Mª José García Pedreño (SCL Consultores): «Es importante hacer de la visión del empresario o emprendedor el proyecto compartido de todo el equipo humano que conforma la empresa»

La Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid, ASEME, colabora en esta sección con ‘Muy Segura’ con el objetivo de dar a conocer a nuestra audiencia los diversos y valiosos perfiles de sus empresarias que constituyen, sin duda, un claro ejemplo para tod@s nosotr@s.

Este mes entrevistamos a Mª José García Pedreño, asesora jurídico-laboral en SCL Consultores. Graduado Social colegiado de Madrid. Mediadora inscrita en el registro de Mediadores del Ministerio de Justicia.

¿Cómo fueron los inicios de su andadura profesional?

Comencé en el asesoramiento jurídico empresarial incluso antes de haber comenzado a estudiar la carrera universitaria, con 16 años tuve la oportunidad de comenzar a trabajar en una asesoría empresarial que ofrecía un servicio integral fiscal, contable y laboral, aunque he de confesar que desde muy pequeña soñaba con dedicarme al ámbito jurídico laboral, por lo que tuve claro que debía matricularme en la Diplomatura de Relaciones Laborales formándome en las materias relacionadas con la empresa y las relaciones laborales desde una perspectiva multidisciplinar, adquiriendo conocimientos y habilidades que me han permitido desarrollar capacidades en la gestión de recursos humanos, el asesoramiento jurídico en cuestiones de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, así como la representación técnica en juicio en la Jurisdicción Social, entre otras.

No sé explicar el motivo, pero siempre me he sentido a gusto al tratar con personas que se encuentran en un momento difícil, de conflicto, donde poder ayudar a resolverlo. En este sentido, las relaciones laborales y en particular cómo surgen y se desarrollan me atraen en cuanto a la posibilidad de intervenir en las vicisitudes que las acompañan con el propósito de ofrecer otra forma de hacer más fructífera para el equipo de trabajo.

En las relaciones laborales y empresariales veo micro sociedades donde las personas que forman parte de ellas se ven inmersas en el choque que surge entre la necesidad de tener un medio de vida y los intereses propios del intercambio de sus conocimientos y capacidades por una retribución dineraria. No siempre necesidades e intereses van de la mano. A veces, uno mismo se encuentra en conflicto por las circunstancias que le rodean.

En estos momentos afectados por el COVID-19, en los que es normal sentir incertidumbre, incomprensión o impotencia por factores que nos colocan en una situación de difícil solución necesitamos entender que solos no podemos, ahí es donde entro yo.

En la empresa, es imprescindible que toda la plantilla entienda que hay que ir a una, es importante hacer de la visión del empresario o emprendedor el proyecto compartido de todo el equipo humano que conforma la empresa, desde su identidad en el mismo. Sólo así se genera el compromiso necesario para desarrollarlo. Cuando esto se consigue podemos afirmar que existe cultura empresarial que nace de valores compartidos derivados a su vez de la visión y misión del empleador, es entonces cuando la empresa ha dado paso a la micro sociedad viva y en movimiento capaz de crear sociedad civil.

«En la empresa, es imprescindible que toda la plantilla entienda que hay que ir a una. Es importante hacer de la visión del empresario o emprendedor el proyecto compartido de todo el equipo humano que conforma la empresa, desde su identidad en el mismo. Sólo así se genera el compromiso necesario para desarrollarlo».

¿Qué hitos identifica a lo largo de la misma, de modo especial en su extensa trayectoria en materia de asesoramiento jurídico y negociación?

Durante la crisis de 2008 tuve que enfrentarme a las incertidumbres e inseguridades que la misma producía en las personas que integraban las mesas de negociación de ERTE’s o ERE’s, sensaciones compartidas por empresarios y trabajadores que les hacían estallar por la impotencia y el desasosiego que producía en ellas.

En aquellas largas sesiones descubrí que, lejos de incomodarme las críticas, los reproches, las quejas y los densos silencios que se producían, con mi capacidad de escuchar era posible reformular aquello que se decían con un lenguaje más asertivo. De manera que posibilitaba una comunicación más fluida que permitía el entendimiento de lo que realmente necesitaban cada una de las personas que integraban las negociaciones. Sin saberlo, estaba resolviendo conflictos que se mantenían latentes aunque ocultos por los acontecimientos económicos que aparentaban ser el verdadero objeto de la negociación. Era capaz de percibir las razones auténticas que provocaban el posicionamiento de aquellas personas que, en el fondo, tenían unas necesidades e intereses diferentes a la exigencias que verbalizaban. Aún más, conseguía sacar aquellos puntos de encuentro, lo que les unía.

Con el paso del tiempo en que, al igual que ahora, los meses pasaban como años, descubrí que debía adquirir y mejorar en aquellas técnicas que potenciaran mis habilidades innatas para ayudar a resolver conflictos.

De esta forma decidí cursar el Máster en Mediación, Negociación y Resolución de Conflictos en la Universidad Carlos III de Madrid y al finalizar el mismo me ofrecieron la posibilidad de formar parte del Servicio Intrajudicial de Mediación que se desarrolla en colaboración con el Consejo General del Poder Judicial para resolver los conflictos derivados de los Juzgados de Getafe y Leganés.

Esta oportunidad me ha hecho crecer como gestora de conflictos, aunque lo más satisfactorio ha sido la experiencia acumulada en esta área y la seguridad de haber encontrado mi verdadera misión profesional. Además, aquí conocí a mi socia y amiga, Sonia López García, juntas fundamos Hacemos Mediación (www.hacemosmediacion.com) un gabinete de mediación en el que unimos nuestras capacidades y la visión compartida de resolver aquellos conflictos surgidos en ámbitos tales como: vecinal, familiar, civil, mercantil, laboral y empresarial.

«Con el paso del tiempo en que, al igual que ahora, los meses pasaban como años, descubrí que debía adquirir y mejorar en aquellas técnicas que potenciaran mis habilidades innatas para ayudar a resolver conflictos».

¿Puede hablarnos de su experiencia en materia de formación?

Allá por 2004, mientras trabajaba como Graduado Social en una asesoría jurídica empresarial cursé el Máster en prevención de riesgos laborales, especializándome en riesgos psicosociales.

Recuerdo que me ofrecieron impartir una formación básica en esta materia, a pesar de no contar con experiencia como formadora. Soy de las personas que creen que las oportunidades no llegan solas, sino que son provocadas por uno mismo, así que es inconcebible dejarlas pasar. Si lo haces, estarías abandonando en el camino de tu vida una parte de ti.

Aceptar esta oportunidad fue el inicio de mi trayectoria como formadora, un perfil que nunca he dejado de enriquecer a través de la experiencia adquirida en cada uno de los procesos en los que tengo la oportunidad de intervenir, bien como mediadora, negociadora, formadora o asesora jurídica.

Con la formación recibo más de lo que doy, me da la ocasión de estar en contacto con las personas que conforman las relaciones laborales y, por lo tanto, beber de la fuente infinita de sabiduría de los verdaderos protagonistas en la empresa.

Es difícil explicar cómo me siento cuando realizo una formación y recibo el agradecimiento por lo que se llevan de mí, ¿cómo comparar que mientras uno se nutre de varias fuentes ellos sólo toman de una?

Formar es para mí inspiración, me hace mejorar como profesional en la medida en que me comprometo dando a la empresa herramientas para que aprovechen las obligaciones derivadas del cumplimiento normativo (Planes de Igualdad, Protección de Datos, Control horario, etc) como oportunidades de mejora continua de las personas que forman los equipos de trabajo.

La resolución de conflictos que aparecen como bloqueadores de negociaciones son inmejorables ocasiones para realizar cambios, hacer las cosas de forma que se obtengan resultados diferentes que, además, mejoren el clima laboral.

En estos momentos, estamos desarrollando guías de buenas prácticas o protocolos de actuación dentro del marco del Plan Mecuida, abriendo procesos de negociación cuyos miembros son los auténticos protagonistas, aquellas personas que van a necesitar de su aplicación, me refiero a la parte empresarial y trabajadora. Constituimos un grupo de trabajo conformado por personas que representen a la empresa y a la plantilla que van a ser los encargados de negociar y crear las acciones a poner en marcha cuando surjan necesidades frente a una baja médica por cuarentena o para cuidar de un familiar, por positivo COVID-19. Se trata de aunar esfuerzos con el fin de anticiparse a las necesidades de las personas integrantes de la empresa. Como hemos podido comprobar desde marzo, la anticipación y preparación consensuada frente a las situaciones derivadas de la pandemia nos lleva hacia el éxito y la viabilidad empresarial y laboral.

«Con la formación recibo más de lo que doy, me da la ocasión de estar en contacto con las personas que conforman las relaciones laborales y, por lo tanto, beber de la fuente infinita de sabiduría de los verdaderos protagonistas en la empresa».

¿Cuándo y por qué funda su proyecto, SCL Consultores? 

Nuestra aventura en la resolución de conflictos iniciada con HacemosMediación nos abrió el camino en el ámbito laboral, empresarial y mercantil, donde encontramos una demanda importante de nuestros servicios. Nuestra labor en la gestión de conflictos en este ámbito ha sido extraordinariamente positiva, dándonos la oportunidad de crecer profesionalmente gracias a la diversidad de escenarios en los que hemos intervenido, logrando dar la respuesta que nuestros clientes han necesitado para lograr sus intereses, consiguiendo que ambas partes se sientan ganadoras.

Los escenarios donde hemos intervenido han ido desde el conflicto individual entre personas trabajadoras; la prevención del bloqueo en las negociaciones de Planes de Igualdad, Control Horario, Protocolos contra el Acoso Laboral, etc.; reclamaciones surgidas con clientes y/o proveedores; entre socios, consiguiendo desarrollar e implantar en algunos casos Protocolos en Empresa Familiar, Códigos Éticos y/o de Buenas Prácticas; también en disputas derivadas de incumplimientos en Protección de Datos; y una larga lista de circunstancias en las que hemos tenido la oportunidad de mediar.

Todo ello nos llevó a la constitución de SCL Consultores (www.sclconsultores.es) hace un año, con la motivación de dar respuesta a todos esos escenarios en los que suele surgir el conflicto en la empresa por el hecho de formar parte de las relaciones personales con o entre las personas trabajadoras, familiares, clientes, proveedores, inversores, socios, etc. Es decir, unimos la actividad profesional de asesoramiento jurídico que realizábamos por separado con la gestión del conflicto.

«Nuestra labor en la gestión de conflictos en este ámbito ha sido extraordinariamente positiva, dándonos la oportunidad de crecer profesionalmente gracias a la diversidad de escenarios en los que hemos intervenido, logrando dar la respuesta que nuestros clientes han necesitado para lograr sus intereses, consiguiendo que ambas partes se sientan ganadoras».

¿Cuál es su objetivo fundamental, así como sus principales líneas de actuación?

SCL Consultores nace con la visión de ayudar a las empresas a llevar a cabo el cumplimiento normativo en el área laboral mediante programas de Compliance laboral, Protección de Datos y resolución de conflictos, enmarcados en una forma diferente de alcanzar acuerdos, poniendo a disposición de nuestros clientes empresa las capacidades y habilidades que en Mediación y Negociación poseemos.

Desde SCL Consultores ofrecemos:

  1. Trato personalizado. Porque cada empresa tiene diferentes necesidades, ofrecemos un servicio a medida en cada momento o circunstancia. Nuestra filosofía de trabajo se basa en el trato humano, en la escucha y la empatía, como clave de éxito.
  2. Nuestro compromiso es acompañar a la empresa durante todo el proceso de implantación de medidas o procesos, mediante un método que garantiza la prevención y resolución de los conflictos en las diferentes áreas, escenarios o negociaciones.
  3. Servicios integrales. Ofrecemos unos servicios completo de cumplimiento en el ámbito laboral, para que no tenga que preocuparse.
  4. Somos profesionales con más de quince años de experiencia en el sector de asesoría jurídica empresarial y laboral.

«SCL Consultores nace con la visión de ayudar a las empresas a llevar a cabo el cumplimiento normativo en el área laboral mediante programas de Compliance laboral, Protección de Datos y resolución de conflictos, enmarcados en una forma diferente de alcanzar acuerdos, poniendo a disposición de nuestros clientes empresa las capacidades y habilidades que en Mediación y Negociación poseemos».

ASEME: ¿Qué le aporta su vínculo con ASEME en el día a día? ¿Por qué considera positivo para su actividad pertenecer a una asociación como esta?

ASEME no es una asociación empresarial al uso. Está formada por mujeres increíbles llenas de una capacidad infinita para crear un verdadero vínculo personal entre todas nosotras. Ni siquiera esta pandemia ha reducido nuestra comunicación, que ha servido para unirnos más aún a través del desarrollo de coffee virtuales en los que recibíamos la inspiración y energía necesarias para continuar con nuestro proyecto a través de la intervención altruista de una compañera que compartía con el resto sus experiencias y conocimiento.

ASEME es la unión de mujeres generosas que ponen a disposición sus conocimientos y capacidades para el enriquecimiento colectivo. Puedes encontrar mujeres de éxito con largas trayectorias profesionales escuchando con atención la aportación de la más joven o aquella que acaba de comenzar su andadura empresarial o emprendedora. Es toda una lección de humildad y crecimiento personal.

En ASEME te sientes segura por el ambiente familiar y de protección que existe, es imposible pensar que no se puede cuando te encuentras entre personas que han tejido una red tan poderosa que jamás te dejará hundir, sólo podrás caer como quien da un paso atrás para coger impulso.

Formar parte de ASEME es un compromiso que va mucho más allá de cada una de nosotras individualmente, significa construir la sociedad que deseamos, aquella donde queremos vivir y desarrollarnos en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

«ASEME no es una asociación empresarial al uso. Está formada por mujeres increíbles llenas de una capacidad infinita para crear un verdadero vínculo personal entre todas nosotras».

Mercado Asegurador: ¿Cuál es su experiencia con el mundo asegurador? Concretamente: ¿qué valor tiene para usted la figura del corredor de seguros?

Como profesional de la resolución de conflictos, valoro la necesidad de anticiparme ante los riesgos que puedan surgir. Es en este aspecto en el que más hincapié hago cuando se dirigen a mí como profesional para la implantación de aquellos programas de Compliance en la empresa.

Es necesario estar preparados ante cualquier situación que pueda surgir de forma inesperada, con capacidad de reacción suficiente para asumir la responsabilidad ante discrepancias o errores que perjudiquen a terceros.

«Como profesional de la resolución de conflictos, valoro la necesidad de anticiparme ante los riesgos que puedan surgir».

Visibilidad femenina: ¿Cuál es su visión acerca del nivel de posicionamiento y visibilidad de la mujer emprendedora en nuestro país?

Creo que es imparable el emprendimiento de las mujeres, porque sabemos qué queremos y cómo hacerlo. Estamos mucho más y mejor preparadas académicamente que los hombres, los datos están ahí y son irrefutables.

Comenzamos a comprender que nuestra forma de entender la actividad económica es necesaria para construir la sociedad que queremos, una sociedad donde nadie le diga a nadie qué o cómo debe ser, sino una sociedad que permita que las personas se descubran a sí mismas, aquellas capacidades en las que destacan y a través de las que pueden contribuir a crear sociedad.

Emprender en nuestro país no es fácil, nos cuesta creer en los demás, más aún cuando es mujer. Pero me gusta pensar que las cosas están cambiando, somos mucho más visibles porque el valor añadido que aportamos en nuestra actividad profesional amplía los beneficios tradicionales aumentando la inteligencia emocional de aquellas personas que se acercan a nuestros proyectos. Las mujeres incluimos en nuestra visión empresarial aquellos factores que dan sentido a lo que hacemos, por ello nos resulta más clarificador conocer cómo hacerlo al realizarlo según nuestros valores.

Hemos aprendido que nuestra capacidad colaborativa nos hace más fuertes, por ello nos asociamos cada vez más con el propósito de eliminar las barreras con las que algunos se resisten a reconocer que ya estamos aquí, en el lugar que merecemos y nos corresponde como parte de la sociedad de todos y para todos.

«Las mujeres incluimos en nuestra visión empresarial aquellos factores que dan sentido a lo que hacemos, por ello nos resulta más clarificador conocer cómo hacerlo al realizarlo según nuestros valores».

¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?

No debemos olvidar que somos el 50% de la población. Eso significa que nuestra aportación en la sociedad a través de la actividad que cada una de nosotras conocemos es imprescindible. La sociedad no puede permitirse el lujo de perder el potencial que posee la mitad de la misma. Cada persona es única y esto es lo que hace necesario contar con cada una para enriquecer nuestra vida. La suma de todos nos hace más fuertes como sociedad, la contribución de la mujer profesional es algo irreemplazable que debe ser entendido como nuestra capacidad de influencia en los demás para ver y hacer ver las cosas de forma diferente

Tal como dijo la escritora y poeta Maya Angelou,“La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir”.

«No debemos olvidar que somos el 50% de la población. Eso significa que nuestra aportación en la sociedad a través de la actividad que cada una de nosotras conocemos es imprescindible».

 

 

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