Solo el 50% de las compañías de seguros son rentables, según un informe de Mckinsey

Redacción ‘MS’- McKinsey &Company publica un nuevo Informe Global de Seguros 2022 en el que analiza las oportunidades y retos a los que se enfrentan las aseguradoras, centrándose en esta primera edición, en los efectos de la pandemia en el negocio, así como las tendencias emergentes que remodelarán el sector.

El Informe hace un análisis de la situación actual del sector que ha visto como la rentabilidad se ha ido deteriorando en los últimos 15 años, con una disminución de beneficios del 15% desde 2019. De hecho, en la actualidad, solo el 50% de las compañías de seguros son rentables (retorno igual o superior al coste de capital). Esto se debe principalmente a la persistencia de los bajos tipos de interés, las presiones sobre los precios y la ralentización de la demanda de los clientes, especialmente en el sector de seguros de vida en Europa y Estados Unidos. Además, la COVID ha incrementado la tendencia de “superestrellas”, es decir, que el 10% de las empresas más importantes del sector acaparen el 80% de los beneficios económicos.

En definitiva, «El sector está al borde de un cambio de paradigma, y las aseguradoras se enfrentan a cuestiones estratégicas fundamentales. Anticiparse a las tendencias emergentes y prepararse para ellas es más importante que nunca«, afirma Rui Neves socio senior de McKinsey.

Para afrontar estos retos, McKinsey enumera nueve palancas de valor que los equipos de dirección deben aprovechar:

– Introducir consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) como característica esencial del modelo de negocio. Aunque muchas aseguradoras han empezado a incorporar las consideraciones sobre el riesgo climático en sus procesos de inversión, el lanzamiento de nuevos productos y los procesos de suscripción no han cambiado en su mayoría.

– Recuperar la relevancia mediante la innovación de productos y la cobertura de nuevos riesgos. Los nuevos riesgos exigen nuevos productos y una reasignación de prioridades, representando importantes oportunidades para las aseguradoras de vida y de daños que estén dispuestas a innovar.

– Mejorar y personalizar el compromiso y la experiencia del cliente. Los nuevos comportamientos de los clientes exigen un cambio: los consumidores están adoptando los canales digitales y se han acostumbrado a vivir experiencias de consumo agradables con las principales empresas tecnológicas. Por ello, esperan lo mismo cuando compran un seguro tanto online como offline. Así, una experiencia «multiacceso» fluida y consistente en todos los canales debe ser el estándar de oro para las aseguradoras.

– Colaborar con los ecosistemas y tecnología de seguros (Insurtech). El análisis de McKinsey sugiere que los ecosistemas podrían abarcar 70 billones de dólares en ingresos para 2030. Muchos ejecutivos de seguros están buscando formas de participar en los ecosistemas emergentes en áreas como la movilidad, la asistencia sanitaria y el hogar conectado.

– Desarrollar nuevos negocios para la era digital. Los inversores privados están invirtiendo mucho en las tecnologías de seguros, cuyas atractivas reservas de talento pueden crear y ampliar rápidamente nuevos negocios.

– Aumentar el impacto de los datos y la analítica. Existe un enorme potencial en las mejores capacidades de datos y análisis en toda la cadena de valor, incluso para las empresas de mayor rendimiento.

– Modernizar las plataformas tecnológicas principales. La digitalización está poniendo a prueba los sistemas heredados, algunos de los cuales tienen décadas de antigüedad. Y si bien, muchas aseguradoras están considerando la posibilidad de sustituir los sistemas principales por plataformas tecnológicas que cumplan los requisitos de la era digital, la realidad es que de 2012 a 2020, la cuota media de la tecnología en los costes de explotación aumentó un 36% en el ámbito de seguros de propiedad y daños a terceros y un 10% en el ámbito de seguros de vida, por lo que existe un amplio margen de mejora.

– Abordar el imperativo de la productividad. Los gastos totales en relación con los ingresos (incluidos los ingresos por inversiones) aumentaron un 20% de 2003 a 2019 para el sector de seguros de vida y rentas vitalicias y un 6% para las compañías de seguros de responsabilidad civil. Durante esos mismos años, los fabricantes de automóviles y las empresas de telecomunicaciones redujeron con éxito sus ratios de gastos totales en un 15% o más. Cada aseguradora es única, pero cualquier empresa puede iniciar el proceso de mejora de la productividad estableciendo la trayectoria y el pleno potencial de rendimiento del negocio en toda la cadena de valor, incluyendo ventas y distribución, desarrollo de productos, operaciones, tecnología y funciones corporativas.

– Reimaginar la cultura, la diversidad y las formas de trabajar para atraer y retener el talento. La vuelta al trabajo es una oportunidad para crear un nuevo modelo operativo más eficaz que funcione para las empresas y las personas que navegan por un mundo de creciente incertidumbre.

El informe muestra que los operadores no sólo tienen que pensar en cómo operar su negocio, sino también evaluar dónde hacerlo en términos de geografía, líneas de negocio y posición en la cadena de valor.

Puede accederse al informe completo en inglés a través del siguiente enlace.