La ciberseguridad empieza desde pequeños

Por Mª Del Carmen Sáez, cofundadora de Correduidea.

Todos somos conocedores de las grandes ventajas que ha traído consigo el uso y manejo de internet a nuestras vidas, pero de los peligros que conlleva, bajo mi punto de vista, se ha informado muy poco. De ahí la especial atención que hoy se pone en la concienciación y formación en la utilización de las Tecnologías de la Información y comunicación (TIC).

Quién no se ha abierto una cuenta en alguna red social, o bajado una aplicación, ha hecho una compra online o consultado alguna página web. Hoy día, si nos paramos a pensar, muchas de nuestras acciones cotidianas están relacionadas con la tecnología, nos hemos vuelto digitales. Sin embargo, hay una generación que es nativa digital a la que debemos educar y proteger en esta materia.

Volviendo a la falta de información parece contradictorio, cuando vivimos inmersos en un tsunami de noticias, difícilmente podemos recepcionar su totalidad y más aún hacer la criba necesaria para verificar su autentificación. Día a día convivimos con fake news o noticias falsas.

Como usuaria y madre llegó un momento en el cuál, lo que hasta ahora era algo normal empezó a tomar relevancia. Había demanda de dispositivos y uso de redes sociales en el ámbito escolar. En un entorno donde las edades oscilaban entre los 10 y 11 años. Comenzaba entre algunos el uso desmedido de los móviles, jugar a videojuegos online con desconocidos, aislamiento, perfiles en Facebook, Instagram, Tik Tok, etc.

Pero eso sólo era el comienzo. Gracias al centro escolar, en colaboración con la Policía, tanto alumnos como padres pudimos aprender y reflexionar sobre los riesgos a los que se enfrentan en internet nuestros hijos, por ejemplo:

Sexting: es la recepción o transmisión de imágenes o vídeos que conllevan un contenido sexual a través de las redes sociales, ya sea con o sin autorización de quien los coloca en el medio. No es delito entre adultos, pero sí entre menores (pornografía infantil) peligro de extorsión y chantaje.

Grooming: Pederastas en la red. Es el conjunto de técnicas de engaño, que utiliza un adulto para conseguir la confianza de un menor con el objetivo de obtener de él, un beneficio de carácter sexual. Utilizan fotos de otros niños desnudos.

Tecnoadicción: incluyen todos los fenómenos o problemas de abuso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Uso excesivo y compulsivo de internet, móviles, tablets, TV, videojuegos, redes sociales, etc.

pudiendo llegar a ocasionar graves consecuencias para la salud como ataques epilépticos, selfisidio, agotamiento cerebral, entre otros.

Ciberacoso/ciberbullying: el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales, menores en ambos extremos. Altamente nocivo, la víctima no descansa, el uso de redes sociales multiplica y complica el acoso (24 horas) Se extiende más rápido y tarda más en olvidarse.

Suplantación de identidad: tipificada como delito en el Código penal, consiste en hacerse pasar por otra persona para obtener un beneficio, cometer un delito, ejercer acoso, difundir mensajes en tu nombre. Hay varias formas de suplantar la identidad de alguien, desde el acceso ilegal a una cuenta consiguiendo las claves de acceso o crear un perfil falso con sus datos.

Tras las jornadas mi preocupación sobre el tema creció, “estamos muy expuestos y poco protegidos” esa fue mi conclusión. Aunque por mi actividad profesional estoy familiarizada con conceptos, procesos, medidas preventivas y reactivas a nivel empresarial, la vulnerabilidad de los usuarios a nivel particular y especialmente en menores, hace que debamos tomar más conciencia e informarnos sobre todos los posibles peligros de la red y ayudemos a crear y fomentar un entorno más seguro, empezando desde el hogar.

Aquí os dejo algunas recomendaciones a tener en cuenta con nuestros peques:

– A partir de los 8 a 9 años hablar con tu hijo de todo con transparencia.

Ej: Pederasta.

– Generar un ambiente adecuado de confianza para que el niño se sienta seguro.

– Dialogar abiertamente sobre los temas, no juzgar.

– Instalar los dispositivos en zonas comunes, evitar que esté sólo en su cuarto y con la puerta cerrada.

– Fomentar la autoestima, desarrollo personal y amistad.

– Involucrarle el respeto por los demás.

– Crear pensamiento crítico (Todo lo que vean, por qué).

– Gestionar el uso de la tecnología (TIC) poner límite al tiempo de conexión y cumplirlo.

– Control sobre el tiempo de uso (Lo mejor es negociar, nada de imponer (Autoritario) o ser demasiado permisivo.

– No todos los juegos que salen al mercado son adecuados para menores, mirar etiqueta PEGI.

– Configurar juntos sus perfiles y aplicaciones, sólo abrir las que se vayan a utilizar abogando por la privacidad y revisar condiciones del servicio. Siempre cumpliendo la primera premisa, cumplir con la edad mínima establecida por cada red social.

– Usar herramientas de control parental. (Qustodio, is4k, pantallasamigas.net)

– Acompañar en las citas.

– Adquirir conocimiento del entorno digital.

– Tapar las cámaras mientras no se utilicen.

– No divulgar datos personales (DNI, domicilio, colegio, documentos, fotografías)

– Prestar más atención a lo que nos descargamos y autorizaciones que damos a las aplicaciones.

“La protección de tu hij@, es tu responsabilidad”