¿Qué son y cuál es la diferencia entre las mamografías y las ecografías mamarias?

Redacción ‘MS’- Por su interés para nuestra audiencia, ‘Muy Segura’ se hace eco del siguiente artículo, que puede ser visitado en Canal Mujer de IMQ a través del siguiente enlace.

Lo escribe el Dr. Luis María Guevara, especialista en Ginecología de la Clínica IMQ Zorrotzaurre.

El cáncer de mama es el tipo de tumor maligno más frecuente entre las mujeres, de hecho, se estima que una de cada 10 mujeres lo desarrollará en algún momento de su vida. Aún así, gracias a la detección precoz, se han alcanzado cifras de curación muy altas, que son cercanas al 100% cuando se detecta en etapas iniciales. Por ello, las pruebas de diagnóstico temprano son esenciales en el tratamiento de cáncer de mama, donde se incluyen tanto las mamografías como las ecografías mamarias. Ambas están enfocadas a detectar posibles lesiones o alteraciones y son complementarias, aunque tienen indicaciones diferentes. Te explicamos las diferencias.

¿Qué es una mamografía?

La mamografía es una prueba diagnóstica que consiste en la realización de radiografías de las mamas utilizando una dosis baja de rayos X. Mediante este procedimiento, se consiguen imágenes del interior de las mamas que permiten visualizar microcalcificaciones sospechosas, distorsiones, nódulos o tumores en fases tempranas, incluso 2 años antes de que puedan ser detectados mediante el tacto en las exploraciones.

Esta prueba se considera el método más efectivo para el diagnóstico precoz del cáncer de mama y es mínimamente invasiva, ya que los mamógrafos actuales utilizan una dosis de radiación ionizante muy baja. Actualmente, está extendido el uso de mamografías digitales, donde el aparato de rayos X traslada la imagen digitalizada directamente al ordenador, en lugar de obtener una radiografía en lámina. Esto permite al radiólogo obtener imágenes de mayor calidad que puede observar en la pantalla y agrandar las zonas específicas de interés.

¿Cómo se hace una mamografía?

El procedimiento es sencillo y no suele durar más de 20 minutos en total. La paciente debe situarse de pie frente a la máquina de rayos X y el técnico o técnica especialista situará uno de los pechos encima de una placa de plástico transparente. Después, colocará otra placa encima de la mama, presionándola de forma horizontal para aplanarla e inmobilizarla. Esta presión permite disminuir el grosor de la mama para que los tejidos se puedan visualizar más fácilmente en la radiografía.

El aparato realiza varias fotografías desde ángulos diferentes, y posteriormente, se repite todo el proceso con el otro pecho. Finalmente, será el profesional radiólogo quien revisará las radiografías para detectar si hay microcalcificaciones, distorsiones o nódulos.

Si bien para algunas mujeres es una prueba que puede resultar dolorosa, sobre todo en función del tamaño de la mama, en general produce incomodidad, debido a la presión que ejercen las placas en los pechos. Para que sea menos molesta, es aconsejable realizarla tras la menstruación, cuando los senos están menos sensibles.

¿Qué son las ecografías mamarias?

Esta prueba diagnóstica no utiliza rayos X sino ultrasonidos para mostrar imágenes de la mama en pantalla. Las ecografías mamarias se utilizan normalmente como examen complementario en el diagnóstico del cáncer de mama, para obtener información específica de un área o nódulo que se ha detectado en la mamografía o en una exploración clínica.

La ecografía permite observar estas alteraciones de manera más precisa y detectar, entre otros aspectos, si el contenido de un bulto es líquido o sólido. También se utiliza a menudo para guiar la punción cuando se realiza una biopsia o se quiere vaciar un quiste que está en el interior de la mama.

¿En qué consiste la ecografía mamaria?

Como en las ecografías que se hacen en otras partes del cuerpo, esta prueba se realiza con la paciente tumbada en una camilla. El radiólogo colocará un poco de gel en el pecho e irá pasando el transductor por toda la superficie de las mamas para obtener imágenes en la pantalla. Este procedimiento es totalmente inocuo e indoloro y se realiza en unos pocos minutos.

De esta forma, tanto la mamografía como la ecografía mamaria son pruebas complementarias para la detección del cáncer de mama, y no se excluyen entre sí. Normalmente, el profesional radiólogo o el especialista decide realizar una ecografía cuando se ha observado alguna lesión en la mamografía o en la exploración clínica, con el fin de obtener más información. Si la mujer está embarazada, la ecografía mamaria se utiliza como alternativa a la mamografía para evitar la exposición a rayos X.

Como medida de prevención y para conseguir un diagnóstico precoz del cáncer de mama, es aconsejable realizar mamografías a partir de los 40 años. Gracias a estas pruebas, se ha conseguido adelantar de forma muy importante la detección de estos tumores en sus estadios más tempranos, consiguiendo así un tratamiento más eficaz y reduciendo las secuelas físicas y psicológicas de las mujeres que padecen esta patología.