La importancia de la diversidad de pensamiento y del aprendizaje constante en el entorno de trabajo

Por Itziar Vizcaíno, HR Director MetLife Iberia y Diversity and Inclusion Head WCE.

La forma en la que avanzamos en las organizaciones está sucediendo gracias a la combinación de los avances en materia de diversidad e inclusión y el fuerte compromiso con el aprendizaje de las personas.

En MetLife, el punto de partida fundamental es trabajar la excelencia en la Experiencia del Empleado; algo esencial ya que los empleados son los que conforman la experiencia del cliente. Tenemos claro que, cada persona que forma parte del equipo, en algún momento o lugar representará a la compañía y a toda la organización. Se trata de utilizar el enfoque de Experiencia de Cliente para aplicarlo a nuestros empleados: ¿Cuáles son sus expectativas, sus prioridades, sus emociones, sus reacciones? Y, a partir de una escucha activa de su punto de vista, co-crear con ellos la mejor Experiencia de Empleado.

En MetLife, hace años que empezamos a hablar de Experiencia de Empleado y a construir un enfoque participativo. Nuestros mecanismos de comunicación interna y nuestras dinámicas de interacción favorecen la escucha y empoderan al empleado, que es quien propone iniciativas y acciones. La Dirección genera un espacio seguro en el que se puede proponer, contribuir y retar para que las ideas de los empleados fluyan. Ejemplos de estos mecanismos son “El Día de la Estrategia” (Ownership Day) en el que nos reunimos todos para conocer la estrategia en detalle y proponer mejoras de procesos o nuevas acciones; o los embajadores en materia de Bienestar, Responsabilidad Social Corporativa, Innovación y Diversidad, que se encargan de canalizar y desarrollar ideas de los empleados en estos ámbitos.

«En MetLife, hace años que empezamos a hablar de Experiencia de Empleado y a construir un enfoque participativo. Nuestros mecanismos de comunicación interna y nuestras dinámicas de interacción favorecen la escucha y empoderan al empleado, que es quien propone iniciativas y acciones».

El proceso pasa por identificar cuáles son los momentos más críticos para el empleado –los llamamos “Momentos de la Verdad”- para poder asegurarnos de que en esos momentos la experiencia que ofrecemos se crea a partir de haber escuchado cuáles son sus opiniones e ideas al respecto.

Y esto tiene mucho que ver con la diversidad de pensamiento y el liderazgo inclusivo.

No cabe duda de que en una sociedad compleja como la actual, centrarse en aumentar al máximo el valor de una plantilla diversa y que asegure la presencia de grupos que en épocas anteriores no tenían tanta representación en el mundo empresarial, se ha convertido casi en una exigencia de las empresas. Apostar por empresas diversas aporta grandes ventajas a las organizaciones. Sin embargo, aunque es positivo que la contratación de personal siga criterios de diversidad, hay una parte de la fórmula que es la esencial. Estoy hablando de la necesidad de fomentar una cultura de inclusión donde cada empleado se sienta libre y valorado por traer su auténtico yo al trabajo. Esta cultura inclusiva no es más que el empleado sienta que es valorado por lo que es, por sus habilidades, por sus capacidades, por su personalidad y por todo aquello que le hace especial y único. Esto solo sucede cuando nos sentimos libres de ser quienes somos y se reconoce nuestro valor.

«Apostar por empresas diversas aporta grandes ventajas a las organizaciones. Sin embargo, aunque es positivo que la contratación de personal siga criterios de diversidad, hay una parte de la fórmula que es la esencial. Estoy hablando de la necesidad de fomentar una cultura de inclusión donde cada empleado se sienta libre y valorado por traer su auténtico yo al trabajo».

¿Y cómo fomentamos esta diversidad de pensamiento? Es fundamental formar a los líderes en la importancia del liderazgo inclusivo y hacerles responsables de ello. En MetLife tenemos claro que la diversidad de pensamiento nos hace tener mejores resultados, ser más innovadores y ser más felices en el trabajo. Sabemos que es clave para conseguir el objetivo de crear estructuras colaborativas, aprovechar al máximo el potencial individual de cada trabajador y maximizar así las posibilidades de éxito. Por eso es algo que medimos en nuestra Encuesta de empleado y que queremos asegurar en nuestra cultura.

Otro de los ejes para la transformación que llevamos a cabo en las políticas de RR. HH de MetLife tiene que ver con las nuevas formas de entender el aprendizaje. Queremos ser una organización que aprende y tenemos claro que debemos de conseguirlo a través del aprendizaje de nuestros empleados. El proceso de aprendizaje debe de ser continuo. Queremos que los mecanismos de aprendizaje sean fácilmente accesibles y variados, dependiendo de las preferencias, perfiles y potenciales de los empleados. Queremos generar una cultura de aprendizaje continuo y abierto, generando consciencia de aprender de la experimentación, de los éxitos, de los fracasos, de la reflexión, de la observación, de los compañeros, de los managers (cuyo rol de maestro cobra mucha importancia), etc… Y es aquí donde gracias a la tecnología también entran en juego nuevas herramientas de aprendizaje que nos hacen más fácil la adquisición de conocimientos. Por ejemplo, en MetLife acabamos de implementar una herramienta llamada MyLearning que facilita una gran variedad de recursos diferentes, con materiales formativos en audio, video, de diferentes extensiones y temáticas, con el que cada empleado puede elegir su propio itinerario formativo.

«Queremos generar una cultura de aprendizaje continuo y abierto, generando consciencia de aprender de la experimentación, de los éxitos, de los fracasos, de la reflexión, de la observación, de los compañeros, de los managers (cuyo rol de maestro cobra mucha importancia), etc… Y es aquí donde gracias a la tecnología también entran en juego nuevas herramienta de aprendizaje que nos hacen más fácil la adquisición de conocimientos».

Y, de nuevo, también aquí el papel del liderazgo es esencial. Queremos líderes que sean “maestros”, que favorezcan, valoren y premien el aprendizaje de las personas. Para seguir transformándonos y progresar.

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