Martina Camacho Ortega, Business Development Manager, Charles Taylor InsureTech, México

Martina Camacho (CTI): «Quiero consolidar a México como un país estratégico para InsurTech en habla hispana dentro de Charles Taylor»

‘Muy Segura’ entrevista a Martina Camacho Ortega, Business Development Manager, Charles Taylor InsureTech, México.

«Actuaria, empoderada, mujer y libre».

¿Cómo inició su trayectoria profesional? ¿Qué enseñanzas clave considera que adquirió en sus primeros pasos?

Desde la universidad me di cuenta de la importancia de poder traducir el conocimiento técnico de un actuario a un mundo actual, revolucionario y cambiante. Siempre supe que quería hacer algo de relevancia, algo que impactara y le devolviera la humanidad a los datos. Desde entonces, intenté ser una voz activa dentro de mi comunidad. Más adelante, tuve la oportunidad de entrar al mundo de los seguros mientras aún estudiaba, y me enamoré por completo: encontré un universo lleno de desafíos, donde hablar de innovación tenía sentido solo si no perdíamos el foco humano.

Pronto entendí que la clave no es solo entender los números, sino saber traducirlos en decisiones que muevan a la industria, convertir estadísticas y probabilidades en estrategias que no solo beneficien a una empresa o aseguradora, sino que estén pensadas para el cliente y que, como sector, nos inviten a adoptar una visión común: la de seguir haciendo la labor más noble que tenemos en esta industria, brindar seguridad y protección a la población del mundo actual.

Mis primeros pasos me enseñaron que la juventud no es una barrera, sino una ventaja estratégica que cuando se combina con preparación, visión y coraje para incomodar un poco. Porque desencajar, a veces, es la única forma de reacomodar el sistema, de apilar ideas nuevas sobre estructuras viejas, y de proponer formas de hacer las cosas que rozan lo utópico, pero que justo por eso, valen la pena intentar.

«Tuve la oportunidad de entrar al mundo de los seguros mientras aún estudiaba, y me enamoré por completo».

¿Qué hitos han acontecido para usted, hasta la fecha, en el transcurso de su recorrido laboral? ¿Por qué han tenido un significado especial?

Resaltar un solo momento sería injusto. Creo firmemente que cada día dentro de esta industria ha sido un hito en sí mismo. Cada conversación, cada evento, cada oportunidad de observar al sector desde adentro ha dejado una huella dentro de mí. A veces los aprendizajes más importantes no vienen de las grandes decisiones o los eventos masivos, sino de estar presente y atenta en los espacios donde realmente se construye el futuro de los seguros.

Aun así, hay momentos que han sido especialmente significativos. Uno de los más importantes ha sido liderar conversaciones estratégicas con aseguradoras líderes en Latinoamérica, no desde el deber ser, sino desde el “¿y si lo hacemos diferente?”. También organizamos el evento “Hablemos de Seguros Embebidos”, con un panel de mujeres líderes y una cata de vinos: una combinación audaz que reflejó nuestra esencia.

Hitos como esos me recuerdan que se puede hablar de innovación sin perder calidez ni autenticidad, que transformar también implica crear espacios donde las ideas se sientan bienvenidas y la disrupción no tenga que ser fría ni lejana.

«Cada conversación, cada evento, cada oportunidad de observar al sector desde adentro ha dejado una huella dentro de mí».

¿Cuándo y por qué surge su vínculo con Charles Taylor?

Mi vínculo con Charles Taylor surge por una razón muy clara, la visión. Encontré una compañía con más de 100 años de historia, con presencia global y una estructura robusta, pero con una mentalidad de evolución constante y sobre todo con ganas de construir una nueva etapa sobre cimientos sólidos. Charles Taylor InsureTech no solo impulsa soluciones tecnológicas para seguros; está reescribiendo la forma en que el sector se relaciona con sus clientes. Y yo quería estar justo ahí: en el epicentro del cambio real, con impacto concreto y sensibilidad humana.

Y aunque creo profundamente en los números, en las probabilidades y en diseñar estrategias para construir futuros posibles, también creo que no todo es casualidad. Llegar a Charles Taylor fue una de esas “faltas de casualidad” que marcan un punto de inflexión: cuando se encuentran la experiencia, el conocimiento técnico y las ganas de hacer las cosas de forma distinta.

Esa sinergia, entre lo sólido y lo nuevo, entre lo global y lo local, entre la innovación y la sensibilidad, es justo el tipo de energía que necesita el sector asegurador para moverse de verdad hacia el futuro. Un futuro más ágil, más conectado y humano.

«Charles Taylor InsureTech no solo impulsa soluciones tecnológicas para seguros; está reescribiendo la forma en que el sector se relaciona con sus clientes».

¿Cómo ha evolucionado su responsabilidad hasta la fecha?

Hoy no solo soy Business Development Manager en México, también soy embajadora de una visión regional. Trabajo con equipos de diferentes nacionalidades. Cada reunión es una oportunidad para conectar culturas, mercados y soluciones. Pero más allá del crecimiento profesional, lo que realmente ha evolucionado es mi manera de entender el propósito de estar aquí.

Estar en el epicentro de lo que llamamos “evolución tecnológica”, viviendo desde adentro los retos, ideas, conversaciones, opiniones, e incluso las problemáticas del sector asegurador, me ha llevado a experimentar una de las transformaciones más importantes de mi vida. Una evolución que estoy segura que no se queda en este párrafo ni en este rol, una evolución que sé me va a acompañar siempre.

Porque con cada paso crece también la responsabilidad de hacer algo valioso con lo que ofrecemos. La responsabilidad de entender, más allá del negocio, a la población que está del otro lado de la póliza. De comunicar lo que yo llamo la utopía del seguro, ese espacio en el que la tecnología, la empatía y la estrategia se alinean para proteger sin fricción, para anticiparse, para cuidar mejor.

Mi responsabilidad hoy no es solo desarrollar el negocio. Es darle voz a esa utopía hasta que muchas más personas puedan entenderla, nombrarla y gritarla más fuerte. Hasta que estemos, juntos, rozándola.

«Más allá del crecimiento profesional, lo que realmente ha evolucionado es mi manera de entender el propósito de estar aquí».

¿En qué áreas clave de actuaria se encuentra inmersa y cómo transcurre su día a día?

Estoy enfocada en impulsar la adopción de tecnología en aseguradoras que entienden que digitalizar no es solo lanzar una app o generar un front atractivo, sino repensar por completo el modelo de atención, la operación, la forma de prevenir el fraude, la experiencia del usuario. Acompaño procesos comerciales, estratégicos y de diseño y planteamiento de soluciones que buscan generar valor tangible tanto para las compañías como para sus asegurados.

Mi día a día es dinámico y profundamente variado: trabajo desde el campo y desde la oficina. Un día puedo estar tomando café con un director de innovación, y al siguiente analizando las tendencias para abrir conversación sobre los grandes retos que enfrenta el sector asegurador. Para mí, la innovación empieza por escuchar mejor.

Y desde luego, mi pensamiento analítico es una base esencial de todo lo que hago. Ser actuario me enseñó a entender que los datos no son fríos: tienen historia, impacto y consecuencias. Hoy utilizo esa mentalidad para detectar patrones, cuestionar supuestos y tomar decisiones informadas que respondan a contextos reales. No se trata solo de analizar, sino de conectar lo técnico con lo humano, y traducir todo ese conocimiento en estrategias que generen confianza y sostenibilidad.

«Mi día a día es dinámico y profundamente variado: trabajo desde el campo y desde la oficina».

Desde su foco de actuaria y su rol, ¿qué objetivos tiene planteados en el medio plazo?

Quiero consolidar a México como un país estratégico para InsurTech en habla hispana dentro de Charles Taylor, no solo como mercado, sino como punto de referencia para impulsar nuevas formas de pensar y aplicar la tecnología en seguros.

También quiero abrir la conversación sobre el seguro, sus retos y su enorme potencial, haciéndola más accesible, más clara y, por qué no, más sexy. Porque sí, hay industrias que seducen a jóvenes con ideas revolucionarias y se que la nuestra también puede ser una de ellas. Solo necesitamos entenderla mejor y comunicarla de forma simple, cercana y humana.

Mi objetivo es ser una voz activa que mezcle lo técnico con lo emocional, los datos con la empatía. Llevar el pensamiento analítico a donde sí importa: a la vida cotidiana de las personas. Mi meta siempre ha sido la misma: crear sistemas más humanos, aunque estén hechos de datos.

«Quiero abrir la conversación sobre el seguro, sus retos y su enorme potencial, haciéndola más accesible, más clara y, por qué no, más sexy».

Mujer y seguro: ¿cuál es su experiencia y vivencia sobre el nivel de notoriedad y posicionamiento de la mujer en la industria del seguro y, concretamente, dentro del mercado tecnológico enfocado en seguros?

Estamos entrando con fuerza, es una realidad, pero el punto clave aquí es dejar de tratarlo como algo extraordinario. La inclusión de mujeres en el sector asegurador, y particularmente en el mundo tecnológico, ya no debería ser una novedad, sino una realidad tan natural como necesaria. No es una cuota ni una anécdota: es evolución.

Dicho eso, creo firmemente que la llegada y posicionamiento de más mujeres en estos espacios ha impulsado a la industria de manera exponencial. No solo por nuestra capacidad empática que se refleja en la forma en que entendemos al cliente, a los procesos y a las personas detrás de cada sistema, sino también por esa fuerza silenciosa pero imparable de querer y poder hacer que las cosas pasen.

Las mujeres no solo estamos aportando diversidad, estamos ayudando a cambiar el enfoque completo. Estamos humanizando la innovación, construyendo soluciones con más perspectiva y ampliando el rango de lo posible dentro de una industria que, por años, se movió bajo estructuras rígidas.

Hoy no quiero que nos vean como excepción, quiero que seamos estándar. Y eso empieza por dejar de hablar de “inclusión” como si fuera concesión, y empezar a verla como lo que es: justicia y estrategia.

«La inclusión de mujeres en el sector asegurador, y particularmente en el mundo tecnológico, ya no debería ser una novedad, sino una realidad tan natural como necesaria».

¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional que desarrolla su actividad en el mercado asegurador?

A ti, mujer que formas parte de esta industria, no estás sola, no estás tarde, no estás detrás. Estás justo donde debes estar.
Estás sosteniendo estructuras, abriendo caminos, levantando la voz, no tienes que endurecerte para ser tomada en serio, ni dulcificarte para ser escuchada. No tienes que encajar en moldes viejos ni adaptarte a modelos que no te representan.
Puedes ser firme y empática, analítica y sensible, técnica y humana. Puedes hacerlo a tu manera.

Y si a veces dudas, si sientes que estás incomodando, acéptalo como una señal de que vas en buen camino. Porque mover una industria implica eso: incomodar primero, transformar después.

«Puedes ser firme y empática, analítica y sensible, técnica y humana».

‘MUY INSPIRADORAS’:

#RetoMuyInspiradoras: Cada entrevistada que así lo desee, citará aquellas mujeres que le han ayudado, o que le siguen apoyando, en su crecimiento profesional.

Mi red de inspiración está llena de mujeres poderosas: Wendy González (WTW), Brenda Cacho (Prudential), Paola Niño (MetLife).

CUESTIONES ‘MUY MUJER’:

  • Un perfume: Algo dulce con carácter, como «Lost Cherry».
  • Una canción: “Cúrate mi hijita” de Natalia Lafourcade. Una canción que duele, abraza y recuerda de dónde venimos. Me conecta con lo más profundo de mi raíz y mi poder.
  • Una actriz: María Félix, porque no hay nadie que haya llevado la fuerza, el misterio y la verdad de ser mujer mexicana con tanta convicción.
  • Una afición: Encender una vela, escribir y preparar mi espacio con flores como si fueran un ritual, para recordarme que todo, hasta lo más cotidiano, puede ser sagrado.
  • Un deseo: Ser una mujer que inspire. Libre, feliz y con todos mis colores vivos, aunque a veces duelan. Quiero dejar huella sin perder suavidad, y romper moldes sin dejar de bailar.