Alfonso Lahuerta (LISA Seguros): «Tecnología sí, pero siempre con el cliente en el centro, siendo capaces de estar donde y cuando el usuario nos necesita»

Alfonso Lahuerta, CTO, LISA Seguros

(Segunda Edición del Reportaje Especial Tecnología-Personas en Muy Segura)

Algunas de las principales tendencias tecnológicas detectadas a lo largo del último año en la industria del seguro son:

  • Seguros integrados: la posibilidad de integrar seguros en plataformas de eCommerce, aplicaciones móviles, soluciones de software, etc. ofrece una mayor cobertura de productos y servicios para aumentar el valor añadido. Es una de las tendencias al alza y para la que se prevé más crecimiento en los próximos años.
  • Seguros basados en telemetría y uso: utilizan datos telemétricos recopilados a través de dispositivos en vehículos u otros activos asegurados, que permiten personalizar las tarifas según el comportamiento del asegurado.
  • Inteligencia Artificial (IA): la IA y el análisis de datos se utilizan cada vez más para mejorar la evaluación de riesgos, la detección de fraudes, la automatización de reclamaciones y la personalización de pólizas.
  • Chatbots y asistentes virtuales: su uso ya está muy extendido, responden preguntas frecuentes y brindan atención al cliente las 24 horas del día.
  • Blockchain: La tecnología blockchain mejora la seguridad y transparencia en la gestión de pólizas, la validación de reclamaciones y la prevención del fraude.
  • IoT (Internet de las cosas): los dispositivos IoT recopilan datos en tiempo real que ayudan a evaluar y prevenir riesgos de manera más precisa.
  • Ciberseguro: el crecimiento de los ciberseguros es proporcional a la creciente amenaza digital a la que se enfrentan las empresas de todo tipo y su adopción como parte de la política de ciberseguridad de una compañía está creciendo, pero aún se extenderá más ante el avance de los delitos digitales.

Nuestras apuestas concretas y los principales proyectos en materia de desarrollo tecnológico son:

  • La Inteligencia Artificial es básica en el proyecto de seguros para empresas con riesgos sensibles, una de las grandes apuestas de LISA en su estrategia de transformación del sector asegurador. En este proyecto, la IA servirá para procesar los datos recogidos a través de la sensorización de las industrias y predecir patrones y tendencias futuras. Con esa información se podrán implantar en las instalaciones medidas de seguridad que permitan anticipar riesgos y rebajar las primas de los seguros. Además, se han diseñado algoritmos capaces de dar respuesta a problemas complejos de previsión de siniestros, lo que permite ampliar el modelo original de LISA Reciclado a otras industrias sensibles (logística, bioquímica, fitosanitario, alimentación, mueble/madera) que, al igual que el sector del reciclado, se están quedando sin cobertura de seguro en el mercado español.
  • Internet of Things (IoT): gracias a la sensorización IoT se podrá tener acceso (en tiempo real) a datos muy significativos de una industria. No solo de intrusión (como hasta ahora), si no de humedad, CO2, calor, riesgo de fuego, climatología, etc. Significa que podremos adelantarnos a los posibles riesgos y tener un control sobre lo que ocurre… y siempre de forma instantánea. Así se mejora la toma de decisiones en todos los aspectos: coberturas, riesgos, incidencias, etc.
  • Blockchain: orientado a la trazabilidad de todas las transacciones, eliminará la posibilidad de fraude en las coberturas y/o compras. Además, el Blockchain como fedatario público permitirá tener una certeza sobre el nivel de coberturas.

«El binomio Tecnología-Personas es fundamental en la estructura de LISA y de hecho uno de nuestros lemas es transformar el sector a través de la humanización de los seguros. Tecnología sí, pero siempre con el cliente en el centro, siendo capaces de estar donde y cuando el usuario nos necesita. Que nuestros procesos sean cien por cien digitales no implica que tengamos que perder el contacto humano: la tecnología debe servir para acercarnos a las necesidades del cliente, no para separarnos de ellas».

Respecto al aspecto interno, tecnología y personas son dos dimensiones que se apoyan y complementan de diversas maneras. La tecnología nos permite automatizar tareas repetitivas y rutinarias y eso tiene un impacto en la eficiencia. El análisis de datos ayuda a tomar mejores decisiones, en lo estratégico y en lo táctico. Y en el caso de los seguros, también para personalizar cada vez más los productos y acercarlos a las necesidades de los clientes. Pero las personas siguen siendo igual de importantes o más. Su creatividad y su insustituible capacidad/empatía para resolver problemas complejos respalda cada operativa y le da a las organizaciones un propósito y unos valores. La clave está en encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida, los productos y, al mismo tiempo, preservar los valores y el propósito de cada organización.