Asunción Soriano (ATREVIA): «Elegir es un verbo que deberíamos conjugar más las mujeres en general. Tomemos nuestras decisiones»

‘Muy Segura’ entrevista a Asunción Soriano, CEO de ATREVIA España.

Cuéntenos los principales hitos en el desarrollo de su carrera profesional y por qué significaron tanto para usted.

Tirando hacia atrás, el primer hito fue antes de empezar a trabajar, el momento en que decides hacia dónde encaminas tu carrera. Yo soy Ingeniera de Caminos y Bióloga y tuve mi primer momento de conversación con mis padres acerca de ‘qué quieres hacer’. A mí me tiraba mucho el mundo de las Humanidades y de la Comunicación y, pese al momento de disyuntiva, tiré por el corazón y por lo que de verdad es mi pasión, independientemente de cómo es el mercado y sus perspectivas salariales. Ese sería el primero.

El segundo hito creo que fue el primer contrato que firmé, precisamente porque había tirado por mi vía, quise ser muy autónoma y defender que mi opción era ‘la buena’. Además, firmé con una pluma que me había regalado mi padre cuando acabé la carrera. Es muy emocionante.

A partir de ahí, más que un momento, han sido todas las oportunidades en las que mis responsables y jefes han confiado en mí, a veces con una confianza casi ciega, dándome proyectos muy importantes. Esos momentos donde sientes la confianza de estar ante un proyecto que a ti te parece enorme y te entregan generosamente dicha confianza asumiendo los riesgos. De estas te puedo contar muchísimas, y son el resumen de mi carrera profesional que ha sido, afortunadamente, muy positiva.

Uno es lo que puede hacer, lo que vale, que te den la oportunidad y la confianza (en mi caso la fundadora de esta compañía, Nuria Vilanova) y luego, trabajar, que ese sí que no es ningún secreto.

«Tiré por el corazón y por lo que de verdad es mi pasión, independientemente de cómo es el mercado y sus perspectivas salariales».

¿Por qué su enorme vínculo y dedicación a la comunicación, como una de las principales referentes en esta materia desde una agencia líder como es ATREVIA España?

Nosotros pensamos que el mundo va de modelos de relación y estamos convencidos de ello: con tus grupos de interés, con tus empleados, con tus clientes, con tus proveedores, con las instituciones… Es la clave hoy de cualquier organización. Nunca se ha hablado tanto como ahora de comunicación en las empresas, que trasciende el departamento para ser una palanca transversal. Comunicación no es informar, es escuchar y construir relaciones. Aquellos directivos de empresas que apliquen las habilidades de comunicación y de relación serán mucho más poderosas.

La comunicación es una disciplina que siempre ha sido muy interesante, muy creativa y ahora empieza a tener un calado crítico. Es fascinante, la comunicación está en el momento más interesante de su historia, de desafíos y de aportación de valor. Antes era una herramienta y ahora empieza a ser una palanca estratégica, insisto, que trasciende los departamentos de cualquier organización.

Lo interesante es que, además, está en un proceso de reinvención brutal, con la digitalización, el Big Data, las posibilidades de transformación de la comunicación, que nos hace ‘volver al cole’ y volver a aprender. Yo siempre les digo a mis clientes que tienen que tirar a la basura los manuales de crisis que tengan de más de dos años, porque ya ni las recomendaciones, ni las pautas, ni los procesos tienen sentido hoy. Es muy interesante a mis 46 años tener esta inquietud y ‘gusanillo’ de tener que seguir aprendiendo muchísimo. Tener un trabajo en el que estás aprendiendo es un privilegio. Todos los sectores están siendo retados por la transformación.

«La comunicación está en el momento más interesante de su historia, de desafíos y de aportación de valor. Antes era una herramienta y ahora empieza a ser una palanca estratégica, insisto, que trasciende los departamentos de cualquier organización».

¿Cuál es el posicionamiento actual de ATREVIA España y con qué próximos retos nos sorprenderá durante este 2019?

ATREVIA es hoy la empresa más grande de comunicación en España, por número de empleados, y esto tiene que ver con un planteamiento de ofrecer una visión muy holística de la comunicación, con especialidades: comunicación interna, externa, asuntos públicos, gestión de crisis, investigación sociológica… Estamos ampliando mucho la propuesta de valor para ayudar a nuestros clientes en estos desafíos que tienen de gestión del cambio. Les acompañamos.

Estamos haciendo cosas muy interesantes, pero apuntaría dos. Una, la medición en la investigación de tendencias sociológicas, donde estamos apostando mucho. Hoy hay un gap entre las instituciones y la sociedad, y para resolverlo hay que entender qué le preocupa a la gente. Aquí estamos haciendo estudios sobre Generación Z con Deusto; tenemos un equipo con sociólogos y antropólogos midiendo esto y me parece súper interesante.

«Estamos ampliando mucho la propuesta de valor para ayudar a nuestros clientes en estos desafíos que tienen de gestión del cambio. Les acompañamos».

La otra faceta es la digitalización. Nos hemos lanzado a la piscina y hemos creado en ATREVIA una empresa de tecnología para digitalizar la comunicación donde estamos explorando cómo, por ejemplo, digitalizar un proceso de bienvenida de un nuevo empleado a una compañía; utilizar el Big Data para la prevención de riesgos; etc.

Esto nos ha supuesto, afortunadamente, incorporar perfiles que no teníamos antes: tecnólogos, sociólogos, ingenieros, etc., a la organización, y nos está dando una riqueza brutal. Es algo muy reciente, es nuestra última incorporación: tenemos ATREVIA Consultoría, ATREVIA Agencia, y hemos creado ATREVIA Tecnología.

Se trata de ser valientes, invertir y nuestro posicionamiento tiene mucho que ver con la innovación: ayudar a los clientes a identificar las tendencias. Si quieres innovar, no hay otra que arriesgar y ser valiente. Esa es una de las palancas competitivas de esta empresa, de siempre, y a mí es lo que me ha atraído: una vocación innovadora y valiente. Como dice Javier Vega de Seoane, vamos con luces antiniebla, porque tenemos incertidumbre. Tenemos que tener la capacidad de apostar, sabiendo que unas cosas pueden salir bien y otras no. Si quieres navegar sobre certezas, nunca vas a ser quien hagas la disrupción. Hay que arriesgar, no hay otra.

«Nos hemos lanzado a la piscina y hemos creado en ATREVIA una empresa de tecnología para digitalizar la comunicación. Se trata de ser valientes, invertir y nuestro posicionamiento tiene mucho que ver con la innovación: ayudar a los clientes a identificar las tendencias».

Centrándonos en Informe recientemente presentado junto con el IESE Business School sobre la presencia de la mujer en los Consejos de las cotizadas, ¿puede sintetizarnos las principales conclusiones alcanzadas en la presente edición?

La principal conclusión es que seguimos avanzando en incorporar a las mujeres en los Consejos de Administración, que son relevantes en tanto en cuanto son parte crítica del gobierno de una empresa, pero avanzamos muy lento. No vamos para atrás, pero el avance es lentísimo. Este año, que estamos en todas las cotizadas españolas, hay un 20,3% de mujeres en los Consejos de Administración. Esto está muy lejos todavía del 30% que la CNMV apuntaba como objetivo para 2020. Es verdad que hay conciencia y movilización de las empresas, pero nos sabe a poco.

No todas las empresas están acelerando igual este camino virtuoso de la diversidad. Y esa es otra conclusión, que vemos que hay compañías con un esfuerzo enorme, porque se creen la diversidad y ven su valor indudable; y hay otras que todavía les cuesta. El 40% de las empresas tienen una o ninguna mujer en los Consejos. Nuria Chinchilla y yo siempre decimos en la presentación de la rueda de prensa que tener una mujer en el Consejo no es diversidad. Diversidad es tener diferentes visiones en un grupo. La diferencia entre una y ninguna, nos ayuda a la estadística, pero… (risas). El buen gobierno y la inteligencia de que haya diversidad es que es una ventaja competitiva, recoger en tus Consejos toda la pluralidad de visiones que tienen tus accionistas, tus clientes, tu equipo. Y ese el el otro reto. Hay empresas que lo están haciendo fenomenal y hay otras que van mucho, mucho más lentas. Por lo tanto, ese 20% puede ser un poco ‘tramposo’.

«La principal conclusión es que seguimos avanzando en incorporar a las mujeres en los Consejos de Administración, que son relevantes en tanto en cuanto son parte crítica del gobierno de una empresa, pero avanzamos lento. Además, no todas las empresas están acelerando igual este camino virtuoso de la diversidad».

En ATREVIA, esta casa se lo cree, y las empresas inteligentes se lo creen. Para mí, es lógica y sentido común. En los grandes foros internacionales de gobierno corporativo se empieza a plantear que si no existen gobiernos diversos, las empresas no están bien gobernadas desde el punto de vista de defensa del interés del accionista. Hay que seguir haciendo ruido. Y siempre creo que hay que poner la puntilla, que no es el objeto de este estudio, y es la cuestión de las mujeres en dirección, es decir, que además del Consejo de Administración, hay que mirar las mujeres en puestos de dirección general y directivas; porque es el camino más lógico del desarrollo real de una mujer.

«Siempre creo que hay que poner la puntilla, que no es el objeto de este estudio, y es la cuestión de las mujeres en dirección, es decir, que además del Consejo de Administración, hay que mirar las mujeres en puestos de dirección general y directivas; porque es el camino más lógico del desarrollo real de la mujer».

 

Dentro del sector al que usted pertenece: ¿cuál es su particular visión acerca de la situación, posicionamiento y visibilidad de la mujer profesional? El hecho de ser mujer, ¿ha supuesto para usted algún tipo de freno o de impulso para alcanzar su nivel de responsabilidad actual?

Personalmente, tengo la suerte de que no lo he vivido, también porque he elegido. Una de las claves es elegir bien, primero tus socios y socias de vida familiar, y en qué empresa quieres trabajar. Elegir es un verbo que deberíamos conjugar más las mujeres, en general. Tomemos nuestras decisiones, que nadie nos las marque y que sea lo que queremos; y cualquier modelo es súper respetable, pero que lo elijamos.

En nuestro sector hay muchas mujeres, hay muchas directivas, pero no está siempre la representatividad que debería haber por la cantidad de mujeres que vienen de las Facultades. Me encanta contar la historia de que en un entorno como este, desprejuiciado, donde las personas somos seres humanos, tenemos mujeres y hombres emocionales, tenemos mujeres y hombres competitivas y competitivos, no tienes que elegir nada porque cada uno elige su camino; donde muchos de los ‘topicazos’ que hay sobre la mujer en la empresa se diluyen.

En mi carrera profesional, no lo he tenido para nada, al contrario, pero sí que lo he vivido, ¿qué mujer no ha vivido en su carrera profesional algún momento de sesgo inconsciente de sentir que estás en un grupo donde desafortunadamente eres la única mujer, o hay muy poquitas, y parece que, a priori, tu opinión no debe ser tan escuchada como las demás…? Es una especie de sesgo inconsciente que vives. Pero también te digo una cosa, el movimiento se demuestra andando; a lo mejor hay un prejuicio preliminar pero, si tú peleas y defiendes tus ideas con profesionalidad, en seguida destripas los prejuicios.

No tengo historias dramáticas, tengo historias curiosas y anecdóticas. Hay que pelear y no hay que hacerse pequeño nunca. Es un camino donde vas viviendo, estás en un entorno empresarial que tiene todavía mucho peso masculino pero, afortunadamente, el mundo está cambiando mucho. No tiene nada que ver lo que es hoy el mundo de la empresa en España al de hace 20 años. No somos conscientes de lo que estamos creciendo y madurando como sociedad, creo que a veces no nos damos ni cuenta.

«El movimiento se demuestra andando; a lo mejor hay un prejuicio preliminar pero, si tú peleas y defiendes tus ideas con profesionalidad, en seguida destripas los prejuicios. No tengo historias dramáticas, tengo historias curiosas y anecdóticas. Hay que pelear y no hay que hacerse pequeño nunca».

En el sentido de la cuestión anterior, y para finalizar: ¿puede lanzar un mensaje a las mujeres profesionales que desempeñan su actividad en el amplio mercado asegurador, y que constituyen una parte muy importante de la audiencia y filosofía de ‘Muy Segura’?

Conozco grandes mujeres en el sector seguros, he tenido la fortuna de conocer grandísimas profesionales. Por quedarme en una cosa, les diría que levanten la mano y que se propongan para puestos y proyectos que pueden coger. Uno de los retos que tenemos las mujeres es el sesgo terrible del hiperperfeccionismo, que si no tenemos el ’10’, no levantamos la mano; y esto nos mata. No sé si es falta de confianza o es que si no somos súper perfectas, no podemos hacerlo. Esto nos lo tenemos que hacer mirar, no sé dónde aprendemos eso, pero hay que romperlo; los chicos no se plantean estas cosas (risas). Se trata de levantar la mano y creer en uno mismo. Tienes que estar y se te tiene que ver; si no levantas la mano, a tu alrededor tres la van a levantar. Les diría que se propongan, que cojan confianza y que levanten la mano. Creo que es el mejor consejo.

Por supuesto, la sociedad y las empresas nos tienen que ayudar. Hay muchísimas empresas en el sector seguros con casos interesantes de propiciar espacios de empoderamiento de la mujer. Pero hay una parte que está en nosotras. ¿Quién nos ha engañado que todo lo tenemos que hacer de ’10’? Son corsés mentales que tenemos. Desde mi experiencia profesional, y pensando en el sector, creo que es el mejor consejo que podría poner encima de la mesa.

«Se trata de levantar la mano y creer en uno mismo. Tienes que estar y se te tiene que ver. Les diría que se propongan, que cojan confianza y que levanten la mano. Creo que es el mejor consejo».

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