Qué nos ha enseñado este 2020

Por Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC.

2020, un año duro, sin duda, donde muchos hemos sobrevivido y otro muchos no, donde hemos acompañado en el sufrimiento a los que han estado en primera línea de esta cruda batalla. Un año en el que la pandemia ha protagonizado la gran mayoría de experiencias vividas, un año en el que hemos aprendido en qué consiste un estado de alarma y para qué necesitamos un salvoconducto.

Un año que no pasará desapercibido, que nos marcará para siempre y que estará muy presente en nuestra memoria colectiva, en cómo esté presente solo dependerá de cada uno de nosotros.

«Estas son las 10 grandes lecciones que nos deja este año»:

  1. Parar para ser y estar en el presente.

Si algo nos ha enseñado esta pandemia es a que no vale planificar porque el futuro es incierto y tenemos que vivir en el presente. Nos obligó durante meses a parar, literalmente, a vivir confinados. Una situación nueva para todos y con la que tuvimos que aprender a convivir. Ello nos sirvió para bajar el ritmo, ser y estar en nuestro día a día de una forma diferente, lo que nos ayudó a valorar el tiempo presente, cada instante, aparcando el reloj, porque no había prisa por llegar a ningún sitio.

  1. Reencontrarte con tu familia.

Párate a pensar la cantidad de cosas nuevas que sabes de tus hijos, de tu pareja, de tus padres, de tus amigos…. De tu entorno más cercano, que hasta ahora no sabías o que intuías pero no habías tenido tiempo para tener esa conversación profunda con tu hija o con tu madre, o no habías tenido un ratito para echar una partida al parchís en familia o hacer un riquísimo bizcocho con la peque de la casa. ¿A que es maravilloso reencontrarte con la gente que más quieres, sin la excusa de un evento familiar?

  1. Descubrir tu hogar.

Cuántos de nosotros nos habremos dado cuenta de detalles de la casa donde vivimos que hasta ahora ni nos habíamos fijado en ellos. La distribución de los muebles, la luz que entra durante el día, cómo crecen las plantas si les dedicas tiempo y cariño, encontrar libros que pensabas que ni tenías en el fondo de una librería….

  1. Disfrutar de las pequeñas cosas y ser agradecido.

Durante este tiempo han sido muchas las ocasiones que hemos escuchado eso de “tenemos que estar agradecidos de estar sanos” ¿verdad? Pues algo tan simple como eso, simplemente ser feliz con estar bien, es algo que hemos aprendido con esta crisis sanitaria y con su consiguiente crisis económica. Sabemos que podemos vivir con mucho menos y esto es algo que también nos ha demostrado esta situación, que no necesitamos tanto para ser feliz y hacer felices a los que más queremos.

  1. Ser el ser humano que habíamos dejado de ser.

Hasta este momento parecía que el ser humano era poco más que un SuperSer con poderes al que nada ni nadie le podría superar y, como ya sabemos y sabíamos, eso no es así. Somos vulnerables y nuestra vulnerabilidad entraña nuestros valores humanos que desde hace un tiempo parecían olvidados pero que esta pandemia los ha puesto de nuevo sobre la mesa.

  1. Volver a los orígenes.

Durante este verano muchos han optado por volver al pueblo, a sus orígenes, a los veranos de bici y campo donde el tiempo parece que no pasa porque todo sigue igual y donde el reloj se para. Una vuelta a los veranos de la infancia seguramente será el mejor reconstituyente vitamínico que podemos tomar para renovar energías y volver a sentirnos como en los veranos del…. cuando nada se nos ponía por delante.

 

  1. Dar valor a lo que realmente importa.

¡Qué gran lección de vida! Priorizar lo realmente importante, no lo urgente ni lo necesario, solo lo que importa de verdad. Muchos nos habremos dado cuenta que muchas de nuestras preocupaciones no eran ni mucho menos tan vitales para el desgaste energético que suponían, así que si esta situación nos ha ayudado a dar valor a lo que importa, bienvenida sea.

  1. Solidaridad espontánea y colaboración ciudadana.

Muchas han sido las muestras de solidaridad que hemos vivido o de las que hemos participado durante los meses de confinamiento y también hemos visto cómo personas o entidades que hasta entonces no se conocían se ponían mano a mano a colaborar para sacar adelante iniciativas que ayudaran a los demás. Este espíritu solidario habla muy bien de nosotros como sociedad así que, ojalá no lo perdamos nunca.

  1. Adaptación al cambio.

Sin duda, nos hemos tenido que adaptar a todos los cambios que hemos vivido durante meses. Los niños, los primeros, han cambiado su colegio por una Tablet con la que se conectaban con sus profesores y compañeros y nosotros, los que ya trabajábamos en casa, hemos convertido nuestros despachos de casa en auténticas oficinas de coworking y los que trabajaban fueran de casa han tenido que hacer auténticas virguerías para transformar su hogar en un lugar de trabajo. Sin contar las grandes proezas que han hecho y que siguen haciendo autónomos y empresarios por reconvertir su negocio por la acuciante crisis. Así que si alguna lección nos deja esta pandemia es que la resiliencia es fundamental para salir fortalecido de esta crisis y que el mundo cambiante ya es un hecho con el que tendremos que convivir de ahora en adelante, así que mejor que nos vayamos acostumbrando a que la vida es puro cambio.

  1. Desaprender parte del camino para volver a aprender.

Hemos tenido que desaprender algunas cosas que llevábamos haciendo durante años para aprender cosas nuevas que nunca nos hubiéramos imaginado que seríamos capaces de hacer ¿te imaginas hace un año dando una clase online o hablando con tus padres por videoconferencia? Esto que nos parece ahora como algo cotidiano hace meses era impensable, así que sigamos por este camino creando nuevas conexiones neuronales porque esto nos llevará a adquirir nuevos conocimientos que se convertirán en aprendizajes de vida.

«Ahora que empieza la cuenta atrás para el 2021, es un buen momento para echar la vista atrás y analizar lo que ha supuesto para cada uno de nosotros vivir esta experiencia, la huella que nos deja y las lecciones que nos llevamos para comenzar un Año Nuevo cargado de buenas intenciones, con ilusión y energía renovada. ¡Vamos a por el 2021!».