Carlota Lorenzana (Muralto Madrid Princesa): «Muralto es un lugar privilegiado para disfrutar de un servicio impecable y de un trato familiar que es difícil de encontrar hoy en día»

La Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid, ASEME, colabora en esta sección con ‘Muy Segura’ con el objetivo de dar a conocer a nuestra audiencia los diversos y valiosos perfiles de sus empresarias que constituyen, sin duda, un claro ejemplo para tod@s nosotr@s.

Este mes entrevistamos a Carlota Lorenzana González, directora general de Muralto Madrid Princesa.

¿Por qué su apuesta por Muralto Madrid Princesa?

Muralto, situado en el elegante barrio madrileño de Argüelles, es un gigante de 5.000 metros cuadrados, con seis plantas de apartamentos, una de recepción y salones, y dos más de parking subterráneo.

Muralto es una empresa familiar de tres generaciones. Se constituyó el mismo año que nací yo, hemos llevado vidas paralelas. En el año 1981, mi tío-abuelo, quien fundó la empresa, tomó la decisión de que fuera nuestra familia quien gestionara la propiedad. Yo he visto a Muralto como un ente con vida propia. He pasado ratos muy agradables en sus apartamentos, y me encantaba correr por los pasillos y entrar en el mostrador de recepción a ver que se “cocía” dentro cuando era una cría.

«Muralto es una empresa familiar de tres generaciones.Yo he visto a Muralto como un ente con vida propia».

¿Qué momentos clave identifica en el transcurso de su andadura profesional?

Tras acabar la carrera de dirección y gestión de empresas, mi sueño de irme a Madrid a trabajar a Muralto y hacer un Máster en dirección hotelera, pasó a segundo plano; me sentía muy joven e inexperta como para trabajar en la empresa familiar, así que empecé a trabajar en ONO, empresa de comunicación, en el puesto de agente comercial. Hay que ver todo lo que aprendí en el año que estuve allí, y lo bien que me está viniendo ahora en mi actual puesto.

Después de esa experiencia laboral, tuve la suerte de que El Corte Inglés organizó un Máster en Comercialización de Servicios Turísticos, junto con la Universidad de Cantabria en Santander. La experiencia fue muy positiva y me sirvió para afianzar los conocimientos estudiados en la carrera y aprender otros tantos, y tuve la oportunidad de pasar una temporada trabajando en la oficina de Viajes El Corte Inglés de Nueva York, otra temporada en Santander y, por último quedarme en Madrid, lo que hizo mucho más fácil mi incorporación, en Noviembre de 2002, a Muralto, como había sido mi sueño desde siempre.

«Tuve la suerte de que El Corte Inglés organizó un Máster en Comercialización de Servicios Turísticos, junto con la Universidad de Cantabria en Santander».

¿Cuál es la filosofía de la compañía y su valor añadido?

El principal atractivo de Muralto es su ubicación, se encuentra en una tranquila calle próxima a una de las mejores zonas comerciales de Madrid, junto al Corte Inglés de la calle Princesa, a escasos minutos de la Plaza de España, y de la Ciudad Universitaria. Su estratégica situación permite a los visitantes explorar los encantos de la capital evitándoles largos desplazamientos. Nuestro establecimiento cuenta con 73 amplios y luminosos apartamentos, todos ellos equipados con cocina, que permiten a los clientes disfrutar de una estancia agradable, sobre todo si van a pasar varios días en Madrid. Han sido diseñados para ofrecer al cliente la comodidad e independencia que desea, de manera que su estancia se convierta en una prolongación de su propio hogar. De esta forma se ha conseguido fidelizar a un gran número de clientes que eligen nuestras instalaciones.

«El principal atractivo de Muralto es su ubicación, se encuentra en una tranquila calle próxima a una de las mejores zonas comerciales de Madrid, junto al Corte Inglés de la calle Princesa, a escasos minutos de la Plaza de España, y de la Ciudad Universitaria».

¿A qué público objetivo se dirigen y a través de qué mensajes y acciones?

Muralto es un lugar privilegiado para disfrutar de un servicio impecable y de un trato familiar que es difícil de encontrar hoy en día en un entorno cada vez más impersonal. Tiene un público muy variado y de todo tipo. Desde profesionales que residen en el establecimiento largas temporadas, hasta familias con hijos pequeños que encuentran en sus grandes habitaciones la solución de alojamiento más práctica y asequible. Aunque el establecimiento se dirige, especialmente, a los clientes de negocios, sobre todo los que vienen a Ferias y Congresos.

«El establecimiento se dirige, especialmente, a los clientes de negocios, sobre todo los que vienen a Ferias y Congresos».

¿Cómo están gestionando la actual crisis sanitaria?

La variada clientela de Muralto es menos sensible a la crisis que la clientela pura de negocios pero, no obstante, hemos decidido aprovechar el momento para acometer una reforma con el objetivo de mantener unas instalaciones cómodas, confortables y, sobre todo, seguras, en estos meses de parón; y también formar a nuestro personal en sostenibilidad y accesibilidad, temas en los que nos estamos enfocando actualmente y que no queremos dejar de lado en este momento tan crítico que vivimos.

«Hemos decidido aprovechar el momento para acometer una reforma con el objetivo de mantener unas instalaciones cómodas, confortables y, sobre todo, seguras, en estos meses de parón».

¿Por qué su vínculo con ASEME?

Antes de que yo llegara a Muralto, ya éramos parte de ASEME. Mi madre, Carmen González, actual copropietaria junto a su hermano Juan Carlos, ha sido vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria y miembro de la Asociación Española de Mujeres Empresarias, y ha sido fácil y muy enriquecedor seguir sus pasos.

Desde el entorno del empresariado femenino representado en ASEME realizamos un importante esfuerzo para crear diferentes iniciativas de apoyo desarrollado por las mujeres empresarias de la Comunidad de Madrid, apoyando al colectivo empresarial femenino.

«Desde el entorno del empresariado femenino representado en ASEME, realizamos un importante esfuerzo para crear diferentes iniciativas de apoyo».

¿Cuál es su experiencia con el mercado asegurador? ¿Y con los corredores de seguros? ¿Considera que estos últimos son una figura lo suficientemente conocida y reconocida en la sociedad y en los negocios?

Cuando empecé a trabajar en la empresa familiar me di cuenta de que era imposible saber de todo. Aprendí que era necesario conocer a fondo el sector en el que me estaba metiendo y conocer a mi cliente objetivo, y que había, además, que tener conocimientos de otro temas, pero que gracias a asesores externos podía tener cubiertas parcelas en las que no me había formado ni era experta.

Una de ellas es el tema de los seguros. Para mí, un corredor de seguros es imprescindible tanto en la vida personal como en la empresarial. Yo necesito a mi lado una persona igual de exigente que soy yo conmigo misma, una persona que lo dé todo por sus clientes y por su empresa. Necesito una persona profesional que me aporte soluciones de forma ágil y rápida, y así es mi corredor de seguros.

Pero creo que en la sociedad en la que vivimos sigue sin estar bien visto el sector asegurador ni los agentes que trabajan en él. Y en todos los sectores, especialmente en el mío, es fundamental estar bien asegurada y sentirme “muy segura”.

«Necesito una persona profesional que me aporte soluciones de forma ágil y rápida, y así es mi corredor de seguros».

¿Desea trasladar un mensaje a la mujer profesional que constituye una parte muy importante de la audiencia de Muy Segura?

Los chinos dibujan la crisis con dos símbolos: uno significa peligro, el otro, oportunidad. Por eso, los asiáticos, ante las dificultades, se crecen. Saben que sortear con éxito el infortunio obliga a observar con detenimiento la realidad y adoptar medidas, pero nunca olvidan tener una actitud positiva y aprovechar las oportunidades.

A los occidentales les ocurre lo contrario, les puede el pesimismo. Y en esta ocasión no iba a ser diferente. En España, las compañías no están preparadas mentalmente para superar con éxito la recesión. Actualmente sólo oímos las palabras: desconcierto, pesimismo y parálisis. No estamos preparados psicológicamente para el brusco parón de la economía y, lo que es peor, no tenemos claro cómo hemos de afrontar la situación. Sólo una minoría contempla la desaceleración mundial como una oportunidad para afianzar su liderazgo y desarrollar nuevas ideas, y tenemos que lograr ser parte de esa minoría.

«Sólo una minoría contempla la desaceleración mundial como una oportunidad para afianzar su liderazgo y desarrollar nuevas ideas, y tenemos que lograr ser parte de esa minoría».

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