiento curativo y de la que tampoco, a pesar de los esfuerzos de los investigadores, se conoce su causa.

La enfermedad debuta habitualmente en la edad reproductiva, entre los 20 y 40 años, y es mucho más frecuente en las mujeres, con una ratio de aproximadamente tres mujeres por cada hombre. Asimismo, la esclerosis múltiple tiene una diferente distribución geográfica, siendo menos frecuente en el ecuador e incrementándose su frecuencia según nos alejamos de él.

La esclerosis múltiple es la principal causa de discapacidad por enfermedad de las personas jóvenes, aunque esta afirmación procede «de la época en la que no existían medicamentos para frenar su evolución». Su frecuencia en Euskadi es de aproximadamente 100 afectados por cada 100.000 habitantes, lo que apunta a una cifra de más de 2.200 personas afectadas.

Una vez realizado un diagnóstico correcto por parte de los especialistas en Neurología, estos profesionales cuentan con medicamentos para modificar la evolución la enfermedad y «prevenir de manera muy efectiva los brotes y retrasar o prevenir la evolución progresiva y, con todo ello, la discapacidad», concluye el neurólogo de IMQ.