IMQ se suma al 8M con acciones específicas de concienciación a nivel interno y externo

Redacción ‘MS’- Aprovechando la efeméride del 8M, IMQ ha querido poner el foco en los problemas de salud que en mayor medida afectan a las mujeres y las diferencias de género existentes en este ámbito, destacando que, si bien los hombres tienen una menor esperanza de vida, la calidad de la de las mujeres es crecientemente peor, siendo también quienes más acuden a los sistemas de salud aquejadas de diversas dolencias.

Según los últimos datos del INE, la esperanza de vida de las mujeres en España se sitúa en 85,1 años (86,4 en Euskadi) frente a los 79,6 de ellos (80,84 en Euskadi), pero su percepción de salud es peor, considerando que es “buena o muy buena” el 54% de ellas frente al 63% en el caso masculino. Los hombres viven, además, el 83,3% de sus años de esperanza de vida en condiciones de buena salud frente al 77,9% de las mujeres.

El hecho de que las mujeres realicen, en general, trabajos peor remunerados, poco valorados, con dobles y triples jornadas, y siendo las cuidadoras principales, formales e informales, de las personas dependientes (de la niñez, de las personas mayores, de las enfermas y de las que tienen discapacidades) está repercutiendo también de forma negativa en su salud, haciendo que se les diagnostiquen más depresiones y que sean actualmente las grandes consumidoras de psicofármacos.

El convenio, que ambas organizaciones vienen

Existen, por otro lado, diferencias en cómo se manifiestan las dolencias crónicas, siendo su frecuencia del doble al triple en el caso de las mujeres en todas las categorías principales: artrosis y problemas reumáticos, mala circulación, jaquecas, migrañas, dolores de cabeza, fibromialgias y depresión, además de enfermedades cardiovasculares, cáncer, y osteoporosis; así como la anorexia nerviosa, que afecta fundamentalmente a mujeres y niñas, cada vez a edades más tempranas y en mayor proporción (10%).

En el informe “Las mujeres y la salud. Los datos de hoy, la agenda de mañana” de la OMS, se recoge una serie de conclusiones que ponen de manifiesto que las sociedades del mundo entero siguen fallando a la mujer en momentos clave de su vida, particularmente en la adolescencia y la vejez. Según datos de la OMS, cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto, siendo igualmente mayoría de las infectadas por el VIH.

La violencia contra la mujer está también muy extendida. Según las últimas estimaciones mundiales, el 35% de la población femenina ha sido alguna vez en la vida víctima de violencia de pareja o de violencia sexual fuera de la pareja. Las mujeres víctimas de abusos físicos o sexuales presentan tasas más elevadas de problemas de salud mental, embarazos no deseados y abortos inducidos y espontáneos. Las mujeres expuestas a la violencia en la pareja tienen, por su parte, el doble de probabilidades de sufrir depresión, cerca del doble de probabilidades de padecer trastornos asociados al consumo de alcohol y 1,5 veces más probabilidades de contraer el VIH u otra infección de transmisión sexual. El 42% de estas mujeres han experimentado traumatismos causados por esos abusos. En muchos conflictos, se utiliza también la violencia sexual como táctica de guerra.

Ante las diferentes necesidades de salud de hombres y mujeres, la sociedad responde estableciendo políticas de salud y ofertando servicios. pero incluso en aquellos casos en que las políticas y servicios se ofertan aparentemente por igual a hombres y mujeres, no son utilizados de igual manera por unos y por otras.

Desde IMQ, conscientes de esta realidad y de que, entre otras muchas cosas, realizarse controles periódicos rutinarios para la detección precoz de posibles patologías y adoptar hábitos de vida saludables es una cuestión  crucial para mejorar la calidad de vida de las mujeres, pusieron ya hace tiempo en marcha programas de salud preventiva específicos, recomendando a las mujeres una serie de controles periódicos en función de la edad a fin de lograr una vida más saludable, complementado ello con la divulgación de contenidos generales en su blog Canal Salud abiertos a la ciudadanía.

IMQ, además, ha querido visibilizar su apuesta por la igualdad, realizando en un día tan señalado como el 8M diferentes iniciativas tanto internas como externas. A nivel interno ha puesto en marcha diversas acciones de sensibilización para todos sus empleados mediante cursos destinados a favorecer la igualdad en el ámbito laboral, la utilización de lenguaje no sexista y el empoderamiento de las mujeres, además de dar a conocer los planes de igualdad con que cuenta la compañía y de trasladar la opinión de sus mujeres directivas al respecto de la situación de las mujeres en el sector, la aportación de éstas al ámbito laboral y lo que les sugiere la fecha del 8M.

Por su parte, IMQ Prevención ha realizado una infografía con motivo de esta celebración que ha distribuido a modo de concienciación entre las empresas con las que trabaja.

Asimismo, el grupo sociosanitario IMQ Igurco, en línea con campañas anteriores como la de ‘Mujeres que abren camino’, llevada a cabo en 2022, ha programado para este año la actividad ‘Miradas que rompen barreras’, en la que participan personas mayores, familiares y profesionales, y que está dirigida a homenajear a las mujeres y sensibilizar a la sociedad, a través de la elaboración de gafas moradas, de diversos materiales y en distintos centros.

A nivel externo, durante todo el 8M, IMQ publicará en sus redes sociales contenido alusivo para poner en valor la aportación de las mujeres al mundo de la medicina, así como para difundir su situación a todos los niveles. Además, ha transformado la firma digital corporativa de todas y todos los empleados para reivindicar a través de un gif que lleva como lema “sin pausa hacia la igualdad” la importancia de tomar decisiones que favorezcan la misma.