El comercio mundial crecerá un 5,4% en 2022

Redacción ‘MS’- Solunion, compañía experta en seguros de crédito y de caución y en servicios de gestión del riesgo comercial, analiza el último informe sobre comercio mundial (Global Trade Report) de Euler Hermes, uno de sus accionistas junto con MAPFRE.

El informe indica que las interrupciones en las cadenas de suministro mundiales podrían seguir siendo elevadas hasta el segundo semestre de 2022, en un contexto global de nuevos brotes de COVID-19, política sostenida de “cero COVID” en China, y volatilidad de la demanda y la logística durante el Año Nuevo chino. Sin embargo, se espera que el crecimiento del comercio siga siendo fuerte en 2022 y 2023, con algunos claros ganadores en todas las regiones y sectores.

Tras unos resultados excepcionalmente buenos desde el segundo semestre de 2020, el comercio mundial de bienes se contrajo en el tercer trimestre de 2021, especialmente en las economías más desarrolladas y en las emergentes. Sin embargo, las economías avanzadas están sufriendo más por los cuellos de botella de las cadenas de suministro que por los problemas de la demanda: según el informe, los déficits de producción están detrás del 75% de la actual contracción del volumen de comercio mundial y el resto se explica por los retrasos en el transporte. De cara al futuro, el rápido crecimiento de los pedidos de nueva capacidad de transporte (6,4% de la flota existente) debería producirse hacia finales de 2022, mientras que el aumento del gasto en infraestructuras portuarias en EE.UU. debería aliviar significativamente los cuellos de botella del transporte marítimo mundial.

El comercio mundial crecerá un 5,4% en 2022 y un 4,0% en 2023

Aunque existe el riesgo de una doble caída en el primer trimestre de 2022, se espera una normalización de los flujos comerciales internacionales en volumen a partir del segundo trimestre de 2022, impulsada por tres factores:

  1. Un descenso del gasto de los consumidores en bienes duraderos, dado su ciclo de sustitución más largo y el cambio hacia comportamientos de consumo más sostenibles.
  2. Una menor escasez de insumos, ya que los inventarios han vuelto a los niveles anteriores a la crisis, o incluso los han superado, en la mayoría de los sectores, y las inversiones han aumentado (principalmente en Estados Unidos).
  3. La reducción de la congestión del transporte marítimo (los pedidos mundiales de nuevos buques portacontenedores han alcanzado máximos históricos en los últimos meses, representando el 6,4% de la flota existente) y el gasto previsto de 17.000 millones de dólares en infraestructuras portuarias en Estados Unidos.

«En general, esperamos que el comercio mundial en volumen crezca un +5,4% en 2022 y un +4,0% en 2023, para luego volver gradualmente a sus niveles medios anteriores a la crisis. Sin embargo, esto se produce a expensas de un aumento de los desequilibrios mundiales. Estados Unidos registrará déficits comerciales sin precedentes (alrededor de 1,3 billones de dólares en 2022-2023), reflejados por un superávit comercial sin precedentes en China (760.000 millones de dólares de media). Por su parte, la zona euro también registrará un superávit superior a la media, de unos 330.000 millones de dólares».

Françoise Huang, economista jefe para Asia-Pacífico de Euler Hermes.

Asimismo, sectores como energía, electrónica, y maquinaria y equipamiento se posicionan como los grandes vencedores en 2022, aunque ya para 2023 será el sector de la automoción el que cobre mayor relevancia, gracias a la acumulación de trabajo y al menor capex en 2021. A nivel regional, Asia-Pacífico debería seguir siendo el principal ganador de las exportaciones en los próximos años (más de 3 billones de dólares en ganancias de exportación en 2021-2023).

Perspectivas España: sectores y mercados de destino

España debería ver aumentadas sus exportaciones en bienes y servicios en 57.000 millones de euros en 2021; en 61.000 millones de euros en 2022 y en 27.000 millones de euros en 2023. Esto hace que el total de las exportaciones españolas en términos de valor supere en 2022 el nivel anterior a la crisis.

Los sectores que deberían presentar los mayores aumentos de exportaciones en 2022 son servicios (24.581 millones de euros) y agroalimentación (4.993 millones de euros); mientras que la automoción (fabricantes y proveedores de automóviles) también debería figurar entre los mayores ganadores ya para 2023, con un incremento de 6.918 millones de euros, en parte, por los efectos de recuperación.

En cuanto a los mercados de destino, los mayores incrementos del volumen de las exportaciones deberían producirse en Francia, Alemania y Reino Unido.

En lo que respecta a las aportaciones de China, Europa está perdiendo el tira y afloja con Estados Unidos

Europa corre más riesgo que EE.UU. en lo que respecta a la fuerte dependencia de insumos intermedios procedentes del extranjero. Sin aumentos de la capacidad de producción e inversiones en infraestructuras portuarias, la normalización de los cuellos de botella de la oferta en Europa podría retrasarse más allá de 2022 si la demanda se mantiene por encima del potencial. Los sectores de equipamiento doméstico, electrónica de consumo, automoción y maquinaria y equipos son los más vulnerables a la escasez de insumos.

«China es un riesgo clave a la baja para Europa: estimamos que una caída del 10% en las importaciones de la UE procedentes de China podría suponer un lastre de más del -6% en el sector del metal, más del -3% en el sector de la automoción (incluido el material de transporte) y más del -1% en los de informática y electrónica».

Ano Kuhanathan, Asesor Sectorial Senior de Euler Hermes.

La relocalización y la deslocalización indirecta seguirán siendo más un discurso que una realidad

Por otro lado, a pesar de la actual interrupción de la cadena de suministro mundial, Euler Hermes no encuentra ninguna tendencia clara de relocalización o deslocalización cercana de las actividades industriales hasta ahora. La única excepción es el Reino Unido, que probablemente se haya enfrentado a alteraciones debido al Brexit. Sin embargo, el proteccionismo alcanzó un máximo histórico en 2021 y debería seguir siendo elevado, principalmente en forma de barreras comerciales no arancelarias (por ejemplo, subvenciones, políticas industriales).