‘Muy Segura’ entrevista a María de La Fuente, directora de Talento y Cultura de la consultora tecnológica LedaMC. De La Fuente comparte su visión sobre los desafíos actuales y oportunidades para las mujeres en la industria de la tecnología.
En su experiencia, ¿cómo cree que los estereotipos de género pueden influir en las decisiones educativas y profesionales de las niñas en áreas como STEM?
Los estereotipos de género son una barrera invisible pero poderosa. Desde pequeñas, las niñas reciben mensajes que pueden desviarlas de las carreras STEM. Por ejemplo, los juguetes que se les regalan suelen estar alineados con roles de género tradicionales, lo que puede influir en su percepción de lo que es “apropiado” para ellas. Esto, sumado a la idea de que las habilidades de las niñas son más adecuadas para áreas verbales y sociales, puede desalentarlas de perseguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, a pesar de que estas áreas son fundamentales para la innovación y el progreso.
«Desde pequeñas, las niñas reciben mensajes que pueden desviarlas de las carreras STEM».
Habiendo transitado desde la arquitectura hasta liderar un departamento en el sector tecnológico, ¿podría compartir algunos desafíos que ha enfrentado como mujer en estos campos y cómo los has superado?
Como bien comentas, estudié arquitectura. Esta carrera es una de las pocas STEM que han logrado alcanzar la paridad de género en cuanto al número de estudiantes, sin embargo, aún existen desafíos en cuanto a la representación de las mujeres en algunas de sus salidas profesionales. Al poco de terminar la carrera fui a vivir a Houston, hace unos 12 años, y conseguí trabajo en un estudio local especializado en la restauración y rehabilitación de viviendas históricas. Disfrutaba mucho del diseño, pero lo que más me gustaba sin duda era la obra. Pero ahí me encontré con un ambiente exclusivamente masculino donde tenía que ser firme para ser respetada, ya que muchos trabajadores mostraban resistencia a recibir instrucciones de una mujer, joven y sin mucha experiencia profesional. También tenían claro que yo podría diseñar, eso cabe dentro del rol femenino tradicional, pero ni se imaginaban que, además, podía calcular estructuras. A pesar de la paridad en número de profesionales, a pie de obra, la historia sigue siendo contada mayoritariamente por hombres.
Por circunstancias de la vida, acabé dirigiendo el departamento de Talento y Cultura de LedaMC, una empresa familiar de consultoría de TI. Aquí nunca me he sentido “rara” por el hecho de ser mujer, al contrario, es una empresa donde la igualdad se ve en cada departamento. Nuestra CEO es una mujer y el número de mujeres es absolutamente comparable al de hombres, formando el 61% del equipo. Pero soy consciente de que somos una excepción en el sector, lo veo cuando asistimos a eventos TIC o visitamos clientes.
«Estudié arquitectura. Esta carrera es una de las pocas STEM que han logrado alcanzar la paridad de género en cuanto al número de estudiantes, sin embargo, aún existen desafíos en cuanto a la representación de las mujeres en algunas de sus salidas profesionales».
¿Cómo es esa realidad del sector TIC español que ve respecto a la igualdad de género?
La situación actual es compleja y multifacética. Por un lado, la realidad de que muchas jóvenes no eligen formarse en carreras STEM e incluso menos en las tecnológicas, no solo en España sino en toda Europa, donde aproximadamente el 30% de las mujeres optan por estudios STEM. Sin embargo, este número disminuye al 19% cuando nos enfocamos específicamente en carreras tecnológicas, de acuerdo con Eurostat en 2022, y hay indicios de que esta tendencia podría continuar a la baja.
Los retos no terminan con la educación, también se extienden al ámbito laboral. Recientes estudios en España, como los realizados por Digital Fems y Digital Talent Overview, evidencian una significativa brecha salarial desde el inicio y se intensifica en niveles más senior. Las mujeres tienen menos oportunidades de promoción y experimentan una tasa de abandono del sector tecnológico que es el doble de la de los hombres.
Aun así, también hay señales alentadoras que indican un compromiso por parte del sector para impulsar el cambio. La industria tecnológica ha sido la que más ha mejorado en la tasa de contratación de mujeres en puestos de liderazgo, lo cual es una respuesta positiva a la escasez de talento que afecta al sector. Si continuamos trabajando juntos para incrementar la participación femenina en tecnología, podemos esperar superar esta falta de talento en los años venideros.
«Las mujeres tienen menos oportunidades de promoción y experimentan una tasa de abandono del sector tecnológico que es el doble de la de los hombres».
¿Podría destacar algunas medidas o estrategias efectivas para promover la participación y retención de las mujeres en roles tecnológicos, y cómo cree que las empresas y la sociedad pueden trabajar juntas para implementarlas?
Desde la base del problema, tenemos que seguir trabajando para reforzar a las niñas en las clases de STEM para que no abandonen ese camino en sus estudios, que los libros de texto muestren más referentes femeninos, que los hay, adaptar los juguetes para romper estereotipos tradicionales y fomentar la representación femenina en el profesorado de ciencias son algunas de las medidas que podemos tomar al inicio de la educación. En mi caso, contar con referentes como mi madre y un entorno que promovía la igualdad me facilitó optar por una carrera STEM.
Pero no debemos detenernos ahí. Una vez llegan al mundo laboral, tenemos que seguir corrigiendo los sesgos y mejorar las tasas de retención de las mujeres en profesiones tecnológicas: con medidas concretas que favorezcan la conciliación, la igualdad de oportunidades a la hora de contratar y de promocionar y la igualdad salarial, entre otros. Nuestro porcentaje de mujeres en plantilla incrementa cada año y nuestras cifras de retención son muy buenas, con más de un 56% de personas que llevan con nosotros más de 5 años.
En LedaMC nos funciona bastante bien la reconversión profesional para que mujeres, y también hombres, de otras áreas puedan desempeñar roles tecnológicos. La recualificación y formación continua tiene mucho más poder del que se le concede. Es un camino arduo, pero en estos momentos en los que nos faltan profesionales con formación STEM, facilitar la reconversión de mujeres puede ser clave para solventarlo, además de satisfactorio.
Y todo esto debe hacerse desde una colaboración estrecha de empresas, gobiernos y sociedad, no es responsabilidad exclusiva de nadie y lo es de todos.
«Contar con referentes como mi madre y un entorno que promovía la igualdad me facilitó optar por una carrera STEM».
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus expectativas y perspectivas para la inclusión de las mujeres en STEM y la industria tecnológica?
Soy optimista sobre el futuro de las mujeres en STEM y la industria tecnológica en particular. Espero ver un aumento en la representación femenina en todos los niveles, desde la educación hasta los puestos de liderazgo. Con medidas concretas y un compromiso continuo, podemos cerrar la brecha de género y fomentar un entorno donde las mujeres también puedan prosperar y liderar en la innovación y el progreso.
«Espero ver un aumento en la representación femenina en todos los niveles, desde la educación hasta los puestos de liderazgo».