Redacción ‘MS’- Desde que se decretó el estado de alarma el pasado 16 de marzo, el número de consultas médicas virtuales ha aumentado aceleradamente en España. A modo de ejemplo, más del 85% de las consultas externas hospitalarias del mes de abril se realizaron vía telefónica o no presenciales y, en Cataluña, se calcula que la pandemia ha multiplicado por cinco las visitas telemáticas en los centros de atención primaria. Así se desprende de un informe promovido e impulsado por Barcelona Health Hub y liderado por Esade Creapolis y el Institute for Healthcare Management de Esade que cuenta con el apoyo de Community of Insurance como partner para la industria aseguradora.
Aunque todavía es temprano para poder medir el impacto real en términos de actividad de la telemedicina durante la COVID-19, todos los datos disponibles muestran un crecimiento muy acelerado de esta actividad.
El salto ha sido muy rápido, forzado por la urgencia y la gravedad de la crisis sanitaria, pero los expertos aseguran que, pese a la agilidad en la adecuación de la telemedicina durante la pandemia, se han experimentado diversas carencias.
“Tanto los hospitales públicos como la atención primaria no estaban bien preparados, hecho que explica que la atención se haya hecho principalmente por teléfono y no con un sistema digital más sofisticado”.
Manel Peiró, director del Institute for Healthcare Management de Esade.
Según el estudio de Esade, durante la gestión de la pandemia las tecnologías digitales han demostrado su utilidad en múltiples aplicaciones, como el screening de casos sospechosos de COVID-19, el seguimiento de pacientes con el virus en el domicilio o de pacientes con tratamientos de larga duración, así como la consulta de pacientes sin COVID-19 pero con casos de urgencias y/o visitas programadas.
Un cambio “extremadamente” rápido
Al principio de la pandemia la ausencia de una plataforma tecnológica -a excepción del sector asegurador- y la falta de recursos colapsaron las urgencias telefónicas. Sin embargo, según Peiró, “es sorprendente la velocidad con la que lo subsanó el sistema, ya que, en los primeros días desde el inicio de la pandemia, la mayoría de los proveedores sanitarios ya se habían adaptado para proveer dicha atención”.
Modelos de eConsulta como “La Meva Salut” en Cataluña, explican la rápida adaptación de la consulta virtual durante la gestión de la pandemia. A modo de ejemplo, entre febrero y marzo los usuarios mensuales de este proyecto piloto se multiplicaron por más del doble, alcanzando las 67.000 consultas electrónicas en el mes de marzo.
La experiencia de los pacientes
Según el estudio, aunque aún es pronto para tener una radiografía exacta, tanto los resultados de las respuestas iniciales realizadas como la visión de algunas asociaciones de pacientes indican una opinión favorable. Según una encuesta realizada a pacientes por DKV sobre la consulta médica virtual, el 89% de los pacientes asegura que volvería a utilizar este método de consulta y lo recomendaría a un familiar o amigo. Asimismo, el 84% afirma que obtuvo una respuesta rápida del médico a su consulta.
El futuro de la telemedicina post COVID-19
Las concusiones del estudio apuntan que las soluciones tecnológicas que se han usado ya existían antes de la pandemia y que la mayoría de los proveedores ya alcanzan el nivel de digitalización suficiente para adoptar la telemedicina. La elevada necesidad de evitar nuevos contagios ha superado las restricciones del marco regulatorio y el cambio de las actitudes profesionales y pacientes frente a la telemedicina ha sido notable.
“Es el momento de consolidar este modelo de atención, complementario a la atención presencial, y no dar un paso atrás en el escenario posterior a la pandemia”.
Luis Badrinas, CEO de Barcelona Health Hub y Community of Insurance.
«Desplegar un buen marco regulatorio será esencial para consolidar estos avances”.
Oriol Alcoba, director general de Esade Creapolis.