Gestión emocional en el trabajo

Por Eva García, socia fundadora en Coaching on Focus, Neurocoach, Instructora de Mindfulness

Nuestra vida diaria de lunes a viernes, discurre principalmente en nuestros lugares de trabajo. Si hacemos el cómputo de horas al año que pasamos entre semana con nuestros compañeros, el resultado es impactante. Descontando las horas de sueño y de desplazamientos, como mucho pasamos 6 h en casa con nuestros amigos y/o familia.

Creo que con estos datos, debemos hacer todo lo posible por llevarnos bien con los demás y con nosotros mismos durante las horas que pasamos trabajando.

Sabemos que tenemos muchos “to do’s” en estos temas. La teoría nos la sabemos, pero nos cuesta llevarla a la práctica. ¿Cuantas veces no hemos hablado con nuestros compañeros acerca de lo que le diríamos a la dirección y al jefe que nos acaba de amargar la existencia?, pero ¿cuántas veces de verdad lo hemos hecho de una manera adecuada, con una comunicación asertiva, desde la tranquilidad, gestionando nuestras emociones y no dejándonos llevar por ellas? ¿O desde la dirección o mandos intermedios no se ha utilizado una comunicación adecuada, o no se han tenido en cuenta las emociones o las consecuencias en el estado de ánimo de los empleados?

Afortunadamente, muchos de nosotros hemos podido co- regular las emociones gracias a ese compañero que nos ha escuchado o ese jefe que nos ha comprendido. Sin duda está muy bien tener estos apoyos, sin embargo la empresa del s.XXI debe evolucionar a la creación y facilitación de entornos seguros y validantes.

Asumir la responsabilidad de minimizar las fuentes de estrés, miedos y ansiedades en el ámbito laboral es tarea de todos.

¿Qué podemos hacer?

  • Implementar entornos tolerantes donde no exista la cultura del miedo y las personas se sientan parte de la organización
  • Instaurar procedimientos y canales de comunicación y escucha. Desde la dirección hacia abajo y desde abajo hacia arriba. Es importante que se entiendan todas las posturas.
  • Potenciar las habilidades sociales de todos los empleados
  • Implementar la mediación. Es la metodología más eficaz para la resolución de conflictos en entornos laborales porque se centra en restaurar las relaciones interpersonales. Como decía Lin Yutang: ” Los conflictos existen siempre. No tratéis de evitarlos, sino de entenderlos”

Punto de partida. Autoconocimiento

Empecemos por el principio. Lo primero que debemos hacer es comenzar a conocernos y observarnos. Creemos que nos conocemos, nos etiquetamos como emocionales, irascibles, pacientes, empáticos, etc… pero… ¿realmente nos conocemos?

Desde mi punto de vista la respuesta es que probablemente no.  No me gustaría caer en las míticas y típicas frases que promueven el autoconocimiento, hay miles, para todos los gustos; simplemente creo que necesitamos más reflexión, tranquilidad y observación para con nosotros mismos que las que practicamos hacia los demás.

A continuación te mostramos unos pequeños trucos para mejorar nuestra autoconciencia emocional:

  • Observa tus reacciones emocionales durante los eventos del día: ¿cómo las sentimos?, ¿con qué intensidad?, ¿Cuál o cuáles son los detonantes que nos hacen saltar?
  • Empieza a escuchar las manifestaciones físicas de tus emociones: ¿cansancio?, ¿tensión alta?, ¿nerviosismo?, ¿ansiedad? …..
  • Evita juzgar negativamente tus propias emociones: el primer paso es aceptarnos como somos y aceptar lo que sentimos, no lo que deberíamos sentir o lo que los demás esperan de nosotros
  • Reflexiona si estas observaciones te llevan a algún tipo de pensamiento : ¿encuentras patrones de conducta que se repiten? O llegados a este punto quizá ya hayas descubierto que no eres la persona que pensabas.
  • Observa el efecto que tienes sobre los demás, pues las emociones se contagian. Es muy probable que los demás se comporten de manera diferente si modulas tus emociones y tu actitud.
  • Observa la comunicación no verbal: ¿es coherente lo que sientes, piensas y haces? Aunque intentemos no mostrarlo, nuestra corporalidad nos delata.
  • Disminuye los niveles de estrés, evitando que se acumule esta tensión negativa que a la larga tiene unas consecuencias importantes y negativas para ti y los que te rodean.
  • Reflexiona sobre tus niveles de empatía: ¿Hasta qué punto escuchas de manera activa y con compasión o solo lo haces por educación y por seguir las normas sociales?

Una vez tenemos conciencia de nuestras emociones, ya podemos comenzar a gestionarlas o regularlas. Algunos consejos:

  • Identificar las emociones, ponles nombre.
  • Utiliza estrategias para evitar actuar de manera impulsiva. La técnica del semáforo, contar hasta 10, practicar Mindfulness y otras muchas, nos ayudarán a desactivar las emociones y bajar nuestro nivel de activación.
  • Busca de manera activa el apoyo social, visibiliza tus emociones y verbalízalas. Lejos de mostrarte vulnerable, esto es sinónimo de una gran madurez.
  • Piensa en el aprendizaje al actuar de una manera más pausada. Te sentirás muy orgulloso y satisfecho de haber manejado adecuadamente una situación que antes te desbordaba.
  • Intenta siempre posicionarte desde diferentes perspectivas y miradas; te dará mayor comprensión de las situaciones

Beneficios de una buena gestión emocional en el ámbito laboral

Tener equipos más estables emocionalmente tiene múltiples beneficios para todas las partes:

  • Se mejoran las relaciones interpersonales basadas en la confianza
  • Incrementan el bienestar, el compromiso y el sentido de pertenencia
  • Aumentan el rendimiento y la productividad
  • Potencian el crecimiento, la creatividad y el aprendizaje
  • Cambian los modelos de comunicación, de pasivos o agresivos a modelos más asertivos y sanos
  • Se favorecen los estilos de trabajo colaborativo y cooperativo
  • Desarrollan la motivación intrínseca y la autonomía

Creo que a todos nos gustaría adquirir herramientas para identificar y controlar las emociones, que nos permitiera mejorar nuestro ambiente laboral y las relaciones con nuestros compañeros.

Afrontar y resolver situaciones conflictivas en el lugar de trabajo es posible a través de una adecuada  gestión emocional.

Pero no olvidemos que no podemos hacerlo solos, es mucho más sencillo trabajar conjuntamente y de manera coordinada y asumir nuestras responsabilidades, como trabajadores o como empresa, pero siempre desde el enfoque de las personas.