El tejido productivo de Ceuta estabiliza su riesgo de impago en 2023

De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el deterioro del riesgo de crédito frente a 2019 alcanza los nueve puntos, pero se ha estabilizado en el último año.

Redacción ‘MS’- El tejido productivo de Ceuta ha logrado estabilizar el deterioro de su riesgo de crédito en el último año. El 22% de las empresas de la región presenta un riesgo elevado de impago. Aunque esto supone un deterioro de nueve puntos porcentuales frente al 13% que registraba este indicador antes de la pandemia, no crece respecto a los niveles que mostraba en 2022.

Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo ceutí elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View. La creación de nuevas empresas muestra una caída del 8% y la disolución un incremento del 15%.  

Ceuta tiene una economía basada en servicios. El sector primario es testimonial y el industrial (3% de las empresas) tiene un peso económico mínimo en la región (1% de la facturación). El 31% de las empresas ceutíes se concentra en el sector del comercio, que representa un 8% de la actividad económica de la ciudad. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen un peso importante en el tejido (21% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (2% de la facturación). Los servicios a empresa (12% de las empresas, 1% de la facturación) o la hostelería (7% de las empresas, 1% de la facturación) tienen un peso limitado. En estos momentos, el 86% de la facturación económica de Ceuta se concentra en apenas un 3% de las empresas, vinculadas a las actividades de juegos de azar y apuestas. Ello se debe a que grandes empresas del juego online se están trasladando a la ciudad autónoma ante el tratamiento fiscal diferencial frente a otras Comunidades Autónomas.

La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 69% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 2% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 86% de las ventas de un tejido productivo que muestra una relativa madurez. El grueso de la facturación, 48%, se concentra en el 27% de las empresas con una antigüedad de 1 a 5 años.