Por Mayte Martínez, periodista especializada en belleza y bienestar; creadora del espacio Belleza eres tú.
El uso de mascarillas higiénicas provoca un aumento en la demanda de los tratamientos de ortodoncia. Además de la sonrisa, este complemento ahora imprescindible, oculta los molestos brackets por lo que muchas personas aprovechan para ponérselos y solucionar sus problemas de alineamiento dental en tiempos de mascarilla.
Tanto los adolescentes como muchos adultos, han visto la ortodoncia como un problema y no como lo que realmente es, una solución. El hecho de lucir una sonrisa metálica, verse demasiado ‘mayores’ como para ponerse de adulto un aparato, o simplemente el falso mito de pensar que no podrían vocalizar bien frente a una conversación cotidiana, eran muchos de los motivos para rechazar este tipo de tratamientos.
Sí a la ortodoncia y a una boca perfecta
Antes, los dientes no ocupaban un lugar tan importante frente a la imagen como ocurre ahora. Lucir una sonrisa cuidada y armoniosa se ha convertido en un requisito de la sociedad del siglo XXI, y podemos afirmar que quienes hayan rechazado la opción hace algunos años o meses, ahora han encontrado la situación perfecta para dar un paso al frente y apostar por una sonrisa perfecta y saludable.
A pesar de no llevar con ella ni tres meses, la mascarilla va a ser un complemento permanente en nuestro look durante una buena temporada. Además de barrera para no contagiarnos del virus que circula por todo el mundo, nos va a servir para ocultar nuestro tratamiento de ortodoncia, ese con el que tanta vergüenza da sonreír y con el que intentamos hablar con la boca pequeña para mostrar lo mínimo.
Por otra parte, muchos pacientes tienen la sensación de que la duración del tratamiento va a ser menor por el mero hecho de ‘no verse’. La mascarilla desde luego no tiene ese poder tan mágico, pero saber que durante varios meses vas a poder disimular sin un gran esfuerzo tu ortodoncia, aporta una sensación de que el tiempo pasa a mayor velocidad y que su sonrisa estará lista antes de lo que se imaginan.
“La ortodoncia no es un tratamiento dirigido exclusivamente a la estética dental, también dirige su poder a los temas de carácter funcional, de hecho, la estética dental siempre debe ir de la mano de la salud bucodental y viceversa. Muchos pacientes afirman que problemas como las cefaleas, dolor en las articulaciones, dificultad para masticar…se han reducido notablemente tras la ortodoncia”.
Dra. Daniela Carranza, odontóloga y codirectora de la clínica dental de referencia, Instituto Profesor Sada, https://www.profesorsada.com/
Tipos de ortodoncia
Brackets metálicos. Son la ortodoncia que ha pasado a llamarse ‘la de toda la vida’. Compuestos por metal, concretamente de acero inoxidable, se colocan por la parte externa y visible de los dientes. Este sistema, ahora que la ley obliga a llevar mascarilla y podemos ocultar tras ella nuestra sonrisa, es uno de los más demandados del momento por su efectividad y la competitividad de precio.
Desde 3.000 €.
Brackets estéticos. Una excelente solución y una alternativa cómoda y estética para aquellos que quieren dejar a un lado los brackets metálicos. Al estar hechos de zafiro puro monocristalino de gran resistencia, no se desgastan ni se tiñen durante el tratamiento consiguiendo mantener la misma tonalidad que el color natural de los dientes. Desde 3.500 €.
Invisaling. Es la segunda ortodoncia más invisible por detrás de la ortodoncia Incógnito o lingual. Este tipo de ortodoncia es extraíble y cómoda. Se fabrican aligners a medida y prácticamente invisibles. Cada alineador es ligeramente diferente de los demás para que los dientes se vayan moviendo poco a poco hasta alcanzar la posición deseada. Desde 4.000 €.
Ortodoncia lingual. También llamada ortodoncia invisible, es una técnica que permite realizar el tratamiento ortodóncico de alineación de los dientes sin que el aparato pueda ser percibido desde el exterior, ya que los brackets se colocan en el interior de la arcada dental, de modo que la superficie exterior de los dientes quedan completamente libres. 5.500 € aprox.