Marta Rubio (Hospital Universitaro Par Taulí de Sabadell): «El sueño tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la salud y el bienestar»

‘Muy Segura’ entrevista a Marta Rubio, investigadora principal del estudio: «¿Cómo duermen los jóvenes? Hábitos y prevalencia de trastornos del sueño en España». Un informe recientemente presentado por la Fundación MAPFRE y que tiene como objetivo dar a conocer los hábitos de descanso de los españoles de entre 18 y 34 años. Es neuróloga del Hospital Universitaro Par Taulí de Sabadell.

¿Por qué surge la idea del Estudio?

Fundación MAPFRE contactó con nosotros porque estaban interesados en colaborar en un proyecto de investigación que permitiera analizar la situación actual y a partir de ahí realizar propuestas de mejora. Como estaban particularmente interesados en estudiar el sueño, contactaron con las sociedades científicas de neurología (SEN) y del sueño (SES), para hacernos una propuesta de un estudio que permitiera relacionar el estilo de vida y los hábitos de sueño de la población y analizar el impacto que pudieran tener sobre su salud y desde ahí proponer recomendaciones para la sociedad.

«Fundación MAPFRE contactó con nosotros porque estaban interesados en colaborar en un proyecto de investigación que permitiera analizar la situación actual y a partir de ahí realizar propuestas de mejora».

¿Existen ediciones anteriores?

No, precisamente por no haber ediciones previas y por ser los adultos jóvenes entre 18 y 34 años un sector de la población no estudiado previamente, decidimos colaborar en este proyecto. Otras publicaciones se han centrado en adolescentes o en población adulta en general.

¿Cuál es el propósito fundamental con el que lo han lanzado?

En primer lugar, el objetivo era conocer los hábitos de sueño y de estilo de vida más prevalentes en la franja de edad joven (18-34 años) y su repercusión sobre el sueño. Este sector de la población se encuentra en un cambio de etapa vital, en el que finaliza su formación educativa e inicia la vida laboral, siendo importantes los hábitos que adquiera.

Con la difusión de los resultados del estudio pretendemos que aumente la concienciación sobre lo esencial que es el sueño sobre nuestra salud. Promover el desarrollo de hábitos de sueño saludables en la población joven podría ayudar a reducir la prevalencia de algunos de los futuros trastornos del sueño y sus patologías derivadas.

«Con la difusión de los resultados del estudio pretendemos que aumente la concienciación sobre lo esencial que es el sueño sobre nuestra salud».

¿Qué conclusiones más relevantes han extraído?

El sueño insuficiente es muy prevalente entre los jóvenes, afectando hasta a un tercio de ellos. Los síntomas de insomnio están presentes también en una frecuencia alarmante, en un 83% de los jóvenes, aunque no siempre implican un trastorno. Otro dato a destacar es que más de la mitad de los jóvenes (60%) admiten restar horas de sueño voluntariamente para dedicarlas a ocio por falta de tiempo personal durante la jornada.

«Los síntomas de insomnio están presentes también en una frecuencia alarmante, en un 83% de los jóvenes, aunque no siempre implican un trastorno».

¿Cuáles son las barreras más claras que afectan de forma negativa al sueño de los jóvenes? ¿Por qué?

El estilo de vida actual, con exigencias laborales, sociales y familiares que frecuentemente dificultan mantener unos hábitos de sueño adecuados, así como la elevada oferta de ocio digital, con un uso excesivo de pantallas (a destacar la elevada adicción a pantallas desde edades cada vez más tempranas).

En el lado opuesto: ¿qué herramientas pueden manejar tanto los jóvenes como las personas que conviven con ellos, para propiciar una mejor calidad del sueño?

Establecer horarios regulares de acostarse y levantarse, sin que haya diferencias mayores a una hora entre festivos y laborables. Durante el día, exponerse a la luz natural, realizar ejercicio físico regular y evitar tóxicos como el tabaco o el alcohol. Y a la hora de acostarse, mantener una rutina relajante, intentando dejar atrás las preocupaciones del día que nos mantengan en hipervigilancia y disminuyendo ruido y luz (evitar pantallas al menos media hora antes de acostarse).

«A la hora de acostarse, mantener una rutina relajante, intentando dejar atrás las preocupaciones del día que nos mantengan en hipervigilancia y disminuyendo ruido y luz».

¿Es la era tecnológica un factor negativo a la hora de incorporar hábitos saludables en el sueño de los jóvenes? Siendo el tecnológico un contexto inevitable y de naturaleza creciente: ¿qué cabe esperar en los próximos años en lo que se refiere a calidad de vida y sueño de nuestros jóvenes?

Desde luego es un handicap a tener en cuenta. Para limitar el uso de tecnología por la noche se requiere fuerza de voluntad. Al final del día, estando cansados, tenemos menos autocontrol y si le sumamos una falta de tiempo personal durante el día y una elevada oferta digital, es muy habitual quedarse “enganchados” en un dispositivo con pantalla. Para evitar que en los próximos años empeore cada vez más la calidad y cantidad de sueño de los jóvenes urge trabajar en la concienciación social de la importancia del sueño y las consecuencias negativas que la falta de éste puede ocasionar en nuestra salud, como son más riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, neurodegenerativas y psiquiátricas. Cabe destacar, no obstante, que las redes sociales y la divulgación científica hacen que el conocimiento sobre el sueño sea ahora más accesible y eso deberíamos utilizarlo a nuestro favor.

«Al final del día, estando cansados, tenemos menos autocontrol y si le sumamos una falta de tiempo personal durante el día y una elevada oferta digital, es muy habitual quedarse “enganchados” en un dispositivo con pantalla».

¿Desean añadir algún comentario, reflexión o valoración adicional?

El sueño tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la salud y el bienestar, y está involucrado en innumerables procesos fisiológicos, por lo que la mala calidad del sueño se relaciona con problemas de salud. Debemos reflexionar como sociedad si le estamos dando el valor que requiere manteniendo un estilo de vida que puede no favorecerlo.

«El sueño tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la salud y el bienestar, y está involucrado en innumerables procesos fisiológicos, por lo que la mala calidad del sueño se relaciona con problemas de salud».