‘Muy Segura’ entrevista a Desirée Vila, atleta paralímica. Acaba de conseguir la mínima B para Tokio en el Campeonato de España de Promesas Paralímpicas de Liberty.
¿Cuándo se inició en el atletismo?
En 2018 empecé a competir en atletismo adaptado, en las pruebas de 100 metros lisos y salto de longitud. Mis primeras competiciones fueron en Malta, donde vivía haciendo un erasmus de la universidad, y poco tiempo después decidí dejarlo todo para mudarme a Madrid y poder dedicarme al 100% a la preparación de Tokyo 2020.
¿Qué significa este deporte para usted?
Para mí, volver al deporte tras mi accidente supuso volver a confiar en mí misma. Me costó mucho al principio, pues mi “discapacidad” había llegado, en parte, a raíz de una lesión deportiva, pero a la vez me hizo ampliar mi horizonte de posibilidades y empezar a pensar de verdad que podía seguir luchando por dedicarme a mi pasión, aunque tuviese que cambiar de disciplina. Actualmente, el deporte es mi día a día, no solo mi trabajo pero también mi motivación para el resto de cosas que hago.
«Para mí, volver al deporte tras mi accidente supuso volver a confiar en mí misma».
¿Qué valores tiene para su persona la práctica deportiva?
Creo que, principalmente, el deporte es un aprendizaje continuo, ya que dentro del mundo del alto rendimiento, los deportistas vivimos experiencias muy similares a las que nos podremos encontrar en la “vida real”: desde injusticias, momentos difíciles (lesiones), grandes sueños, disciplina, madurez, organización…y el valor del trabajo en equipo, que yo creo que es fundamental, pues aunque el atletismo, a primera vista, es un deporte individual, yo nunca voy a conseguir clasificarme para unos Juegos Paralímpicos si no trabajo conjuntamente con mi entrenador, mi fisio, mi ortopeda, mi psicóloga deportiva, mis patrocinadores, el equipo médico, las federaciones y por supuesto, mi familia, que me apoya y me sigue allá donde voy.
«Creo que, principalmente, el deporte es un aprendizaje continuo, ya que dentro del mundo del alto rendimiento, los deportistas vivimos experiencias muy similares a las que nos podremos encontrar en la “vida real”.
¿Cómo es su entrenamiento?
Normalmente tengo dos sesiones técnicas de salto de longitud semanales, 3-4 sesiones de fuerza en el gimnasio y 2 sesiones de velocidad/trabajo de carrera. A esto hay que sumarle el trabajo de biomecánica (por mi discapacidad, es fundamental que desarrolle músculos que posiblemente puedan ayudarme a prevenir lesiones, y para ello cuento con una profesional en el sector) y el trabajo complementario del cuidado del cuerpo y mente: nutricionista, fisio, psicólogo, etc.
«Normalmente tengo dos sesiones técnicas de salto de longitud semanales, 3-4 sesiones de fuerza en el gimnasio y 2 sesiones de velocidad/trabajo de carrera».
¿Cuál es la parte más difícil de su día a día?
Le diría que la parte más complicada es compaginar deporte a un nivel profesional con estudios (relaciones internacionales en la universidad rey juan Carlos), trabajo (embajadora de marcas, conferenciante en la Fundación Adecco, redes sociales….) y vida social, pero hoy por hoy, lo más difícil es mantener la motivación ante la incertidumbre derivada por el covid-19.
Como mujer deportista: ¿qué mensaje le lanzaría a otras mujeres que tengan su mismo enfoque en la práctica deportiva?
Que sigan trabajando para demostrar que el deporte no entiende de género, discapacidad, color, raza…solamente de trabajo, esfuerzo y dedicación.
¿Crees que es importante que existan iniciativas que apoyen al deporte base como el Equipo de Promesas Paralímpicas de Atletismo de Liberty?
Sí, me parece fundamental que existan este tipo de iniciativas que desde luego impulsan la participación del deporte paralímpico desde la base, con los más pequeños introduciéndose en este mundo poco a poco y ganando experiencia y motivación.
¿Qué siente ante la posibilidad de poder participar en sus primeros Juegos Paralímpicos?
Para mí, haber conseguido la mínima B recientemente en el Campeonato Liberty Promesas Paralímpicas en Valencia ha sido una pequeña recompensa al trabajo, sobre todo mental, durante la cuarentena, y ese pequeño empujoncito para seguir luchando por conseguir la mínima A y clasificarme para los juegos paralímpicos de Tokyo 2021. Ahora mismo, siento, sobre todo, ganas de mejorar y de aprovechar estos meses que falta para la gran cita para poder seguir aprendiendo y así llegar más preparada y tener una buena actuación.
«Para mí, haber conseguido la mínima B recientemente en el Campeonato Liberty Promesas Paralímpicas en Valencia ha sido una pequeña recompensa al trabajo, sobre todo mental, durante la cuarentena».
¿Qué próximos retos o desafíos espera alcanzar en el medio plazo?
Aparte de mejorar mis marcas y posicionarme entre las mejores del mundo, me gustaría poder contribuir a que el deporte adaptado, no solo en España si no a nivel internacional, crezca. Creo que es fundamental que los deportistas actuales demos a conocer el movimiento paralímpico a través de nuestras redes sociales y con nuestro ejemplo, y en un futuro muchas más personas con discapacidad puedan tener las oportunidades que tenemos actualmente solo unos pocos.
«Aparte de mejorar mis marcas y posicionarme entre las mejores del mundo, me gustaría poder contribuir a que el deporte adaptado, no solo en España si no a nivel internacional, crezca».