Las matronas de IMQ, pioneras en la atención de urgencias obstétricas a partir de la semana 37 de gestación

Redacción ‘MS’- Coincidiendo con la celebración en todo el mundo del Día Internacional de la Matrona, que cada año se celebra cada 5 de mayo, la Clínica IMQ Zorrotzaurre, el mayor centro privado de Euskadi, ha dado a conocer una de las funciones que, de manera pionera, realizan en ella estas profesionales sanitarias.

«Las matronas de nuestro centro somos capaces de valorar, dar atención, proporcionar el alta y dar consejo sanitario a mujeres con embarazos a término, con una edad gestacional de 37 semanas o más y sin patología o con una patología materna ya controlada. Esta labor la realizamos dentro de protocolos de trabajo consensuados con los médicos especialistas en Ginecología y Obstetricia de IMQ y en colaboración y trabajo constantes entre ambas profesiones. Por debajo de la semana 36, la atención corresponde en exclusiva al especialista médico en Ginecología y Obstetricia, debido a la prematuridad del feto».

Anabel Guevara, matrona, enfermera especialista en Ginecología y Obstetricia de la la Clínica IMQ Zorrotzaurre.

Entre las urgencias obstétricas más frecuentemente atendidas por las matronas de IMQ Zorrotzaurre se encuentran los pródromos (falsos trabajos de parto), las fases latentes y activas de parto y sospechas de bolsas amnióticas rotas.

Según explica la matrona del hospital vasco, «la mayor parte de las urgencias obstétricas que atendemos se refieren pródromos, es decir, falsos trabajos de parto, sean primíparas o multíparas, que se encuentran con una dinámica dolorosa, que están en casa y no saben si están de parto o no; entonces se acercan a Urgencias».

En la Clínica IMQ Zorrotzaurre se realiza formación de preparación al parto, «una educación maternal en la que abordamos aspectos como los pródromos, que son frecuentes en urgencias, para que estén tranquilas, y más ahora con esta situación. En las clases de preparación al parto, hacemos hincapié en que si aparecen dudas, que no se queden con esa inquietud y que se acerquen a Urgencias, para que las valoren».

Si durante esa valoración del estado de salud de la mujer y del feto «consideramos que hay que avisar al ginecólogo, por la razón que sea (porque el registro que le estamos haciendo deba ser valorado por un ginecólogo, o que se precise una ecografía o ante cualquier duda que se pueda plantear), solicitamos la intervención del especialista médico, que en la mayor parte de los casos es el propio ginecólogo que lleva su embarazo».

La matrona, enfermera especialista en Ginecología y Obstetricia, recalca «el trabajo conjunto y coordinado de todo el equipo asistencial del Bloque Obstétrico, de acuerdo con protocolos de trabajo consensuados y en constante comunicación entre todos sus miembros».

Algunas otras urgencias obstétricas suceden por problemas con la lactancia materna del recién nacido.

«Antes de la pandemia veíamos con más frecuencia ingurgitaciones mamarias, que es una patología de la lactancia materna que, sobre todo, se da en los primeros días tras el parto. En estos casos, dado que es un proceso fisiológico que se ha tornado en patológico, se requiere de una atención específica y bien definida. En muchas ocasiones, somos las matronas las que resolvemos los episodios de ingurgitación mamaria. En estos casos, se necesita tiempo, para vaciar esos pechos, para aliviar ese dolor, para dar consejo y formación».

Anabel Guevara, matrona, enfermera especialista en Ginecología y Obstetricia de la la Clínica IMQ Zorrotzaurre.

En los casos de lactancia materna, también conviene determinar «si existe o no un buen agarre, verificar la posición del bebe puesto al pecho, comprobar la succión y la deglución, etc. Cuando hay dudas o surgen problemas, siempre aconsejamos que acudan a Urgencias».

Otros motivos frecuentes por los que se acude a las urgencias obstétricas son por la existencia de una sospecha de bolsa amniótica rota. Una vez que la embarazada llega a Urgencias de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, «se la deriva al Bloque Obstétrico. Allí, hacemos una prueba para ver si esa bolsa amniótica está rota o no. Nosotras la realizamos, la valoramos y decidimos si le damos el alta o si es necesaria la intervención de un ginecólogo».

También se acude a las urgencias obstétricas «por las dudas de la madre respecto a si puede estar de parto o no, porque no nota los movimientos de su bebé, porque ha sangrado, porque ha expulsado el tapón mucoso o por alguna duda relacionada con ese periodo del proceso de gestación desde la 37.ª semana en adelante».

Con respecto a la atención no presencial, adoptada en ocasiones por otras áreas de la sanidad, «en las urgencias obstétricas no se hacen consultas telefónicas porque es muy complicado. Por ejemplo, algunas embarazadas llaman refiriendo que “he manchado”, “he sangrado un poco”, “no sé si son contracciones”, “no sé si tengo que ir a Urgencias o no”, etcétera. Atender esto por teléfono es imposible. Tenemos que valorar ese sangrado; hacer una exploración vaginal en los casos de sospecha de parto; determinar presencialmente si se ha roto la bolsa; monitorizar in situ al bebé, y muchos otros aspectos. De manera mayoritaria, cuando nos llaman, les aconsejamos que vengan a Urgencias».

Por último, la matrona refiere que «la mayor parte de las urgencias obstétricas requieren ingreso por su proceso de parto».