Ana Rossetti (escritora): «Algo malo puede traer algo bueno, por lo que hay que estar siempre atenta y receptiva a lo que viene»

‘Muy Segura’ entrevista a la escritora Ana Rossetti. Hablamos de su nueva obra, Maravillosas.

¿Puede contarnos aquellas etapas que considera como hitos en su andadura profesional? ¿Qué cree que le han enseñado?

Siempre cuento que yo no sabía que me iba a dedicar a la escritura profesionalmente, porque yo, aunque escribía, me dedicaba entonces a las Artes Escénicas, por decirlo de una manera concisa. El que la tragedia de un incendio que me dejó sin trabajo hiciera que me presentara a un concurso de poesía, lo ganara y que mi vida cambiara por completo, es un ejemplo patente de que algo malo puede traer algo bueno, por lo que hay que estar siempre atenta y receptiva a lo que viene.

«Siempre cuento que yo no sabía que me iba a dedicar a la escritura profesionalmente, porque yo, aunque escribía, me dedicaba entonces a las Artes Escénicas».

¿De qué manera se fragua la idea de su nueva obra, Maravillosas?

A mí me han interesado mucho las biografías y vivir en un barrio donde habían vivido tantas grandes escritoras, me dio la idea para hacer talleres sobre ellas, y realizar paseos recordándolas. Ahora no puedo hacer los paseos, pero continúo haciendo talleres online, pues me parece imprescindible ponerlas en primera plana.  Al principio, como digo solamente mi atención se centraba en las escritoras, pero poco a poco, y gracias a los paseos, fueron surgiendo otras mujeres con otras profesiones. Sin embargo, la idea de juntarlas en un libro fue de la editora de los Libros de las Malas Compañías, Ana Cristina Herreros, un encargo que me ha hecho disfrutar muchísimo.

«A mí me han interesado mucho las biografías y vivir en un barrio donde habían vivido tantas grandes escritoras, me dio la idea para hacer talleres sobre ellas, y realizar paseos recordándolas».

¿Cómo ha sido su proceso de selección de las distintas mujeres que la componen a través de sus biografías? ¿Y su metodología de trabajo?

No las he seleccionado, simplemente he descartado algunas cuyas vidas no me parecían merecedoras del título de Maravillosas, porque en el barrio también hemos tenido de todo, hasta asesinas, por ejemplo. Como lo primero que tuve claro fue el título, eso me sirvió, no solamente para darlas a conocer sino para resaltar los aspectos más positivos de sus vidas. 

«He descartado algunas cuyas vidas no me parecían merecedoras del título de Maravillosas, porque en el barrio también hemos tenido de todo, hasta asesinas, por ejemplo».

¿Qué pretende transmitirnos a través de ella?

Algunas fueron capaces de diseñar sus propios destinos, otras de ayudar a que las demás encontraran los suyos y otras incluso, consiguieron cambiar la Historia de España; es injusto que no reconozcamos su importancia. Injusto para ellas, pero también para nosotras pues necesitamos trazar una genealogía simbólica como mujeres.

¿Hay alguna historia que le haya impactado especialmente? ¿Por qué?

La historia de Carmen de Burgos lo es, pero aunque de ella se puede hablar y no parar porque es fascinante, ya la conocía desde hacía tiempo; pero la historia de Margaret Modlin es tan original como la forma en que hemos llegado a conocerla. La investigación sobre ella y su familia a partir de unas fotografías encontradas en la basura, es ya una novela. De hecho, el libro existe: Los Modlin, de Paco Gómez.

«La historia de Margaret Modlin es tan original como la forma en que hemos llegado a conocerla».

En una entrevista concedida a Somos Malasaña, tan solo unos días antes de que se decretara el Estado de Alarma en nuestro país, sostenía que usted creció con la idea de que una mujer podía hacer y decir muchísimas cosas. ¿Qué hay detrás de esta afirmación? ¿Cómo transcurrió su infancia y adolescencia?

Mi madre me regalaba biografías de mujeres entre las que podía encontrar a Carlota Corday asesinando a Marat, a la almiranta Isabel Barreto, buscando las Islas Salomón, a Teresa de Jesús fundando conventos, a Isabel Clara Eugenia, gobernando los Países Bajos, a la actriz Sarah Bernard que además era escultora recitando la Marsellesa, a Elizabeth Vigeé-Lebrun pintando a María Antonieta, a la científica Marie Curie recibiendo dos premios Nobel, o a Catalina de Erauzo convirtiéndose en la monja alférez… en fin, de lo más variado. Mi madre empezó a regalármelos a partir de los siete años más o menos y me hice con una buena colección.

¿Cuál es su percepción acerca del nivel de visibilidad que posee actualmente la mujer en nuestro país? ¿Y concretamente dentro de su sector?

Nada más que tienes que mirar la solapa de cualquier libro y contar cuántas mujeres están en el catálogo.

¿Desea trasladar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?

Tenemos que aprender que pese a nuestras cuestiones personales, debemos como género, formar piña. Este tema da para mucho pero prefiero terminar aquí. Confiemos en nuestra fuerza como grupo y apoyémonos, por nosotras y por las que vendrán.

«Tenemos que aprender que pese a nuestras cuestiones personales, debemos como género, formar piña».

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