Tratamientos no invasivos para recuperar la piel del escote

Por Mayte Martínez, periodista especializada en belleza y bienestar; creadora del espacio Belleza eres tú.

Durante el verano, inevitablemente, aumentamos la exposición al sol y, a pesar de utilizar cremas para protegernos de los rayos UV, la epidermis se lesiona, especialmente en zonas tan delicadas como el escote. Pero, con el tratamiento adecuado, se puede recuperar.

Cuando la exposición al sol es excesiva, o bien acumulativa con los años, la respuesta defensiva de la piel, ese pigmento llamado melanina responsable de dar el tono oscuro que conocemos como bronceado, resulta insuficiente para proteger las capas más profundas.

La exposición intensa puede dañar incluso el ADN de las células de la piel y provocar mutaciones en las mismas. Tanto las personas de piel clara, como los tipos más oscuros de piel pueden, con exposiciones repetidas a los rayos UV, sufrir sequedad, piel fina y frágil, manchas oscuras o falta de pigmentación (discromías), arrugas y otros trastornos de la piel provocando lo que se conoce como fotoenvejecimiento”.

Dra. Sánchez Rivero, médico estético de Sapphira Bahía.

Tipos de radiación ultravioleta

Rayos UVA. Muy peligrosos porque penetran más profundamente en la piel llegando hasta la dermis y sus efectos se acumulan con el paso del tiempo. A corto plazo, dañan el colágeno y la elastina, alteran el sistema inmunitario y pueden provocar alergias solares. A largo plazo, son responsables del fotoenvejecimiento cutáneo (deshidratación, perdida de elasticidad y arrugas), alteraciones pigmentarias (manchas). También inducen la liberación de radicales libres (daño oxidativo), lesionando de manera indirecta el ADN.

Rayos UVB. Tienen una capacidad penetrante menor en la piel, llegando sólo hasta la epidermis. Pueden provocar el eritema o quemadura solar. Alteran el sistema inmunitario.

Consecuencias del daño solar

Manchas. Probablemente son la manifestación más temprana. En un principio se producen porque la radiación solar incrementa la formación de melanina en los melanocitos de la epidermis y se extiende a los queratinocitos, las células vecinas.

Fotoenvejecimiento. Se produce un adelgazamiento de la epidermis (capa más superficial) y una degradación de la matriz extracelular con desintegración de las fibras de colágeno y elastina en la dermis (capa más profunda), provocando disminución de la elasticidad de la piel, pérdida de densidad de la misma, arrugas profundas, piel seca y áspera, deshidratada, finas venas rojas en mejillas, nariz y orejas, pecas, léntigos (grandes lesiones color café en cara, dorso de las manos, brazos, escote y espalda alta), discromías (manchas blancas en las pantorrillas y brazos).

Las radiaciones UV que escapan a la absorción por parte de la melanina provocan un daño en el ADN de las células. Este daño es producido a través de la generación de radicales libres o por daño directo en el ADN de la célula, que acaba produciendo mutaciones. Estas mutaciones provocan el crecimiento descontrolado de células que acaban invadiendo los tejidos vecinos.

La Dra. Rivero recomienda dos tecnologías Inmode, https://inmodemd.es/ Lumecca y Morpheus8.

Lumecca, Solución a las manchas

Se trata de una luz de alta intensidad con gran eficacia en el tratamiento de lesiones epidérmicas pigmentadas y vasculares, trastorno de dermis y luminosidad.

Se basa en el principio de la foto-termólisis selectiva, a través del cual la luz es absorbida por el pigmento melánico, respetando el tejido de alrededor, a diferentes profundidades, proporcionando un rejuvenecimiento facial.

Está indicado para pacientes con manchas cutáneas benignas a partir de los 40 años, y a cualquier edad con problemas vasculares superficiales como telangiectasias, cuperosis, rosácea.

Después de una sesión, la mejoría es significativa en la textura y claridad de la piel.

Tras 2-3 sesiones mejora la apariencia de manchas de la edad (pigmentaciones rojas y/o marrones), arañas vasculares, telangectasias, rosácea, pecas.

Morpheus8, remodelación profunda de la piel

Es una radiofrecuencia fraccionada de última generación que actúa sobre la grasa subdérmica para transformar las facciones envejecidas y conseguir un aspecto más joven. Tiene un aplicador de microagujas que penetran en el tejido subdérmico, coagulando la grasa y tensando el tejido conectivo. Simultáneamente, la dermis recupera su funcionalidad a nivel interno y regenera colágeno y elastina a nivel interno.

Está indicado para arrugas leves y moderadas y para la flacidez.

Mejora la apariencia y la textura de la piel, reduciendo las arrugas y corrigiendo la laxitud. Los resultados pueden verse durante los primeros días después de la primera sesión e irán mejorando progresivamente hasta los tres meses siguientes. Pueden aparecer micro-lesiones después del tratamiento y ligero enrojecimiento durante una semana.

En el escote, Lumecca + Morpheus8. La unión hace la fuerza

“Para el tratamiento de los efectos del sol sobre nuestra piel, en particular en la zona del escote que suele ser la que más se expone en el verano, hay un protocolo anti-edad 360 mínimamente invasivo que combina la tecnología Morpheus (RF fraccionada) con la luz pulsada Lumecca (IPL)”.

Dra. Sánchez Rivero, médico estético de Sapphira Bahía.

Trabaja desde los planos más profundos de la dermis y la epidermis para mejorar la laxitud cutánea, las pigmentaciones y el aspecto global de la piel.

En una misma sesión, si el paciente lo desea, se pueden realizar ambos tratamientos, primero Lumecca y a continuación, Morpheus8. Cada sesión de ambas técnicas se realizaría una vez al mes, pudiendo hacerse coincidir o bien alternarlas”.

Dra. Sánchez Rivero, médico estético de Sapphira Bahía.

La ventaja de Morpheus8, “es que respeta la capa superficial de la piel, produciendo a lo sumo un ligero enrojecimiento, y por tanto, no requiere ninguna convalecencia. Al día siguiente del tratamiento, la piel se ve íntegra, mientras por dentro las células están trabajando. No estamos inyectando ningún material extraño, sino que estamos estimulando nuestra piel para reforzar su propio tejido”.

Se recomiendan entre 1 y 3 sesiones para un resultado óptimo, siempre dependiendo del tipo de piel y el grado de envejecimiento que presente.

Después del tratamiento, la piel se enrojece ligeramente y en las 24-48 h siguientes puede verse un oscurecimiento de las manchas, o cambio de color en las vasculares, que posteriormente irán desapareciendo. La piel irá mejorando, con un aspecto más joven y luminoso y los resultados serán visibles a las 2 semanas.

El tratamiento se realiza en unos 30 minutos, con anestesia tópica (crema) y es prácticamente indoloro. El tiempo de inactividad después del tratamiento es mínimo, dependiendo siempre de la intensidad de la sesión, pero podemos aplicar maquillaje al día siguiente.

Tras el tratamiento se recomienda una crema hidratante con propiedades regeneradoras durante 4 o 5 días. Evitar la exposición directa al sol posteriormente y siempre protección solar incluso durante el invierno, ya que el daño solar a nivel celular persiste aunque no se vea y la mancha puede reaparecer si no se previene después.